Esposa De Un PolicÍa

NARRADO POR VALERIA: Como un fantasma…

Este capitulo va dedicado especialmente para Tania García Lucero, gracias por el apoyo hermosa.

Las náuseas matutinas son lo peor, tengo aproximadamente 2 meses de embarazo, el ginecólogo me dijo que las náuseas son normales, aunque ya no había tenido náuseas, hoy no pude evitarlo.

Siento el agua de la regadera recorrer mi cuerpo, mis manos se detienen en mi vientre, todavía no logro sentir a mi bebito pero ya lo amo con locura porque se que está dentro de mi creciendo cada día.

Después de unos minutos termino de ducharme, tomo la toalla, la coloco alrededor me mi cuerpo, camino hacia el closet dónde tengo toda mi ropa organizada y comienzo a vestirme.

Las jornadas de trabajo han estado muy pesada, éramos 5 modelos para la temporada que entró la semana pasada y 3 de ellas renunciaron, Rig es estrictamente exigente con las modelos, así que de las 3 modelos que faltan, solo contrato a una de decenas de chicas que se presentaron. A las 3 modelos que ya estamos, a veces hacemos jornadas de 7 AM a 7 PM, es tan cansado, pero ya por fin terminamos las cesiones y hoy por fin las sacarán al público.

Me veo al espejo, con la mirada recorro cada detalle de mi cuerpo, el modelaje a pesar que Muestran la belleza superficial, he aprendido a quererme, a amarme y sentirme orgullosa de lo que soy, una mujer que no se deja vencer a pesar de todos los obstáculos, a pesar de que mi corazón está aún herido. El bebito que llevo dentro de mi, ha sido mi motor, un par de lágrimas recorren mis mejillas a recordar a Leo, la persona que aún amo esa persona que me izo sufrir, es el mismo que ha hecho de mi, una persona fuerte.

Limpio las lágrimas de mis mejillas y comienzo a maquillarme. Después de unos minutos estoy lista, de mientras me coloco zapatos de piso, iré a cocinar para Alan y para mí, se que no es mi deber pero es algo que me gusta hacer, salgo de la habitación y noto que Alan no está, seguro y fue a correr ya son casi las 7 y por fin termine de hacer el desayuno, escucho como comienza a abrir la puerta.

·       Ya llegué Vale. Dice mientras veo su suéter mojado, señal que corrió mucho.

·       Buenos días Alan. Lo saludo sonriéndole.

·       Buenos días nena. Dice agitado.

·       Ya tengo listo el desayuno.

·       Gracias Vale, deja me ducho rápido y enseguida regreso.

·       Claro. digo y comienzo a limpiar la cocina, después de unos minutos Alan sale bañado con su pantalón de vestir negro sin su camisa blanca del trabajo.

Al verme sonríe.

·       ¿Qué crees nena?

·       Que creeo? Digo sonriendo.

·       Te compre algo ven.

Me acerco a él.

·       Cierra los ojos y estira las manos. Dice mientras oculta algo tras de él.

Lo hago y siento como coloca algo en mi mano, abro los ojos y veo que en mis manos hay un sobre lleno de gomitas Deloü, que se me antojaron demasiado ayer. Siento como la boca se me hace agua, por probarlo.

·       Se que ayer se te antojaron, he hice lo posible por conseguirlas, así que aquí tienes.

·       Muchas gracias Alan. Lo abrazo. Estoy llena de felicidad gracias a qué Alan me trajo lo que se me antojo.

Veo como Alan comienza a ponerse de rodillas.

·       Todo por ese bebito, hermoso. Dice contemplando mi vientre.

Yo comienzo a reír por qué es tan tierno verlo contemplando mi vientre ahí abajo. Él se para.

·       Anda, pruébalas. Dice y comienzo a destapar las gomitas.

Uff, siento la gloria en mi boca, mis papilas gustativas me agradecen por regalarles tan rico manjar. Alan me ve sonriendo y me doy cuenta que ni siquiera le he ofrecido, me pongo roja al sentirme avergonzada.

·       Ay nena. Dice y me abraza levantándome por los aires y me da una vuelta.

·       Lo siento, lo siento, créeme me moría de ganas por probarlos. Digo

·       Jejeje se ve Vale. Dice tomando unas gomitas y metiéndolos a su boca.

Comienzo a reírme mientras dirijo la mirada hacia la ventana y es cuando me topo una mirada penetrante, mi respiración falla…

 

Siento como una mano aprieta la mía. Escucho una voz a lo lejos, comienzo a abrir los ojos y me topo con la mirada de Alan.

·       Nena, como te sientes.

Mi cabeza está dando vueltas, mientras estoy recostada en el sofá.

·       E… estoy mareada.

·       Nena, me diste un buen susto, no me esperaba que te desmayadas de nuevo.

·       Tampoco lo esperaba.

·       Ten, toma agua.

·       Gracias. Me siento y tomo un sorbo de agua.

Comienzo a recordar lo que ví, giro la cabeza hacia la ventana que es desde el techo al piso tratando de ver si la persona que ví era Leo, o si solo fue mi imaginación.

·       Nena, que pasa, te ves preocupada. Giro hacia Alan que me ve preocupado.

·       No es nada, creí ver algo.

Alan dirige la mirada a la ventana.

·       Viste un fantasma. Me río al escuchar eso.

·       Si, seguramente fue eso. Digo riendo.

Después de unos minutos me levanto, ya me siento más tranquila.

Alan me cuida mucho, le agradezco tantas veces que he caído en depresión y el me ha ayudado en todo. Es como un hermano para mí, se que el tiene se sentimientos hacia mi pero, le dije que no podría corresponderle, que buscará a otra chica que valore la bonita persona que es, él me hizo caso y comenzó a salir con una chica del trabajo, es muy linda y siento que Alan está feliz con lo mucho que tienen en común. Espero que algún día me pueda ver cómo su hermana.

·       Hermosa te sientes bien para trabajar?

·       Claro que sí, ya estoy lista solo déjame ponerme mis tacones y listo.

·       Ok nena. Dice y sigue arreglándose.

Voy a la habitación y me coloco los tacones. Me veo alta, la pancita no se nota aún, hasta estoy más delgada de la cintura por estos días de mucho trabajo. Un escalofrío recorre mi espalda y recuerdo esa mirada que vi por la ventana, lentamente me acerco a la ventana, busco por ese edificio pero no logro ver nada.



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En el texto hay: superacion, amor, traición.

Editado: 01.06.2021

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