Escape: Brooke

Capítulo 23

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La oscuridad me rodeaba, me envolvía por todos lados, no se filtraba ni un pequeño rastro de luz, todo era lobreguez, empecé a sentirme asustada del sonido tan agudo e insoportable que empezó a surgir de la nada, era como tener mil mosquitos zumbando en mis oídos.

Abro mis ojos y me encuentro en la opacidad de un pozo, sin principio y sin fin. Desciendo y mientras más caigo en el abismo, más lejos se escucha el sonido agudo.

Una ráfaga me deslumbró, fue tan rápido que no pude ver de dónde provenía. Me siento perdida y desconcertada, sigo el camino de la luz que vuelve a surgir, busco una salida, pero a media que más me acerco, esa luz se va tornando roja. Entonces sólo veo una puerta abierta que da una habitación iluminada por una bombilla roja, en el piso yace un cuerpo bañado en sangre.

Se trata de una chica que no conozco. Con las manos temblorosas y la garganta seca, me acerco a al cuerpo con todo el miedo impregnado bajo piel; parece haber sido disparada, debajo de su cuerpo hay un charco de sangre. Cuando estoy frente a ella, siento que me desmayaré al ver que se trata de mí. Soy yo, tirada en el piso, sin pulso, muerta.

—Le dije que no fuera —dice una voz masculina llena de desolación, levanto la mirada y lo veo, es mi padre detrás de mi cuerpo, mi cuerpo sin vida.

 

Y sin que pueda decir o hacer algo, vuelvo a caer en el abismo, todo desaparece tal y como apareció, inesperadamente, empieza en la oscuridad y termina en ella.

***

—Dije que adelantaré tu entrenamiento, hoy empiezas con Grace y Jane, te acompaño. —No me da tiempo a decir algo cuando ya estábamos caminando hacia el pasillo.

—Brooke —Charlie me llama detrás de mí, lo miro por encima de mis hombros y espero a que me diga lo que tiene para decirme—. Tengo que volver a casa, tengo una entrevista en una hora.

—¿Entrevista?

—Sí, es sobre lo que hablamos de nuestros planes, ya sabes —No recuerdo que hayamos hablado de entrevistas, pero sí de trabajo, así que supongo se trata de eso. No dudo en que su madre hablo con sus contactos que viven aquí.

—Joshua te llevará —comenta Bonie mientras le hace señas a Joshua, quien se encuentra al final del pasillo.

—Te amo —le digo antes de que pueda irse con Joshua. Bonie y yo seguimos por el pasillo, en cuanto nos acercamos al final del pasillo, escucho el bullicio que viene del gimnasio de boxeo. Me detengo a ver como mi padre golpea fuertemente el saco de boxeo y me sorprende lo rápido y fuerte que lo hace, pero Bonie prácticamente tira de mí para que siga caminando hasta la otra habitación, donde se encuentran esas personas haciendo de todo, aquí siempre hay gente practicando con cosas muy filosas y peligrosas.

Llegamos junto a Grace, quien luce mucho más ruda que la última que la vi en aquella fiesta, ella y yo no hemos pasado de un saludo, como con la mayoría que vive en esa casa, pero por como la he visto, parecía una mujer muy cálida en sentido de personalidad, mientras ahora parece todo lo contrario.

—Ya está lista —dice Bonie. Y Grace se acerca a nosotras sin siquiera mostrar indicios de una sonrisa.

—Bien, empezamos en cinco minutos, date una vuelta. —Ella no es como Joshua o Sophia, que un principio se dirigían a mi sin tutearme, pero Grace se dirige a mí de una forma muy demandante, lo cual me sorprendió, porque ella fue la que se acercó a mí, se presentó y hasta puedo decir que fue muy amable y risueña, lamentablemente no puedo culpar al alcohol por eso, ya que ella era de las pocas que no estaba borracha aquella noche. Supongo que este es un ambiente completamente diferente y por lo tanto ella tiene esa actitud.

No digo nada y sigo los pasos de Bonie.

—No esperes un joven Majid de su parte, ella y Elie son personas que tienes que ganártelas con el tiempo, con hechos, no con palabras, a ellas no les importa una mierda que tu padre seas una Majid —explica mi abuela mientras entramos al salón de boxeo, tal y como lo imaginé, había mucha gente aquí, todos estaban alrededor del ring gritando y alentando a quienes estaban peleando. Nos acercamos para ver que se trata y me sorprendo al ver a Dylan y a mi padre con los guantes puestos.

—¿Qué mierda? —se queja Bonie a mi lado. Solo veo cómo se mueven de un lado a otro y se lanzan golpes, se miran fijamente a los ojos y no puedo decir que no me asusta la sonrisa maliciosa de papá, porque si lo hace.

Mi padre es muy bueno en esto y Dylan por igual. Papá lo noquea sin ninguna piedad y Dylan se levanta sonriente asintiendo con la cabeza, mi padre le ha ganado a pesar de que es un poco menos alto que él.

—Creo que lo ha dejado ganar por ser visita, pero Dylan bien puede darle una paliza, aunque no negaré que Zack es muy bueno —dice junto a mí una chica de cabello rubio oscuro, de piernas sorprendentemente largas, es mucho más alta que yo.

—Brooke esta lista, dentro de dos o tres horas ella vendrá a practicar, asegúrate de que esto no esté repleto —ordena Bonie.

—Estoy ansiosa por verte con los guantes puestos, espero que seas tan buena como tu padre. —Todos esperan que sea igual o mejor que papá, para ello necesito mucho tiempo, lo que no se sabe no se aprende de la noche a la mañana, aun así, asiento a lo que ella dice, y antes de salir del salón le hago señas a mi padre.

—¿Ya terminaste? —es lo primero que pregunta cuando llega a mi lado.

—Como quisiera, es solo el comienzo —respondo y Bonie desaparece de nuestra vista sin decir nada. Si pensé que el entrenamiento de este día iba a ser duro, cambié de opinión, creo que toda la semana lo será, no se puede dejar fuera el simple hecho de que ingreso a la universidad en pocos meses.




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