Este capítulo va dedicado especialmente a Mari, gracias por tu apoyo nena.
Voy conduciendo a toda velocidad la patrulla, hay un reporte de violencia doméstica. En cuanto estaciono la patrulla a lado de la casa que me indicó la radio operadora, Aleja se baja caminando hacia la puerta mientras que yo también me acerco y tocamos la puerta diciendo que somos la policia.
Escuchamos un fuerte ruido y rápido comienzo a patear la puerta y después de dos patadas se abre, ambos caminamos hacia adentro apuntando con nuestras armas, escuchamos un ruido por las escaleras y comenzamos a subir. El silencio se interrumpen por gritos que provienen de una habitación y al abrir la puerta encontramos a un chico sin playera encima de una chica con las piernas descubiertas desesperada por quitárselo de encima.
- POLICIA, PONGA LAS MANOS DONDE PUEDA VERLAS. Grito.
El chico comienza a levantar las manos y se pone de pie.
- Date la vuelta. Digo.
camino hacia el apuntándolo con el arma y ya una vez estando trincado en la pared lo esposo, mientras que Aleja va con la chica que está en la cama llorando y temblando de miedo.
- Suéltame, ella es mía, es mi esposa. Dice el chico.
- Tienes derecho a guardar silencio, todo lo que digas será usado en tu contra.
Ya esposado lo encamino hacia abajo para meterlo a la patrulla.
- Nos vamos a encontrar maldito. Escucho que dice el chico a mis espaldas y no hago cazo.
Camino hacia adentro de la casa y veo a Aleja bajar las escaleras con la chica ya vestida mientras que le hace preguntas de rutina y las anota en la libreta que tiene.
- Va a ir a poner la denuncia.
- Ok, ya llamo otra patrulla para que te lleve al Ministerio Público. Tomo mi radio que tengo en el pecho.
- Solicitado una 14 (una unidad) , para 55 (víctima) .
- 53(enterado). Responde la operadora de la radio.
- El 57 (victimario) ya está en 13(detenido).
- 53 ébano ( enterado P.M).
En unos minutos llega la otra patrulla que trasladará a la joven afectada.
Aleja y yo nos subimos a nuestra patrulla con el detenido y nos vamos al M. P.
Llegando hacemos el papeleo sobre la detención y horas más tarde salimos del M. P. y nos vamos a nuestra patrulla para seguir con nuestros labores.
Ambos ya tenemos hambre a si que decidimos ir a una cafetería a cenar, comando nos ha dado 1 hora de permiso.
- Tráigame un café americano y una hamburguesa con queso. Dice Aleja a la mesera.
- A mi tráigame un capuchino y una pizza chica de salami a y dos rebanadas de bizcochó. Le entrego la carta y se retira la mesera.
- Hoy estuvo tranquilo el día. Dice Aleja.
- Pues, más o menos yo lo sentí aburrido por todo el papeleo que hicimos.
- Y que me dices de Valeria por qué no le has hablado.
- La verdad es que no tengo ganas de hablarle.
- Y eso?
- Ayer me hizo enojar, ella fue a depositar al banco pero cuando regreso se puso a platicar con el vecino en lugar de entrar a saludarme.
- A con que te gusta que te obedezcan.
- Es mi esposa debe de hacerlo, no soporto verla con ese tipo.
- Si estuvieras conmigo no pasarías por tonterías como esas.
- Ja.
- Que?, a poco me vas a decir que no me deseas. Dice Aleja.
Por más que trato de alejarme de ella no puedo, tiene razón, la deseo.
Terminamos de comer y nos vamos a la patrulla.
- Todavía nos queda 20 minutos, ándale vamos a mi depa.
Dice Aleja mientras me acaricia la pierna.
- No Aleja, ya sabes que no.
- Ya paso bastante tiempo desde que fuiste por ese tonto pez, no he sentido tus labios, dice acercándose a mi rostro.
- Bueno, pues… Aleja si más comienza a besarme.
Trato de parar pero me vuelve loco tan solo estar cerca de ella.
- A… Aleja. Digo con la respiración entre cortada.
- Dime. Dice devorando mis labios.
- Por favor… ya, para. Digo y la retiro de mi rostro. Siento mi rostro arder.
- Uff eso fue intenso. Dice desabrochando su guerrera dejando al descubierto su pecho solo con su bra y su camisa.
- Solo, sigamos patrullando. Digo mientras me acomodo en mi lugar y me abrocho el cinturón.
Pasamos casi toda la noche patrullando y como a las 3 de la madrugada nos dormimos en nuestro lugar hasta el otro día.
Narrado por Aleja:
Estoy en mi depa tomando una ducha, el agua recorre mi cuerpo mientras que coloco shampoo sobre mi cabello. Después de unos minutos salgo de la regadera y comienzo a secar todo mi cuerpo. Escucho que a lo lejos comienza a soñar mi teléfono. Corro hacia mi cama donde está y veo que es Leo llamando y contesto.
- Bueno?.
No escucho ninguna respuesta solo un montón de ruido. Pongo mi teléfono en altavoz para escuchar mejor.
- Hola?. Digo y tampoco responde.
Estoy a punto de colgar cuando escucho muy a lo lejos la voz de Leo.
- Tienes que respetarme. Escucho muy retirado del micrófono y al parecer Leo está borracho.
- Yo te respeto pero no puedes venir así de tomado y tratarme mal.
- Yo te trato como quiero.
- Por favor, suéltame me lastimas.
- Solo mírate al espejo, tu crees que con maquillaje y con vestidos cortos vas a atraer hombres.
- Que te pasa, por que dices eso. Escucho que esa tonta empieza a llorar y una sonrisa se forma en mi rostro.
- Tu eres mía Valeria. La sonrisa se me desvanece.
- Acuéstate ya es tarde mañana hablamos. Dice esa.
- Tengo que hacer algo.
- Espera a donde vas, no puedes conducir así.
Escucho un ruido fuerte y en seguida el motor de su moto.
Rápido cuelgo la llamada y termino de secarme.
Estoy segura que vendrá para acá y si no es así yo me encargo de que así sea.
Voy hacia el tocador y comienzo a secarme el cabello y a maquillarme un poco. Alisto la cama que está hecha un desastre y toda la ropa que tengo tirada por la habitación la comienzo a levantar y a guardarla en el closed con todo y mis zapatos y medias y ropa interior.
Voy hacia mis gavetas y me pongo encaje negro junto con un bra igual de encaje, que hacen juego.
Mis labios los pinto de rojo y me pongo perfume en todo el cuerpo. Estoy rociando colonia en mi cama cuando escucho soñar el timbre.
Corro descalza hacia la puerta y veo que es Leo. Abro la puerta y al verme se abalanza hacia mi.
Me levanta mientras rodeo mis piernas en su cadera y con mi mano cierro la puerta.
- Te estaba esperando. Digo con una sonrisa en el rostro.
- Te deseo. dice con su voz ronca y con su aliento a alcohol.
Comienzo a besarlo sin frenesí mientras nos dirigimos a mi habitación. Al entrar desabrocha mi bra y comienza a besar mis pechos desnudos y me trinca contra la pared.
Mis gemidos se comienzan a escuchar y comienzo a quitarle la camisa. El me retira de la pared y me lleva hasta la cama, me siento a la orilla y comienzo a desabrochar su bragueta y ya teniéndolo solo con bóxer comienzo a acariciar su miembro erect0, escucho su respiración fuerte haciendo que su cabeza se hecha hacia atrás.
- Ha, Valeria. Escucho que pronuncia. Mi cejo se frunce de enojo.
- Que te pasa?. Digo molesta me levanto y le doy una bofetada.
El todo mareado trata de mirarme a los ojos. Mientras se agarra la frente.
- Que m!erda?, que hago aquí?. Dice confundido.
- Lo veo molesta.
- Tu me trajiste aquí?. Dice confundido.
Tomo su mano y lo encamino al baño. Agarro el vaso que tengo hay, lo lleno de agua fría y se lo aviento en la cara.
- Que te pasa. Dice.
- Reacciona maldita sea, me dijiste Valeria. Digo furiosa.
- Valeria?. Dice refregando sus ojos.
- Si Valeria. Digo con los brazos cruzados.
- Mi niña. Dice mas consciente, su mirada caen en mis pechos y se agigantan.
- De lo que te perdiste. Digo molesta y voy hacia mi closed a sacar una bata negra y me la pongo.
- Tengo que irme. Dice caminando rápido a la salida.
- Si mejor vete, se me quitaron las ganas de c0jer contigo.
Leo detiene sus pasos en seco y voltea a verme, tiene la mirada totalmente confundida. Y sin más cierra la puerta.
Uff que me está pasando?. Leo no solo me gusta, mi pu+a cabeza no deja de pensar en el. Más que me molestara que pronunciara a Valeria, me dolió. Antes no me hubiera importado que dijera el nombre de esa, pero ahora si dolió.
Voy a la cocina y me sirvo un vaso de whisky…
Voy a centrarme en el sofá. Tengo que hacer algo para separar a Leonardo de esa tipa gorda.
Narrado por Leonardo…