Especiales 10

La fuerza de un enamorado: ¡Vamos a dar una vuelta!

Ya hacia un tiempo en que había logrado una gran hazaña como la de haberse terminado confesando a Elva y llegar a ser ahora novios, pero Lui aún no tenía ni la menor idea de cómo poder ser un buen novio para Elva, este gran delirio entre que es lo que sigue ahora se podía sentir como un gran obstáculo. En ocasiones se sentía sumamente feliz al sólo pensar en que ahora estaba junto a esa persona tan especial y podía decirse que sólo se podía notar lo tonto que podía parecer.

 

Como si no fuera poco, esto se podía notar en este momento en que quedaron en salir a ver como se encontraba todo en el parque central, aunque apenas era mayo y en el calendario no se podía encontrar nada tan destacable, en realidad se está celebrando los 500 años de Quetzaltenango, y el día de hoy fue declarado como un día de descanso para todos los institutos y escuelas, así que se podía decir que era el mejor escenario.

 

No habrían salido si no fuera porque lograron convencer a sus papás que regresarían pronto y no llegarían pasado las seis de la tarde de regreso a casa. Siendo ya las doce de la tarde, Lui se encontraba ya listo, si fuera a mencionar algo en este punto es que se encontraba con una playera completamente blanca, en realidad fue un delirio encontrar la ropa para ponerse ese día, ya que todo le parecía ser que no encajaba en lo más mínimo, su pantalón era uno simple de lona color azul sin tener nada a la moda como estar rasgado, ser pachuco o llevar algún estampado entre otros, en realidad le quedaba un poco holgado pero no al extremo de verse demasiado. Su zapato que lleva al instituto era el que se puso y lustro diligentemente, su peinado, que parecía que no quedaba bien por más que pasara el peine, al fin había quedado fijado. Lo que si no se echó fue gelatina ya que no le gustaba la sensación que daba.

 

Al salir, se dirigió hacia la parada de bus ya que Elva le dijo que se verían haya en el parque, por lo que no tendría que esperarla o ir a recogerla, esto lo hacía sentir un poco triste al no poder bajar junto a ella, así que pensaba

Lui – ahhh, Dios, como desearía que pudiéramos bajar juntos los dos, así podría estar mucho más tiempo con ella o… –

Una idea descabellada se le paso por la mente de Lui

Lui – ¿A… acaso será que ella no quiere que nos vean juntos en el Barrio? Y es por eso que hasta en el parque nos veremos –

Esto fue como un shock para Lui, del cual despertó al escuchar la bocina del bus que ya venía. Lui, alzando la mano, hizo una seña para que el bus parara. Al subir al bus se dirigió hasta atrás y a pesar de que había asientos vacios se dirigió hacia la parte de atrás y quedo parado junto a la ventana.

 

Si alguien lo viera y tratara de describirlo, sólo podría mencionar que miraba a un adolescente que se apoyaba del respaldo del sillón y que miraba por la ventana sin decir nada, posiblemente este sumergido en sus pensamientos, pero que se puede ver un poco tonto al ser que podía tomar asiento en lugar de irse parado.  

 

El bus arranco y continuó su ruta. La música que se escuchaba en el bus parecía crear una atmosfera que le hacía sentir que todo podía ir mejor si se lo proponía, le hacía querer decir que era alguien muy afortunado por tener una gran novia, por supuesto que las canciones que estaban pasando eran románticas o del recuerdo, pero la mezcla que tenía en los pedidos de aquella emisora era tan buena que los cambios de ánimos podía surgir en cualquier momento para cualquier persona desde estar triste, enamorado, o simplemente contemplando mientras reflexionaba, sin ser estos cambios tan abruptos.

 

El bus a llegar a una de sus paradas, Lui se es encontraba completamente distraído sumergido en sus pensamientos, pero fue sacado de en sí al sentir una cálida mano que le toco y un dulce tono de voz que le decía “Hola”. Con un salto de sorpresa, Lui giro instintivamente su mirada hacia esa persona sólo para descubrir que no era nada más ni nada menos que Elva. Ella se encontraba ahí frente a él y con una gran sonrisa.

 

Lui no podía articular palabra alguna para tratar de regresar el saludo, era más, al parecer se había vuelto en un completo tartamudo al ser que se quedó diciendo “Ho… Ho…” sin siquiera terminar la frase. Elva, quien se rio de esta forma de reaccionar de Lui, se dirigió a su costado de él mientras pensaba:

Elva – Que lindo –

Lui – Noooo… ¿Qué es lo que estoy haciendo?

Inclinó levemente su cabeza en dirección a Lui

Elva – Jajjaja, de verdad, no puedo creer que podamos estar aquí los dos juntos. Aunque es cierto que le dije que nos encontráramos hasta allá en el parque central, pero eso era porque no tenía ni la menor idea de que hacer si lo veía. Era necesario conseguir tiempo para preparar mi corazón, ayyyay… de verdad, me lo pase todo el día de ayer tratando de conseguir verme lo mejor posible, pero… creo que no lo noto –

Lui – De… ddddde verdad Elva se mira muy hermosa, muuuuyyy linnndaaa el día de hoy que no sé ni siquiera hacia donde ver, se hizo una cola, creo que le dicen cola de caballo o algo así, soy muy malo con esto, pero no puedo creer que se haya recogido su cabello, aunque no sea tan evidente, parece que se echó algo en los labios, ¿Acaso ese es el famoso lápiz labial? Pero por alguna razón no es tan fuerte el color y es algo pálido, sin embargo, hace que se vea tannnn… no sé ni cómo poder describirlo, pero me dan ganas de poder besarla. Pero no estoy seguro que ella quiera, noooo, porque rayos soy tan pero tan… quiero abrazarla con todas mis fuerzas, además –



#4500 en Otros

En el texto hay: una cita en pareja

Editado: 27.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.