Derek estaba un poco (muy) nervioso; atrás, el joven que a pesar de llevar a Deian en sus brazos no paraba de morderse las uñas, mientras que el niño juega con las agujetas de su sudadera cual cachorro de gato.
Había tenido una ligera crisis nerviosa luego de la llamada de su padre ya que no sabía cómo explicarle que ahora es padre adolescente, de alguna manera Peter había logrado escabullirse de la casa y desaparecer dejando una breve nota.
-Espero hasta la próxima llamada-
Definitivamente su tío estaba loco, tal vez la luz de luna realmente le afectó el cerebro a parte de su parte lobo común o tal vez el haber tenido contacto con acónito durante su última resurrección.
Bien no creo que eso sea muy relevante, tenía a un joven vampiro a punto de ir a una crisis nerviosa o tal vez un ataque de pánico, tal vez no fuera posible gracias a su nueva condición, pero con ese chico está muy claro que todo le podría pasar gracias a las fuerzas del universo.
- Cántale - Habló de la nada.
- ¿Qué? -
-Te distraes tú y lo distraes a él- señaló al bebé -Evitará que tus nervios lo afecten más de lo que ya, y sé que pedirte calma es pedirle al mar muerto menos sal- Señaló el moreno sin apartar los ojos del camino.
Stiles quedó en una especie de pausa, no recordaba cómo es que sus emociones influencian a su niño y se sintió culpable, así que decidió hacer caso al alpha y empezó a tararear y gesticular algunas palabras, lo que se ganó un ceño fruncido de desconcierto por parte del conductor.
- ¿Le estas enseñando un hechizo acaso? -
- ¡Que; no!, es una canción polaca, mi madre solía cantarla, pero no la recuerdo bien; así que... bueno-
Derek le hizo un ademán de entendimiento y siguió manejando, Stiles por su parte regresó su atención al alegre bebé que gorgoteaba y babeaba logrando contagiar su alegría.
Todo el paseo pareció ser de apenas y un minuto en cuanto llegaron a la calle donde el de lunares reside; la patrulla estaba en la entrada y un pequeño camión a lado de la acera, por el logo se notaba que era de una tienda de accesorios para bebes y el conductor hablaba con el sheriff señalando una carpeta en las manos y al vehículo varias veces mientras que el oficial seguía con su postura seria y negaba a cada momento.
Los hombres bajaron del auto con todo y bebé, acercándose con precaución al padre del más joven rogando no armar una escena en la calle.
- Papá, aquí estoy -
El sheriff volteó rápidamente con una nueva de enojo puro, se dio cuenta de la presencia del lobo así que sacó algunas conclusiones; pero el hecho que quien cargaba al bebé era su hijo y no el moreno desbarató alguna de ellas.
- Entonces es verdad que tienes un bebé a tu cargo Stiles; tendrías que haberme avisado - Le sermoneó mirando con atención al niño que jugaba con sus manos.
- Lo siento papá, pasaron muchas cosas como para avisarte - Se defendió el chico, pasó a Deian a los brazos de Derek para acercarse a su padre y explicar la situación completa sin que el hombre del camión se enterase; después de todo no era común el escuchar historias de hombres lobo y vampiros.
Al mismo tiempo Derek tomó cargo el hablar con el hombre de la tienda y explicó algo acerca de una adopción sorpresiva debido a un pedido en lecho de muerte por parte de un amigo que ahora era difunto.
Noah asintió y suspiró a la vez; su hijo era un imán para lo extraño al punto de llegar a hacerlo abuelo sin siquiera tener novia.
- Te das cuenta de que lo que hay en ese camión no va a caber en tu cuarto ¿verdad? - Le cuestionó su padre aún (tal vez) choqueado por la situación.
- Hay unas cuantas cosas que faltan, pero te aseguro que esta todo calculado papá; sólo será por unos días, lo juro - Suplicó el chico con los ojos casi llorosos.
- Creerte eso es decir que el mar muerto no es salado - Reprochó en broma su papá ya más relajado.
- Tus cambios de humor asustan papá -
- Al menos tengo eso a favor aún - Sonrió el aludido de manera gustosa sin relajar su postura.
- Le dije a Peter que se alejara de la estación, ¿acaso hablo ruso? - Renegó el muchacho volteando a mirar a su niño que reía al tocar la barba del alpha.
- Me alegra la tarde con sus payasadas; y punto a su favor, me hace comer sano así que no lo regañes - Defendió el sheriff cruzando los brazos sin darse cuenta que se había vendido.
Stiles parpadeó un par de veces comprendiendo la situación; sonrió cuál guasón, pero sin embargo decidió callar.
Teniendo esa situación arreglada todo el contenido del camión fue descargado y llevado a la casa a mano de los trabajadores (al parecer el otro había preferido quedarse en la cabina al ver de quien era la casa) con ayuda del lobo y el oficial para agilizar las cosas.
Stiles había preferido quedarse en su habitación junto a su niño, a pesar de la simplicidad de la habitación era su lugar seguro. Su niño además quería comer y no era algo que quisiera compartir en ese momento.
Acomodó su postura contra la pared sentado en su cama y retiró la camisa y el polo y sin examinar tanto el área como las primeras veces, condujo a Deian a su pezón para que se alimente, el niño succionó con algo de fuerza las primeras veces, pero el ritmo bajó para su alivio y pudo relajarse; esta vez puso todos sus sentidos a trabajar reconociendo a su cría y ese sentimiento de pertenencia se hizo más fuerte.
Había estado distraído la primera vez y apenas había podido registrar como su niño se alimentaba de él, podía escucharlo tragar y volver a succionar, para su vergüenza le gustaba sentir esa conexión tan íntima y daba gracias a la naturaleza por darle la oportunidad de experimentar esa sensación, también dio una plegaria para que los primeros padres del infante estén en paz.
Un pequeño empujón de cabeza hacia su pecho le llamo la atención, al parecer la leche se había acabado de ese lado por lo que cambió de fuente y rápidamente el niño volvió a prender e de su pecho provocándole una sonrisa al sentir una "mordida" para estimular a la leche salir.