Un ángel de linda sonrisa llegó a mi vida, me envolvió con sus alas y me hizo sentir protegida.
Poco a poco se fue ganando mi confianza, ya no tenía miedo de soñar junto a él. Me fui embriagando con el sabor de sus labios como si estos mismos fueran el néctar más exquisito del mundo.
Aquel ángel iba a mi búsqueda todos los días al anochecer, me abrazaba y volábamos juntos por los aires, en ese momento solo podía pensar en lo lindo que sus ojos brillaban cada que él me miraba...
Él nunca decía nada, pero eran sus acciones las que me incitaban a amarlo sin pensar en el daño que me hacía...
Noches en velas y lágrimas derramadas fue lo que él dejó cuando desapareció de mi vida.
Aquél ángel vino a mi prometiendo felicidad plena, al final solo dejó un hueco en mi corazón...