Espera, ¡este es el Final! [libro #2]

Déjame.

Capítulo 19

Mi sonrisa no se despegaba de mi rostro, estaba realmente feliz y era una sensación que quería seguir sintiendo.

Entró con sigilo, cerrando lentamente la puerta principal de mi casa al igual que la de mi habitación.

— ¡Hola mi pequeña Zorra! — susurran detrás de mí.

Mi cuerpo queda pegado en la puerta con el corazón a mil.

— ¡Camyl! — logró articular por el susto de la maldita.

La sonrisa reluce en su rostro que se convierte en una pequeña carcajada.

— ¿Dónde estabas? — dijo después de varios segundos de risas.

Ruedo los ojos pensando en todo lo que hice con Ian, luego de confesarnos las cosas calentaron un poco al tal punto de no lograr parar, pero debía hacerlo hay algo que quiero hablar con Ian antes de dar ese paso con él y que además no me ha pedido ser su novia.

Así que nos detuvimos, hubieron muchos besos pero no surgió nada más, pasamos horas nadando, luego en su cabaña que no era ni lo pequeña como logré ver si no una muy amplia y con grandes camas.

— Salimos a nadar - dije sonrojada.

Camyl lo notó y su cuerpo invadió mi espacio personal.

— Cabello mojado - soltó admirándome — ropa semi húmeda con algunos toques de suciedad — su nariz olfateó mi cuerpo — aroma a hombre... mmm... Hueles a vergüenza.

El rostro de Camyl se sorprende tapándose la boca con su mano derecha para luego decir — Tuviste sexo... mi pequeña zorra.

Da brincos por toda la habitación susurrando esas palabras.

— No lo hicimos.

Ella paró y me observó — Mi olfato jamás miente.

— Esta vez sí lo hizo.

Quitó todas las prendas de mi cuerpo encontrando una pijama en mi armario a lo que Camyl sigue brincando y diciendo que tuve sexo con Ian.

— Por cierto - dijo atrayendo mi atención — si no lo hiciste me sentiré muy ofendida.

— ¿Por qué? — la miré confundida.

— Esconder información a tus padres y cenar con tu familia... eso merecía un cogida de tu parte para que valiera la pena.

Me quedé boquiabierta mirando su temple tan tranquilo luego de soltar eso. Le pedí que me cubriera con mis padres sabía que iba a pasar todo el día con Ian, y aún ellos no sabían nada ni que es cuñado de Ashton y si lo supieran... no, no quiero que eso pase.

— ¡Camyl, por favor! - digo con los cachetes encendidos.

— Ay... Por favor Jules, deja de un lado la Jules mojigata y deja salir a la Jules perversa que es mi mejor amiga.

Me tiró a la cama y ella sigue de pié mirándome.

— Esa Jules está dormida y aún no va salir.

— Dale tres cervezas y pronto la veremos de nuevo.

Pongo los ojos en blancos.

— ¿Entonces? — murmuró Camyl.

— ¿Entonces qué?

Ella suelta un suspiro — ¿No hubo Setzo?

— No Camyl, No hubo Setzo.

La decepción se veía en sus ojos y su cuerpo cae sobre el mío.

— Hice una cena con tus padres que incluía a tu abuela y hermano — murmuró cerca de mi rostro. — sabes que tu hermano me dijo que quería tener bebés conmigo...

No puede aguantar la cargada que salió después de eso, Gabriel tiene mi sangre ese niño era muy peculiar.

— No te rías Jules — su cadera se acomodo en mi cintura y los huesos de Camyl pesaban — fue demasiado incómodo después de eso, tu padre se ahogó, tu abuela no paraba de reír y tu mamá no aguantó la vergüenza... y me estás diciendo que no tuvieron setzo, todo lo hice por nada.

La indignación de sus palabras era algo que me causaba confusión que habrá hecho para que esté tan decidida en querer que pase algo con Ian.

— Camyl, por dios es un niño que prácticamente su educación se basa en Telenovelas y programas de investigación.

— De cinco años.

— Prácticamente tiene 6... — la tomó de la cintura — ahora bájate que no respiró.

Me detuve cuando Camyl empezó a reír como una loca, y a está que le da.

Síndrome de locura penetral.

Su cuerpo aún se mantenía sobre el mío, pero está vez optó por sentarse y su gran trasero quedó en mi pelvis.

— Eso no fue lo único gracioso que pasó hoy — aún reía como maniática.

— ¿Qué pasó Camyl — reí por su risa contagiosa.

— Es que es demasiado gracioso — volvió a decir con risas

La detuvo un momento — Algo pasó en la casa de Taylor.. fue muy gracioso.

Mi ojos se entrecierran y solo rezo que no haya matado a la prima o a Verónica o algo mucho peor, golpeado a Ashton hasta dejarlo deforme.

— Camyl puedes decírmelo para también reírme.

— Bueno - pauso sin reírse — es que es muy graciosos - volvió a reír.

Reí con ella otra vez, a veces ponía olvidar lo loca que podía ser Camyl un poco más que yo.

— Pues dímelo ya mujer, que quiero saber ya.

— Es que es muy gracioso Jules, y te aseguro que morirás de la risa, pero no me mates.

Me paré confundida quedando sentada sobre mi cama, y ella aún se mantenía sobre mis piernas.

— ¿Que mierdas hiciste Camyl? — solté con brusquedad.

Los ojos de ella voltearon mi mirada.

Trago grueso antes de hablar.

— Ashton te vio con Ian que se estaban succionando toda la saliva que tenían en su boca, se enojó tanto que Verónica se dio cuenta... — ella tomó una pausa — bueno, técnicamente fue mi culpa que lo dije sin pensarlo, pero es por la maldita de Verónica que ella se devolvió y me escuchó y pum...

— ¡Qué¡

Me sobresalte poniéndome de pies, el cuerpo de Camyl quedó de culo en el sueño y la verdad no me importó el dolor que estaba sintiendo.

— Dime que carajos paso... — Miro a Camyl que se estaba sobando. — y no me digas que es gracioso.

— Pues la verdad si es un poco — dijo ella.

Abrí mi boca en señal de sorpresa.

— CAMYL... dime que fue ese ¡PUM!

Su cuerpo se puso de pie con tensión alejándose de mí.

— Como dije Jules, la muy estúpida de Verónica entró cuando yo le estaba explicando a Taylor sobre lo sucedido con Ashton.



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En el texto hay: humor, recuentro de amor, risa y comedia

Editado: 28.09.2020

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