Este capítulo va dedicado especialmente para Elizabeth Robles Villegas, gracias por tu apoyo nena 💜
Estoy sentada en el sofá viendo la tv, Leo duerme en la habitación. Mis pensamientos están al mil por hora, no dejo de pensar en lo que paso, todo está pasando muy rápido.
Siento que mi mente está dando vueltas al asunto, tratando de calmar mis pensamientos.
Antes de que Leo se durmiera le dije que quería ir al parque, el me dijo que fuera con cuidado, es hora de despejar mi mente.
Tomo las llaves y salgo de mi casa. Camino con los audífonos puestos y al llegar al parque noto que casi no hay personas, me siento en una de las bancas viendo mi alrededor.
Aun estoy triste, por lo que vi, me destrozó ver cómo Aleja estaba arriba de Leonardo, la imagen pasa por mi mente una y otra vez.
Necesito hablar con alguien, que me escuche y que me entienda. Saco mi celular de la bolsa y busco el contacto de mi mejor amiga, al intentar llamarle me suena que ya no está disponible. Hace mucho que no le hablo sé que si la necesito ella estará para mí y yo también para ella, pero al perecer ha cambiado su número.
Estoy concentrada buscando en mis redes sociales cuando siento que alguien toca mi espalda, al voltear veo que es Alan.
• ¿Puedo hablar contigo? Dice Alan y me quedo congelada sin saber que hacer.
• Si claro. Digo nerviosa y Alan se sienta a lado mío.
• ¿Valeria estás bien? Dice con su voz suave.
• Si, bueno, eso creo. Digo nerviosa.
• ¿Seguirás con Leonardo?
• S… si. Digo apenada bajando mi mirada.
• ¿Estas segura?
• Alan, todo se aclaró con Leo. Digo viéndolo a los ojos.
• Sé que no soy nada tuyo pero, sé que estás triste, me dices que seguirás con él, que para ti sé que debería ser buena noticia, pero tú mirada me dice lo contrario. Bajo la mirada.
• Es solo que, necesito hablar con alguien, necesito desahogarme.
• Yo estoy para ti Valeria, se que tú amas a Leonardo y lo respeto pero eso no significa que tu y yo no podremos ser amigos.
• Supongo que es verdad.
• Cuéntame qué pasó Vale. Dice con un tono de voz suave.
• Anoche fuimos a una fiesta… comienzo a contarle todo lo que pasó hasta ahora.
• Valeria, es algo grave lo que me acabas de decir.
• Lo sé y no sé que hacer, siento mi mente colapsar, aún tengo el dolor de lo que pasó entre Aleja y Leo, pero ahora que se la verdad tengo también enojo, quien podría hacer tal cosa a una persona.
• Leonardo tiene que entenderte tienes que decirle lo que me acabas de decir.
• No puedo.
• ¿ Porque no Vale?
• Porque siento que aunque lo amo, algo dentro de mi se rompió en mil pedazos.
• Solo estás dolida, verás que esto pasara y pronto se arreglan las cosas entre Leonardo y tú.
• ¿Eso crees?
• Claro que sí. Dice sonriendo de lado.
• Eres un gran amigo. Le digo Alan mientras me ve a los ojos.
• No me gusta ver a la chica que amo sufrir, quiero que seas feliz aunque no sea conmigo.
• Alan, no sé si este bien que seamos amigos.
• Tranquila, me duele decir esto pero en un mes me voy de mi casa.
• ¿Y eso porque? Pregunto sorprendida.
• El amor de mi vida sufre y yo no puedo hacer nada, eso me mata por dentro.
Siento como mis mejillas se enrojecen y bajo la mirada al ver que Alan habla de mi.
• No sé que decirte…
• Tranquila sé que tú lo amas y jamás te juzgaré por lo que haces, eres una chica increíble que no merece sufrir, lo que si debo decirte como amigos es que, aprendas a valorarte, eres muy valiosa, no por tu belleza increíble si no por lo que llevas dentro. Dice Alan buscando mi mirada.
• Gracias por tu consejo Alan. Coloco mi mano encima de la suya y veo como sus ojos intensos me ven a los ojos.
NARRADO POR ALAN:
• Es hora de irme a casa. Digo torpemente a Valeria.
• También tengo que regresar a casa. Valeria retira su mano de la mía y se levanta girando en sus talones, rápidamente me levanto, la tomo de la mano y de un giro hago que quede pegada a mi cuerpo. Ella sorprendida, comienza a acelerar su respiración.
• Alan. Sus ojos están agigantados.
Me inclinó hacia ella y le susurro al oído.
• Nos hemos sentado en la banca con pintura fresca.
Valeria voltea hacia la banca y al ver el letrero, comienza a reír a carcajadas. Ambos comenzamos a reírnos mucho al ver nuestra ropa con rayas de pintura blanca.
• Alan vámonos ya a casa que tenemos que cambiarnos. dice riendo.
• Jejejeje vámonos antes de que nos regañe la persona que pinto la banca.
Ambos nos dirigimos a nuestras casas riendo y burlándonos uno del otro.
• Tenía mucho tiempo que no reía así. Dice Valeria sonriendo.
• También yo, bueno llegamos, a ponerme mi mandil que tengo que lavar mi ropa. Digo sonriendo.
• Suerte con eso dice Valeria.
• Chao. Le digo y ambos nos metemos a nuestras casas.
NARRADO POR VALERIA:
Entro a mi casa y me dirijo a la habitación, me siento mucho mejor de ánimo. Camino hacia la cama y veo a Leo aún dormido, me dirijo al espejo y veo mi trasero y espalda con las rayas de pintura. No puedo evitar reírme y comienzo a desvestirme y me coloco ropa limpia.
Voy ala lavadora y meto mi ropa, después voy a la cocina y comienzo a preparar la comida. Tomo mi teléfono y pongo algunas canciones para no pensar en lo que me ha estresado…
2 semanas después…
Leo y yo decidimos no denunciar a Aleja, sé que está mal por qué es un delito lo que hizo pero, no quiero tener en mi conciencia que la metimos presa.
He recordado dónde la vi antes y si mi mente por fin dio dónde la había visto. Esa chica fue la que llegó a besar a Leo. En su momento eso me dolió demasiado pero he aprendido a vivir con ello y a superar lo que pasó.
Leo ha hablado con el comandante de su turno y le ha pedido que lo cambie de compañero y ha aceptado.
Estoy muy bien con Leo, todo ha vuelto a la normalidad, Alan y yo nos hemos vuelto muy amigos, aunque no le he dicho nada a Leo por sus celos, me siento muy agusto con nuestra amistad.
Hace unos días comencé a hacer ejercicio, algo dentro de mi quiere mejorar, normalmente me siento mal conmigo misma y con mi sobre peso, verme al espejo es un fastidio. He mejorado mi alimentación y el ejercicio me está sirviendo de mucho.
• Bueno nena, tengo que irme.
• Si mi amor cuídate mucho. Digo y Leo me abraza por la cintura mientras me besa.
• También cuídate nena. Dice mientras se monta en la moto y se va al trabajo.
Entro a la casa y voy a ponerme ropa para ir a correr.
Después de unos minutos salgo para el parque y al llegar comienzo a correr, una hora corriendo es suficiente y continuo en mi casa haciendo abdominales, sentadillas etc.
Uff es hora de tomar mi licuado verde. Voy a la cocina y comienzo a prepararlo. Estoy acabando cuando tocan la puerta.
• Voy. Digo y camino hacia la puerta y abro.
• Hola Vale, buenos días. Dice Alan sonriendo.
• Alan, buenos días, pasa.
• Gracias. Dice y camina hacia la sala. Ambos nos sentamos.
• Te vez muy contento. Digo.
• Lo estoy Vale, hace rato me llamaron de una empresa muy importante y me dijeron que estoy contratado.
• Felicidades Alan que buena noticia.
• Gracias Vale, sabes me gusta mi trabajo y pues tenía mi propio horario porque llevo la contabilidad de varios negocios pero ahora seré parte del equipo de esa gran empresa de moda.
• Me alegro por ti Alan. Digo sonriéndole.
Noto que Alan se me queda viendo a los ojos.
• Extrañaré, verte sonreír. Dice Alan, con una mirada suave.
Bajo la mirada sin saber que decirle. Alan se acerca a mi y siento mis mejillas enrojecer.
• Alan, yo…
• Dime. Dice acercándose a mi rostro.
• Yo, también te extrañare, e… eres un gran amigo. Digo y giro mi cabeza hacia un lado al sentir su respiración cerca de mi rostro y su mano en mi mejilla.
• Lo, lo siento Valeria, a veces no puedo controlarme.
• Tranquilo, no pasó nada. Digo nerviosa.
Alan se aleja de mi.
• Vale, en dos semanas me iré, nada más están desocupando el departamento que voy a alquilar y en unos días buscaré lo de la mudanza. Volteó hacia su rostro y noto que está triste.
• Quisiera que… que no te alejarlas de tu familia por mi culpa.
• Ellas estarán bien, mi abuela se mudará con ellas, sé que cuidara bien de Lili.
Un silencio se hace presente.
• Bueno, tengo que irme, necesito dejar todo listo con mis clientes. Alan se levanta.
• Claro y nuevamente felicidades Alan. Digo sonriéndole.
Lo acompañó a la puerta y nos despedimos.