WENDY
—Necesito todos los detalles—exclama Amber frente a mi
Han transcurrido tres días desde el juego de bingo en casa de Chase, por lo que hace tres días que no se nada de él. También hace tres días me encuentro encerrada en mi apartamento, por un lado, porque no tenía planes interesantes por hacer y por otro lado porque tanto la sala, como la cocina y mi dormitorio era (nuevamente) un desastre, necesitaba una limpieza profunda urgente.
Desde ayer siento la necesidad de hablar con alguien que no sea conmigo misma, pero eso no era una opción hasta hoy de mañana cuando Amber me ha llamado para decirme que ya estaba otra vez en el pueblo. Al parecer las chicas y ella el lunes por la tarde debían ir fuera de la ciudad a un casamiento de una excompañera de instituto, han dicho que sería una ceremonia de tres días, por lo que estarían allí prácticamente tres o cuatro días. Por otro lado, he intentado comunicarme con Sara, pero el buzón de llamadas me ha dado ocupado desde ayer por la tarde. Hoy, antes de la llamada de Sara, avisándome que ya había llegado al Jacksonville estaba a punto de, o llamar a mi madre (algo que no era una buena opción, ya que con la última persona con quien quería hablar sobre esto era con ella) o finalmente decantarme por hablar con Chase y plantarme frente a él, preguntarle que era lo que había sucedido el otro día, como seguiríamos a partir de allí y si algo cambiaría entre nosotros dos.
Vuelvo a insistir, para mi suerte, Amber ha llamado.
—Es que… no sé por donde comenzar —ambas estábamos sentadas frente al muelle tomando un helado, ella había pedido de frambuesa y chocolate, mientras yo elegí obviamente dulce de leche granizado. Tardé aproximadamente diez minutos en poner al día a Amber sobre lo sucedido en casa de Chase, intenté ser lo más detallada posible, necesitaba su ayuda urgentemente, necesitaba saber que es lo que debía hacer a partir de ahora, creo que en esta situación ella es la persona correcta, ambos se conocen desde hace una eternidad ¿no? Así que ella podrá ayudarme a la perfección, o eso espero.
—En principio… solo quiero decir que no es necesario que yo te diga que él siente algo por ti. Eso lo sé desde el primer día que has llegado —la observo confusa
—¿Qué quieres decir?
Piensa un segundo antes de hablar —Quiero confesarte que el día de la fiesta no fue cuando te conocí por primera vez —hace una pausa—es decir, si te veía por primera vez, pero ya había escuchado hablar de ti unos días antes —sigo mirándola confusa
—Quieres decir que... ¿Chase te ha hablado de mí? —ella asiente
—Mira, conozco a Chase mas de lo que conozco la palma de mi mano, sé como piensa, que siente, y cual será su siguiente movimiento ya sea con una chica o con cualquier otra situación o persona. Siempre ha sido una persona transparente, muy fácil de leer e interpretar.
—Pero…
—Pero has llegado tú —casi dejo caer mi helado, no sé cómo interpretar sus palabras —Desde que estas en el pueblo, Chase es otra persona, para bien, no quiero que me mal interpretes, se ha comportado contigo de una forma que jamás lo ha hecho con nadie (a no ser que fuera un familiar o un amigo muy muy cercano) desde que has llegado tú, ya no he podido saber que es lo que piensa, siente, como actuará, ya no sé nada de él. Quizás no debería estar diciéndote esto porque has dicho que tu has llegado aquí con la intención de no salir con nadie, pero… Chase siente algo por ti, algo fuerte, algo que jamás ha sentido con nadie, él… ha sufrido mucho, ha tenido una vida complicada, quizás es por eso que todos estos años ha actuado de esa manera, sin importarle lo que los demás piensen de él, sin importarle si estará con una chica o dos en la misma semana, no le importaba absolutamente nada, vivía por y para su abuela únicamente, muchas veces lo he visto desde la ventana de mi habitación caminar a altas horas de la noche por las desoladas calles del pueblo, incluso ha estado varios días sin salir de su apartamento, sin contestar a mis llamadas, sin ir a los entrenamientos —hace una pausa—pero desde que has llegado tu… las cosas han cambiado, él ha cambiado, lo veo mas alegre, más entusiasmado, incluso podría decir que…—dudó antes de volver a hablar —que lo veo con más ganas de vivir…
—Yo… no sé qué decir —se suponía que esta charla me aclararía las ideas, pero la verdad es que he quedado mas confundida que en un principio.
—Sé que para ti no es fácil decirlo, menos en una situación como la que me has contado que te encuentras —hace unas semanas atrás les he confesado a las chicas parte de mi historia: que es lo que ha sucedido en Portland, y el verdadero motivo por el que estoy aquí, no solo para centrarme en mí y en mi vida, sino porque… la verdad es que estoy huyendo. Huyendo de Nate. —Pero… tú, ¿Qué es lo que sientes? —la miro perpleja, sabía que esa pregunta en cualquier momento llegaría
—Yo… no lo sé —y era la verdad —Lo del otro día fue algo que jamás me había sucedido, lo que siento cuando estoy con Chase jamás lo había sentido con alguien en mi vida, me siento bien, me siento protegida, que puedo confiar en él, así como él puede confiar en mí, siento que nos conocemos de toda la vida, a pesar de que estoy aquí hace un mes. Si tu pregunta es si lo quiero, la verdad es que no lo sé, creo que es muy pronto para saberlo, así como es muy pronto para saber si quiero estar en una relación con alguien, pero… me quedan tan solo dos meses aquí, no quiero comenzar a sentir algo justo ahora, justo cuando sé que luego me iré y quizás no lo vuelva a volver a ver nunca más.
—No digas eso, tu siempre serás alguien muy importante para nosotros, Margot, Liz y yo ya te sentimos como parte de nuestra familia, incluso algunos de los chicos a pesar de que no lo dicen también sienten lo mismo. Tú te quedes o te vayas dentro de dos meses, las cosas no cambiarán —le ofrecí una media sonrisa y le di un apretón a su mano que se encontraba en mi rodilla, ambas estuvimos unos segundos en silencio