Tocar el cielo con las manos es lo que más deseo en estos momentos.
Pero no lo puedo sentir a menos que estés aquí conmigo una vez más, un instante más, un momento más.
¿Qué hago con esto que siento? ¿Cómo lo entierro para que no seas el único el que me lleva ahí?
El que me hace sentir que vuelo tan alto, tanto que, siento al corazón estallar en mil pedazos y volverse a unir en un segundo.
El que hace mi mundo girar y dar tantas vueltas que, cuando vuelvo a tener equilibrio sobre mi cuerpo, este se siente raro sin que estés tú ahí para hacerlo girar de nuevo y volver de esa forma a tocar el cielo con las manos.