Este capítulo va dedicado especialmente para Melania Toaza M. Gracias por tu apoyo :)❤️
Voy abriendo los ojos, rayos de luz invaden mi vista, veo alrededor de mi y al moverme siento la suave piel de la chica que está a lado mío.
Veo a Valeria plácidamente dormida, ayer al hacerle el amor se quedó dormida desnuda. Su cuerpo está cubierto solo por la sabana blanca, la chica me vuelve loco, la chica que me hace perder la maldita cabeza es mi esposa. Estando aquí me recuerda la primera vez que nos vimos.
Me acerco hacia ella y le doy un beso en la frente, me levanto de la cama, me dirijo hacia el baño y me doy una ducha, el agua fría recorre mi cuerpo comienzo a enjabonarme y después me desaguó el cuerpo.
Después de un rato voy a cercarme y salgo del baño buscando mi ropa que está en la maleta, al subir la mirada veo a Valeria con la mirada en mi teléfono.
- Que haces?. Digo preocupado por que puede ver los whats que me ha mandado Aleja y en mi galería tengo también sus fotos que me ha mandado desnuda.
Ella levanta la mirada y me ve.
- Ha, lo siento tu madre te envío un mensaje diciendo que nos espera a todos para desayunar a las 8:30 am.
Siento como mi alma regresa a mi cuerpo. Camino enojado hacia ella y le arrebató mi teléfono.
- Te pido por favor que no vuelvas a tomar mi teléfono. Digo enojado.
- Yo… yo solo, mm lo siento. Dice algo triste.
- Ya solo cámbiate, ponte algo que cubra tu cuerpo.
- Esta bien. Dice, se levanta de la cama y se va al baño a tomar una ducha.
Comienzo a vestirme y ya estando listo me siento en la cama y reviso mi teléfono, abro mi WhatsApp y entro a la conversación de Aleja decido archivarlo y en cuanto mi teléfono le pongo mi huella para desbloquearlo.
Ya más tranquilo me coloco los tenis y voy hacia el baño donde está Valeria. Veo que ya se está quitando la espuma del cuerpo.
- Ya casi terminas. Valeria da un pequeño salto.
- Si ya casi. Comienza a cerrar la llave de agua, toma la toalla que dejo colgada, comienza a secarse y se la enrolla en el cuerpo mientras sale de la regadera.
- Lo siento nena.
- Tranquilo, no debí revisar tu teléfono.
- Lo revisaste?. Digo preocupado.
- Bueno solo el mensaje de tu madre.
- Ha. Digo con alivio.
Ella me ve extraño y se comienza a cepillar los dientes.
- Ya hoy nos vamos a las 3 de la tarde.
- Si lo sé, extrañare a mis padres. Dice melancólica.
- Igual yo. Digo.
Valeria se termina de cepillar los dientes y secarse el cabello y va a cambiarse yo por mi parte me voy al espejo y comienzo a peinarme.
Después de unos 10 minutos ambos estamos listos, salimos de la habitación y bajamos.
- Mamá?. Dice Valeria, camina hacia la cocina y no la encuentra.
- Tal vez está en…
- Por aquí chicos. Grita desde el patio tracero.
Ambos caminamos y vemos que está en la mesa de jardín bajo la enorme sombrilla tomando lo que se ve que es un licuado.
- Hola chicos buenos días.
- Buenos días mamá. dice Valeria y se acerca para darle un beso en la mejilla.
- Buenos días señora.
- Hola Leo, siéntense en seguida viene Dora.
- Gracias. decimos y nos sentamos.
- Ha, por cierto, la mamá de Leo nos invitó a desayunar a todos.
- Entonces, vamos hacia haya mi vida. Dice.
- Vamos. Digo y me levanto primero que ellas.
Las dos pasan adelante y yo las sigo a la casa de mis padres.
Al llegar tocó la puerta y en seguida mi madre habré.
- Hola, pasen por favor.
Los tres pasamos y la saludamos. Caminamos hacia la mesa donde ya está todo servido.
- Espero que tengan hambre, les prepare fruta picada, huevos con tocino y de tomar hay café y jugo de naranja.
- Muchas gracias señora se ve y huele delicioso.
- Si mamá voy a extrañar tu comida. Le digo a mi madre.
- Hay mi niño, recuerdo que cuando eras pequeño comías tus huevos con tocino y en lugar de que tu comieras el tocino se lo dabas a tu perrito max y…
- Mamá, me harás quedar en ridiculo. Digo avergonzado.
- Hoo, vamos Leo, eras muy tierno de niño. Dice la madre de Valeria.
- Ok ya. Digo sonriendo.
- Bueno el caso es que cuando lo atrapaba, salía a toda prisa corriendo hacia su habitación gritando “ HULEEE MAAAAX” lo peor es que agarraba un puño de huevos revueltos y de tan fuerte que lo apretaba se le caía en todo el camino y ya cuando llegaba a su destino comía la mitad que llevaba y la otra mitad se lo daba a max, ya se imaginarán que tenía que recoger cada mañana el camino de huevos revueltos.
Todos nos reímos a carcajadas por las travesuras que he hecho de pequeño.
- Bueno, bueno, ahora le toca contar a la señora Sara algo sobre Valeria. Digo.
- La verdad es que Valeria era muy tranquila, aunque aveces hacia sus travesuras.
- Cómo que travesuras.
- Por ejemplo en una ocasión la encontré dándole de comer alpiste a las aves.
- Mamá pero que tiene eso de malo. Dice Valeria.
- La intención de mala no tiene nada, lo malo fue que la abuela tenía 20 kilos de alpiste a lado de su enorme jaula de aves y tu lo agarraste y se los lanzaste todo a puños. Todos nos reímos mientras que Valeria también ríe con las mejillas rojizas de la vergüenza.
- Y qué pasó después. Dice mi madre.
- Cuando la encontramos, tenia el cabello lleno del alpiste y dijo“Mami, las aves están comiendo”.
- Ya no recordaba eso. Dice Valeria.
- Yo si lo recuerdo. Digo con una sonrisa.
Todas me voltean a ver confundidas.
- No comprendo. Dice la señora Sara.
- La verdad, es que no me había acordado de eso hasta ahora, nosotros vivíamos a lado de una casa donde una señora tenía una jaula con muchas aves y en una ocasión cuando estaba jugando con mis cochecitos en el jardín escuché a una niña jugar al otro lado de la cerca, yo me asomé a ver y una niña pelirroja observaba las aves.
- Y qué pasó después. Pregunta mi madre.
- Yo le hable, le dije que tenían mucha hambre y que tenía que darles de comer, yo varias veces vi a la señora darles de comer de esas semillas y sabía donde estaba el saco, yo le dije que fuera hacia el saco y que se los aventara, ella se apresuró y comenzó a darles la comida, las aves estaban revoloteando por todos lados comiendo, ambos reíamos mucho hasta que escuche que alguien venía y me escondí en lo que la niña seguía entretenida viendo todas las aves muy feliz.
Las tres me ven sorprendidas y se ven entre ellas.
- Leo esa historia es muy tierna. Me dice mi madre.
Sonrió y veo a Valeria, sus hermosos ojos grises me ven a los ojos, una sonrisa aparece en sus labios.
- Es tan lindo que nos hayamos conocido desde antes. Dice Valeria
Yo le sonrío y beso su manita.
Después de desayunar y reír mucho, nos vamos a la sala para seguir platicando de historia y de lo que hemos vivido juntos Valeria y yo.
después de unas horas mi padre llega del trabajo al igual que el padre de Vale y regresamos a la casa de Valeria.
Estamos platicando en la sala y escucho mi teléfono sonar.
- Con permiso. Digo a los padres de Valeria y camino hacia el comedor.
- Bueno?. Digo
- Hijo soy yo.
- Dime papá.
- Hijo quiero que vengas, necesito hablar contigo.
- Claro papá ya voy para haya.
- Aquí te espero Leo.
Cuelgo la llamada y me dirijo habla sala.
- Disculpen, mi padre quiere hablar conmigo pero continúen, en un rato vuelvo.
- Adelante. dice el señor Esteban.
Salgo de la casa y me dirijo a mi casa y toco la puerta. Segundos después habré mi papá.
- Ya bine, qué pasó papá?, de que me quieres hablar.
- Ven hijo vamos afuera. Caminamos hacia el patio tracero y nos sentamos en las bancas.
- Hijo, antes de que te fueras de la capital, olvide hablar contigo de este tema.
- De que?.
- Se que como policía, nos amenazan, nos tratan de sobornar, corremos mucho peligro y también llegan muchas mujeres.
Yo lo veo a los ojos y le sonrío incómodo.
- Ya veo que sabes de lo que hablo.
- Si papá lo sé.
- Bueno, pues hijo, se que muchas mujeres se cruzarán en tu camino, te lo digo por experiencia, nunca vayas a caer con alguna de ellas, tú madre y yo tuvimos muchos problemas respecto a eso y tal vez no lo sabes pero, le causé mucho daño a tu madre.
Me sorprende la confección que me hace.
- Papá yo… no sé qué decirle.
- Hijo no hace falta que digas nada, solo te recomiendo que si ahora estás llenado por ese camino procura regresar al camino correcto, disfruta de tu matrimonio, Valeria es una jovencita muy bien educada y no te gustaría que ella sufra verdad.
- Claro que no. Digo algo pensativo.
- Bueno pues, espero que mis consejos te sirvan, quiero tu felicidad y no quiero que cometas los mismos errores que yo.
- Gracias papá.
- Ven aquí hijo. Se levanta y me da un abrazo.
Ambos caminamos hacia la casa y ve su reloj.
- Hijo ya son la 1:30.
- Ya en un rato nos vamos. Digo
- Si hijo. Dice mi padre, que aunque se hace el fuerte se que solo se está conteniendo.
1 hora después…
Vale ya ha empacado todo y comienzo a bajar la mochila que llevamos con algo de cosas.
- Hijo por favor en el camino tienen mucho cuidado. Dice la madre de Valeria.
- No se preocupe señora Sara yo protegeré a su hija.
- Muchas gracias Leo. Dice y me abrasa.
Veo a Vale hablando con su papá ella está con lagrimas en los ojos al igual que él, se abrazan y caminan hacia nosotros.
- Estás lista nena. Le pregunto.
- Si mi vida. Dice Valeria y se voltea para abrasar a su mamá.
Escuchamos a nuestras espaldas que llegan mis padres.
- Mi niño. Dice mi madre y me abraza muy fuerte entierra su cabeza en mi pecho y comienza a sollozar.
- Te voy a extrañar mamá. Digo y acaricio su cabello.
- Y yo a ti mi niño. Se retira de mi quitándose las lagrimas de los ojos.
- Papá. Ambos nos abrasamos.
- Hijo cuídense mucho. Me abrasa palmeándome la espalda.
- Gracias por tus consejos papá.
- Claro hijo.
Ambos nos retiramos y volteo hacia Valeria. Ella ya está lista y nos subimos a la moto.
Nos ponemos el casco, giro la moto y antes de arrancar nos despedimos por última vez.
Sin más arranco la moto.
Hola chic@s bonit@s espero que les haya gustado este capítulo nuevo. Apóyenme con una estrellita o algún comentario para saber que les está pareciendo y para dedicarles un capítulo.
Las saluda JacquiVel.❤️❤️❤️