4. Mi más sentido pésame

Beverly se encontraba sentada en la cama de su habitación vestida de luto. Su padre ya no estaba, se fue y ya no volvería. Lo único que quería era quedarse en su cuarto y sumergirse en su dolor.

—Necesito que bajes. La casa está llena de la comunidad mágica que vino a darnos el pésame. —habló Deborah.

—No me quieres ahí. Nadie me quiere ahí. Solo quieres que baje para satisfacer tu vanidad y jugar tu papel como la viuda desamparada. —contesto Beverly con lágrimas en los ojos. Debajo de ella estaban velando a su padre y después lo trasladarían al bosque para enterrarlo. Apostaría que Deborah usaría el velorio de su padre como una oportunidad para ganar popularidad y el cariño de los seres mágicos.

Deborah soltó una risita.

Al parecer a ti te gusta vivir encerrada como una antipática. Sino quieres despedir a tu padre está bien, dudo mucho que extrañen tu presencia. —sin más que decir Deborah se fue de la habitación.

Desde que era pequeña se sentía insignificante. En un mundo donde todo era extraordinario, ella era ordinaria. Es la más pequeña de la familia. La bruja sin poderes que no servía para nada. Siempre se había preguntado si tenía un destino, una razón para estar aquí.

Su padre era el único que la entendía y ahora se había ido. Su madre falleció cuando tenía seis años y la única figura materna que había conocido fue Deborah, que nunca perdía la oportunidad de humillarla. 

Lo enterraron en el bosque, al lado de su esposa, Feyra Sawyer. Todos los que le tenían cariño y admiraron al rey fueron a sepulcro. En Ermagie los difuntos son enterrados en espacios naturales. Es una manera de dar a conocer que los seres mágicos y la naturaleza están vinculados con la naturaleza

Faith todavía recordaba el cuerpo inerte de su padre en sus brazos. El dolor se mezclaba con la culpa. Culpable por provocarle el infarto a su padre. Culpable por no dejar una explicación. Culpable por no hablar con él. Enfrente de ella Deborah estaba aún lado de Darren, con una falsa mirada de tristeza en su rostro. Atrás de ellos estaban Morgan, Phoebe y Athena. Beverly no quiso asistir.

***

Mas tarde ese día el consejo de magia cito a una reunión de emergencia a toda la familia Sawyer. Los lideres de todos los clanes estaban sentados en la inmensa mesa en donde atendían y resolvían los problemas.

—En nombre de mi pueblo lamentamos mucho su reciente perdida y lamentamos molestarlos en este día, pero hay asuntos que son necesarios atender. —habló la cazadora Amelia. —Antes de morir le informamos al rey Henry de la situación por la que estamos pasando.

—¿Situación? —preguntó Faith.

—Tenemos una estabilidad mágica. Muchos de los seres mágicos no pueden utilizar su magia, no pueden usar un simple hechizo. Pero eso no es todo, algunas de las hadas han desaparecido y las cazadoras están siendo asesinadas por vampiros.

—¿Vampiros? Es imposible, fueron encerrados en las catacumbas nadie puede abrir esas puertas. Solo un ángel. ¿Cómo es posible? —Faith recordó la historia que su padre le conto, en como los ángeles encerraron a los vampiros en las catacumbas de Ermagie y sellaron la entrada con sus poderes angelicales. ¿Quién pudo haberlos liberado? No hay ángeles en la tierra y ningún ser o criatura mágica poseía esencia angelical. El único arcángel que bajaba a la tierra era Gabriel, era el encargado de enviar mensajes al cielo, cuando su padre necesitaba ayuda el se encargaba de que recibiera ayuda celestial. Pero tan pronto como aparecía se iba.

—No lo sabemos, sigue en proceso de investigación. Es cuestión de tiempo para que nos ataquen. El rey Henry dijo que hablaría con los arcángeles lamentablemente murió antes de hacerlo. Como el rey murió y ninguna de sus hijas no están preparadas para asumir el trono. Decidimos que gobierne la reina Deborah.

—¿Qué? —lo último que dijo Amelia hizo que Faith rápidamente se opusiera a esto.

Alguien mas siente que algo malo va a pasar. —bromeó Phoebe.

—¿" Ninguna de sus hijas preparadas"? Yo me he preparado toda mi vida para ser la reina. Mi padre fue descendiente de Ermagie Sawyer. Al igual que mis hermanas tengo sangre real en mis venas. ¿Cómo es posible que Deborah sea más acta para ser reina?

—Con todo respeto, dos de tus hermanas tienen problemas con la magia por así decirlo y las otras dos les falta aprender mas cosas sobre ella. —hablo el señor de los elfos. —Todos los clanes creemos que tu no eres una opción para el trono.

—¿Y por que no? —Faith perdió a su padre, no perdería su herencia.

—El día de tu boda huiste, no dejaste ninguna nota, plantaste a tu novio en el altar, pusiste en vergüenza a tu familia y tanto fue el disgusto de tu padre que le causaste un infarto. ¿Cuándo las cosas se pongan difíciles en Ermagie, harás lo mismo? ¿Te iras por un año? —el señor de los elfos aclaro su punto dejando todos en la mesa muy tensos, excepto que a Deborah parecía disfrutarlo.

—Yo... bueno, yo... —Faith se sentía humillada, no sabia que decir. Pero no les iba a dar el gusto. Rápidamente se recuperó y siguió hablando. —Yo soy Faith Sawyer, el trono es mi herencia, probare que soy digna del trono. Restaurare el equilibrio mágico.

Se oyeron susurros en la sala. Todos comenzaron a hablar.

—No puede gobernar. —dijo la señora de los lobos.

—Hay que darle una oportunidad. Es su derecho. — dijo la reina de las sirenas, Dariyah

—No es apta. Todos moriremos. —dijo Eru.

—¡Silencio! —Amelia gritó y miro a Faith. —Si restauras el equilibrio mágico en menos de una semana te aceptaremos como nuestra nueva reina, pero si no lo haces la corona pasara a la señora Deborah De Sawyer.

Faith solo asintió. Les demostraría todos que podía ser la reina.

—Bien, ahora hay que encontrar una manera de protegernos en contra de esos chupa sangre.