Apenas el asistente me dejó sola, decidí teletransportarme a lugares al azar dentro del parque escolar hasta encontrar los cofres. Pero uff, ¡qué grande es este parque-bosque! Solo encontré un cofre y porque estaba a simple vista: 7 puntos. Nada mal, para ir empezando. Pero finalmente resolví que daba igual si me teletransportaba o no, las chances de encontrar cofres eran las mismas y si caminaba no gastaba energía en la teletransportación. Debía guardar la energía de mis poderes en caso de que alguien quisiera atacarme. Pasé los siguientes días así, buscando cofres caminando.
Un día, divisé un cofre en la copa de un árbol. "Bueno, puedo usar mi teletransportación para llegar hasta él" pensé. Y lo intenté. Me teletransporté hasta allá arriba y tomé el cofre, pero la gravedad fue más rápida que yo y comencé a caer, logré teletransportarme antes de impactar pero igual no fui muy precisa y caí de cara al suelo.
—Auch— escuché una voz a mis espaldas— ¿Estás bien?— me levanté rápido. Era Tad, el mejor amigo de Flux ¡qué vergüenza!
—Sí, sí— le respondí— pude frenar el impacto. Descubrí que puede haber cofres arriba de los árboles.
—¡Oh!— exclamó él— No me había fijado arriba, qué observadora. ¿Te importa si buscamos juntos?— me ofreció— Los dos podemos hacernos invisibles en caso de ataque— dijo, bromeando. Sí, era buena idea. Acepté y charlamos muy amenamente mientras buscábamos cofres. Yo tenía 43 puntos y él 38. Desde ese día buscamos juntos.
La compañía de Tad me agradaba, era tranquilo y amable. Hasta que de pronto, como si esa duda lo hubiera estado rondando, me preguntó:
—Wany, ¿tú por qué fuiste a mi habitación la otra noche?— Oh diablos, deseaba que se hubiera olvidado de eso. ¿Le contaba mi humillación de aquél día? "Fui a buscar a Flux porque íbamos a salir pero se había olvidado completamente y prefirió ver una película" hm no, no sonaba nada bien.
—Nada— le dije— pasaba a saludar.
—¡No me mientas!— Uy, se dio cuenta, diablos, nunca fui buena para mentir— Esa noche pasaron muchas cosas extrañas – continuó – , empezando con tu visita— oh, eso me hizo acordar a Flux asustado por el supuesto fantasma y tuve que ahogar una risita, espero que no se haya dado cuenta de eso, pero me seguía mirando inquisidor, oh no, esperaba una respuesta... bueno, ya que:
—Está bien— me rendí— Te lo voy a decir ¡pero no le digas a nadie!— y una vez que Tad me lo hubo jurado, le respondí— Fui a buscar a Flux porque se suponía que esa noche tendríamos una cita— desvié la mirada, ¡qué vergüenza! Seguro me había puesto roja.
—¡Ibas a salir con Flux!— exclamó él— Dios, Flux es un imbécil, ni me lo había contado— Auch, eso dolió— Esa noche fue súper rara, primero tú que nunca habías venido a visitarme, después el fantasma y después Twister. Perdón por preguntarte pero quería entender.
—Sí, está bien, parece que él lo había olvidado, seguro por eso no te lo dijo.— Le respondí, obviando lo que dijo sobre el fantasma, no le iba a preguntar sobre eso, seguro también terminaba descubriéndome, tampoco iba a contarle todo. Tad me miró pensativo y entornando la mirada.
—¿Te gusta Flux?— me preguntó. Yo abrí grandes los ojos, está bien que habíamos ganado confianza estos días pero tampoco para tanto ¿o sí?— No te preocupes— me dijo después— no voy a decirle a nadie.— Ya qué, Tad me daba confianza, asentí levemente:
—Un poco— agregué después, para atenuarlo.
—Te confieso que a mí me gusta Stacey— me dijo después, con una sonrisa de apoyo, como comprendiéndome en mi fracaso amoroso. Le sonreí, Stacey era linda y tierna como ella sola.
—Igual no te preocupes— le comenté— estoy bien, Dafs me consoló esa noche y la pasé bien después de todo.— Dafs se había comportado como un gran amigo, no sé qué hubiera hecho esa noche sin él— Pero ey, Tad, ¿puedo preguntarte algo?— aprovecharía a sacarme esa duda ya que estaba hablando con el mejor amigo de Flux— ¿Flux está bien? Digo, pensé que quizás no está listo para salir con otras personas porque todavía no supera a Katy.
—¡Flux tiene que salir con otras personas!— exclamó él para mi sorpresa— Es lo que siempre le digo, que se olvide de Katy, está un poco dolido pero tiene que superarlo, así que me parece una gran oportunidad que hayas llegado este año a la escuela y que te interese el imbécil de mi amigo— me reí.
—Gracias, Tad, espero que Flux...— de pronto la voz de una chica interrumpió mis palabras:
—¡Hola, chicos!— era Laly— ¿Hablando de amor?