Capítulo 6

Narrador: ????

—¿Dónde estabas? —la mujer rubia preguntó, su voz irradiaba preocupación combinada a enojo.

—Fui a visitar a mi amada.

—Te meterás en problema y arrojaras el plan a la mierda—no entendía como él pudo ser tan imprudente.

—Solo cállate mujer, no lo entenderías.

—Solo te estoy advirtiendo, no la vas a poder tener si te apresuras y haces visitas que son innecesarias.

—Debes saber que no puedo dejar de pensar que esta con él, con ese perro pulgoso—se pasó las manos por su rostro—, él tuvo la suerte de encontrarla primero ese día—negó con la cabeza—, solo debí haber sido mas rápido.

—Faltan pocos días y tu plan saldrá a la perfección.

—Nadie va a arruinarlo, debemos ser cuidados no quiero que ella sea lastimada en el proceso. 

6 de octubre de 2098

No le había contado lo sucedido a Lukyan en el huerto porque no había surgido la ocasión, él estaba muy concentrado en el trabajo y en la ceremonia que no nos habíamos visto mucho. La ceremonia iba a ser preciosa invité a mi amiga y a Rosalía, eran las únicas personas que conocía, Lukyan por su parte invitó a sus amigos más íntimos. El lugar en donde se celebraría quedó muy bien decorado y yo ayudé en los últimos retoques, me alegraba poder darle mi toque.

Rosalía llegó esta mañana con el vestido y una caja que estaba en mi cama esperando ser abierta. Debo admitir que lo había hecho muy rápido y ella me aclaró que ser mitad bruja ayudaba en estos casos de diseños apresurados, pero que trataba de no usar la magia.

Al abrir la caja de color rosa pastel, me encontré unas hermosas joyas que sabía que por sus delicados detalles y que estaban conformados por diferentes piedras preciosas de variados tamaños, valían un montón de dinero.

Que no se me ocurra perder ninguna joya el día de hoy.

Al abrir el estuche en donde estaba el vestido me quede impresionada con lo hermoso que era, los detalles bordados que se encontraban en todo el vestido me encantaba, además tenía un aire de sensualidad, pero no de forma que me hiciera ver vulgar. Era algo que nunca imaginé que usaría y que me hace sentir especial y linda, esperaba que Lukyan le gustara tanto como a mí. 

Tomé un baño para poder relajarme la ceremonia era dentro de cuatro horas, debo admitir que los nervios están siempre presentes. Decidí que no quería que alguien me ayudara a vestirme, sabía que por mi cuenta podría maquillarme y peinarme, estar rodeada de gente me haría sentir más ansiosa y nerviosa.

Lukyan me esperaría en el salón, algo que le pedí que hiciera, él al principio se negó, pero luego de una larga insistencia de mi parte accedió. Esperé en la entrada de la casa hasta que llegó el auto. Los nervios eran cada vez mas notorios.

... 

La ceremonia empezaba dentro de veinte minutos estaba en una de las habitaciones del establecimiento había aprovechado el momento para darme algunos retoques en el maquillaje y esperaba que llegara Lukyan.

—Aquí está la mujer más hermosa que he visto en mi vida—reconocería esa voz en cualquier lugar del mundo—, estás Bellísima Ady. Esperé demasiado por ti.

—Hola—saludé de forma tímida—, estás guapísimo—admití.

—Gracias—dio una vuelta para que pudiera ver su traje negro que combinaba con mi vestido, era algo clásico.

— Lindo trasero, cariño—reí cuando su cara me mostró una pequeña mueca, había sido demasiado graciosa, estaba un poco sorprendido por mis palabras.

El frenó su demostración —. ¿me llamaste cariño?

Mis labios se secaron, mis palabras habían salido sin pensar—. Sí.

—Me encanta que me llames de esa forma—su mano se ubicó suavemente en mi cadera, lo miré a los ojos era un poco mas alto que yo.

—A mí también me gusta llamarte de esa manera—reconocí.

Al mirar su cara me encontré con una bella sonrisa, luego sacó su mano de mi cadera y con señas me pidió que me diera vuelta.

—Tengo una sorpresa para ti.

Sentí algo frío que tocaba mi piel.

—Este collar pertenece a la familia—su aliento golpea mi cuello, estaba un poco cerca de mí—, es un regalo de mi parte, la piedra roja del centro representa a la manada y las piedras chicas a su alrededor representan el poder que tenemos.

—Es hermoso, ¿crees que es correcto que yo lo tenga? —pregunté de forma dudosa.

—Como futura Luna de esta manada—habló orgulloso—, te aseguro que sí y no puedes rechazarlo agregue algunos detalles y encantamientos para protegerte.

Mi expresión en este momento era de curiosidad—. ¿protegerme?