WENDY
—¿Por favor, dime que no te pondrás eso?
—Si, ¿cuál es el problema?
—Todo—señala Sara a través de la pantalla del celular. Hoy es la fiesta en la playa a la que me invitó a ir Chase hoy por la mañana. Claramente no estaba en mis planes concurrir, pero cometí el gran error de comentárselo a Sara cuando hablamos por teléfono y ella no tardó en iniciar una videollamada para casi que obligarme a ir. Nuestra conversación fue algo así:
—¿Quién es ese chico? ¿Cómo se llama? ¿Es lindo? ¿Cómo irás vestida? ¿Me imagino que te pondrás ese hermoso vestido de flores que tienes? ¿Lo guardaste en tu valija no es así?
—No iré—dije interrumpiendo su interrogatorio
—¿Cómo que no iras?—grita—¿que estás diciendo?
—Lo que has oído, no iré.
—Wendy, tú irás
—No, no iré
—Si, irás.
Diez minutos después...
—Ni sueñes que te pondrás esa falda larga, muéstrame esa con flores que estoy viendo allí—señala el lado izquierdo de mi placard.
—Pero es demasiado corta
—Es la idea amiga, vas a una fiesta no a un velorio.
Luego de estar diez minutos diciendo "Tú irás" "No, no iré" una vez tras otra, Sara terminó ganando.
Iré a la fiesta.
Hay dos motivos por los cuales no quería asistir. El primero es porque desde lo sucedido con Nate que no voy a una fiesta –por mas pequeña que sea–y el segundo motivo es porque no salgo con un chico desde también lo que sucedió con Nate.
Pero las palabras de Sara fueron las indicadas, era lo que necesitaba escuchar en este momento:
"Debes dejar el pasado atrás, él ya no podrá hacerte daño. Sé que es difícil, sé todo lo que has tenido que atravesar y superar, pero no puedes seguir escondiéndote dentro de ese apartamento, el propósito de tu viaje era otro, era encontrarte a ti misma, superar tu pasado alejada del lugar y la persona que más daño te causó, y déjame decirte que allí, encerrada entre esas cuatro paredes no lo vas a lograr. Wendy, tú sabes lo que te quiero, eres la hermana que jamás he tenido, te considero de mi familia, creo que incluso mi madre te quiere más a ti que a mi—ríe— pero a lo que voy es, diviértete, disfruta, vive la vida, deja ese miedo atrás que tanto está carcomiendo tu interior. No te estoy pidiendo que te lances al primer chico que se aparezca frente a ti, pero al menos dale una oportunidad, recuerda que no todos son como la escoria de Nate, aún estás a tiempo de encontrar a tu media naranja."
Mis lagrimas se deslizaban como una catarata por mis mejillas, no podía siquiera separar mis labios para responderle a Sara, el simple hecho de intentarlo sus palabras se repetían una y otra vez en mi mente causando que mis lagrimas salieran con más intensidad de la que ya estaban saliendo.
Las únicas palabras que salieron de mi interior fueron "Gracias" si emitía una sola palabra más sobre el tema volvería a llorar, y no quería eso, quería agradecerle, decirle que yo también la consideraba como una hermana, que desde el primer día que la conocí supe que íbamos a ser mucho más que mejores amigas. Ella siempre estuvo allí para abrirme los ojos, para decirme lo que era correcto y lo que no. Para aconsejarme, regañarme, fue mi sustento durante el peor día de toda mi vida, junto con los días, meses y años que le siguieron.
Ella también ha llorado, no lo quiere admitir, odia que la vean llorar en público, incluso yo que la conozco de casi toda la vida y la he visto llorar millones de veces luego de cada ruptura con la decena de novios que ha tenido y novios que no llegaron a ser novios pero ella igual lo denomina así.
Ambas hemos terminado de llorar y nos pusimos en marcha con lo más importante: como iré vestida a la fiesta.
—Esa falda con flores—vuelve a señalar a través de la pantalla—junto con ese top negro—Está vez señala una de las tantas prendas qué hay en el suelo—es lo indicado.
—No lo sé...—digo no muy conforme—yo creo que debería volver a la falda negra
—¿La falda negra larga que me mostraste en un principio?—yo asiento—definitivamente no, tú te pondrás eso y punto final.
Me desvisto y comienzo a colocarme la falda y el top que Sara ha elegido, me observo en el espejo y luego vuelvo frente a la cámara para que Sara pueda verme
—¡Estás hermosa!—chilla. Creo que la han escuchado todos los vecinos del edificio
—Hay demasiada piel al descubierto—digo observando mis piernas y brazos desnudos
—Estás hermosa así, a Chase se le caerán los ojos en cuanto te vea
—Sabes perfectamente que no voy por Chase a la fiesta—ruedo los ojos. Una parte de mi lo cree, la otra parte de mi se está riendo a carcajadas por lo que acabo de decir
—Haré de cuenta que te creo.
Miro mi reloj y marca las 21:50, faltan diez minutos para que Chase me esté esperando en recepción.
Nunca le confirmé si iba o no a asistir a la fiesta, pero aún así el me dejó en claro a la hora que él se iría hacia la playa.
Me termino de colocar mis converse, me coloco un poco de rímel, base, y lápiz labial y aparezco nuevamente frente a la cámara interrumpiendo a Sara que estaba cantando por décima vez la nueva canción de Shawn Mendes.
—Creo que estoy lista—digo tomando mi celular para que ella pueda verme mejor—quiero que sepas que aún considero esto una mala idea
—Tu bien sabes que es mentira, que mueres de ganas de ir a esa fiesta—odio que me conozca tan bien
Voy en busca de las llaves, me termino de beber el vaso de agua que hay sobre la mesa de la cocina y me despido de Sara.
—Deséame suerte... ¿algún consejo?
—Irás a una fiesta no a un examen Wendy.—ruedo los ojos
—Adiós Sara—abro la puerta del apartamento y cuando estoy a punto de finalizar la videollamada Sara se apresura a gritar—¿Quieres un consejo? ¡No te olvides del preservativo!—La mujer del apartamento de enfrente abre la puerta en el mismo momento que grita Sara, nerviosa intento finalizar la llamada para alejarme lo más rápido que puedo de la mujer pero mi celular y las llaves caen al suelo aún bajo la atenta mirada de la anciana.