No niego que de amor no se muere, que el dinero no compra la felicidad,
pero sí que duele y sí que te genera una tranquilidad.
No fuimos un final, no cumplimos las promesas hechas.
Quizá fue por ti, pero no le tomo la importancia, al final.
Las personas cambian, para bien o para mal.
Me siento más feliz que ayer, pues ya no duele más.