La ciudad se desviste de rutina y ruido, y se tiñe de magia en cada anochecer. En tus ojos, el reflejo del atardecer, un destello cálido que enciende mi ser.
La ciudad, testigo del sol que se desviste, se envuelve en tonos de fuego y dorado, y en sus rincones, el amor persiste, como un faro en el mar, siempre iluminado.
Disociando las penas, la ciudad suspira, y entre sus luces, los sueños se entrelazan, mientras el atardecer la envuelve y la inspira, la magia se despliega y nuestras almas se abrazan.
El atardecer nos envuelve con su magia, te abrazo fuerte, eres mi anhelo y mi abrigo. La ciudad se desvanece en nuestra historia, y en su lugar, solo existe nuestro amor cautivo.
Apesar que cada día esta ciudad llena de bullicio perturben mi mente, estar un día con vos hace disociarme completamente
Al atardecer, mi corazón siente, la paz y la calma que siento al verte.