Me sobresalte al escuchar el ronquido en mi oreja. Refregué mis dos ojos y me percaté de lo que había sucedido.
Mire a Matt con el ceño fruncido estaba en una mala posición durmiendo, gire mi cabeza y mire hacia la ventanita aun no amanecía.
— No… no quiero… déjame —balbuceaba el aun con los ojos cerrados— no puedo… no puedo…
Y fue cuando note que estaba respirando mal.
— No… por favor —y fue cuando empezó a sollozar.
<< Está teniendo una pesadilla >>
— Mama… ¡mama! —y abrió sus ojos.
Me acerque a él sin decir una palabra.
— Déjame… ¡Aléjate Summer! —exclamo el molesto.
Y limpio sus lágrimas bruscamente, se puso de pie y se acercó a la puerta intentando abrirla.
Me pare detrás de él, al parecer no era la primera vez que le sucedía algo así, pose mi mano en su brazo y apoye mi cabeza sobre su espalda.
No sabía si lo que iba a hacer estaba bien probablemente me apartaría pero no me importaba y solo sentía que debía ayudarlo.
Tome aire y pase mis brazos alrededor de él.
— Quiero salir de aquí —dijo con fastidio.
— Estoy aquí contigo —dije abrazándolo con todas mis fuerzas.
Él estaba sollozando pensé que intentaría librarse de mi agarre pero fue todo lo contrario se giró quedando frente a mí.
— No… —lo interrumpí antes que siguiera hablando.
— Sh no me importa estoy aquí contigo —el intentaba contener el llanto pero no podía.
Lo tome de su cabeza y lo acerque a mí, su rostro se escondió en mi cuello.
Y las ganas de llorar en mi aparecieron. ¿Qué estaba pasando? Era la situación tan estresante por la que estábamos pasando o eran los recuerdos y heridas del pasado que no estaban sanadas.
Apoye mi cabeza en su hombro sentía su dolor como si fuera mi propio dolor.
Me estaba lastimando viendo asi destrozado y la impotencia de no poder sanar ese dolor.
Unas lágrimas se escaparon de mis ojos.
Los cambios habían sido tantos y los meses habían pasado más rápido de lo que pude imaginar.
Nos quedamos así por unos segundos que se hicieron minutos. Solo era el silencio, el se apartó de mi y sabía que no iba a querer mirarme a la cara.
Le dejé su espacio y volví a sentarme en el suelo apoyando mi espalda contra la pared.
Él se sentó a mi lado y yo lo mire, no esperaba que dijese algo solo quería mirarlo. Como si observando iba a descubrir lo que pasaba por su mente.
Cerré mis ojos y volví a sumergirme en mis sueños.
(…)
Un rayo de sol daba justo sobre mis ojos.
— Oye levántate —y seguido de eso sentí uno empujones.
— No quiero —respondí acomodándome de nuevo.
— Oh eres molesta… pronto llegara el conserje y nos vera aquí —dijo el con voz ronca.
Abrí mis ojos y lo miré, tenía su pelo todo alborotado. Y mire sobre mis hombros tenía puesta un abrigo que no era mío pero el olor a perfume de hombre se sentía.
Me coloque bien la campera y lo mire, era ese trance que siempre pasaba a la hora de despertar.
— ¡Vamos despiértate! —exclamo el asustándome.
— ¡Oye que pasa contigo! —me puse de pie mirándolo con el ceño fruncido.
Él estaba parado enfrente mío con el ceño fruncido.
— ¡Ah! —exclame al sentir que algo se metió en mi ojo.
Empecé a refregar mi ojo pero seguía sintiendo la molestia.
— ¡Arde! —dije al no poder aliviar.
— Eres tonta déjame ver —el tomo mi rostro— ¿Qué tienes? Creo que tienes una pestaña.
— Sácala me molesta —dije intentando refregarme.
— ¡Quédate quieta! —se quejó el frunciendo el ceño.
Con cuidado paso uno de sus dedos, lo mire se veía gracioso todo concentrado.
— ¡Listo! —dijo el a lo que yo parpadee.
La puerta se abrió de repente y un tipo con bigotes estaba enfrente nuestro junto a un chico con lentes y de baja estatura.
— Oh dios mi por un momento pensé que estaban teniendo sexo —comento el chico acomodándose los lentes.
— ¿No tienen otro sitio para hacer sus cosas? —comento el sujeto que estaba vestido de conserje.
Me pare al lado de Matt que fruncia el ceño. Y mire mi reloj de mano.
— Debemos irnos —dije mirando a Matthew.
— No estábamos tenien… —lo interrumpí para salir del cuarto del conserje.
— Lo sentimos nos quedamos encerrados —dije mirando al hombre que parecía no hacerse demasiado problema.
Pero el que si parecía interesado era el chico de lentes.
— Vamos —dijo Matt avanzando.
Ya habían personas en el edificio y gente por los pasillos. Algunas miradas sobre nosotros.
<< ¿Nos veíamos mal? >>
Quizás dormir en el suelo no dejaba buena impresión.
Mis ojos se acostumbraron a la luz y apuramos el paso hasta llegar a la casa.
Al entrar todos estaban en la cocina, entramos y solo pude ver a Valerie acercarse hacia mi.
— ¡Oh! Nos tenían muy preocupados —dijo ella mirándome a mi y luego a Matt.
Tessa apareció y lo abrazo, con mucho sentimiento.
Detrás de Valerie vi a Nathan que estaba con el ceño fruncido.
— Pensamos que habían ido a tener sexo por ahí —comento Philip con gracia.
Algo que a mí no me resulto para nada gracioso.
— No digas eso fue todo lo contrario pensamos que había ocurrido lo mismo que Malorie y Mauris —dijo Izan cruzándose de brazos.
— ¿Entonces donde estuvieron toda la noche? —pregunto Lauren.
Mire a Matt que solo parecía querer ir a su cuarto. Voltee a mirarlos y Nathan se alejó para subir las escaleras.
No dude en seguirlo. ¿Qué podría haber sucedido? ¿Tan preocupados habían estado?
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Editado: 15.11.2021