Reymond estaba en su despacho, la secretaria le llamó al teléfono y le dijo:
—Dr. La señora Madeline Smith está aquí, dice que le urge hablar con usted.
—¡Madeline!
—Si Dr.
—Está bien, hazla pasar.
Madeline entró al despacho, Reydmond notó que ella estaba cabizbaja, todas las veces anteriores que la había visto, había notado que ella tenía los ojos muy hermosos, parecían un par de zafiros muy azules; pero esta vez su color se veía oscuro, habían perdido su brillo, él en sus adentros se dijo que ella no podía estar fingiendo, esa mirada tan triste no se podía fingir, al menos que en verdad fuera una muy buena actriz.
"Quizás sí esté sufriendo."
Pensó, se preguntó si realmente estaba enamorada de Charles.
"No, son solo conjeturas de mi parte, ella me ha mentido a Charles."
—Siéntate Madeleine.
—Gracias. —Ella se sentó en una poltrona frente al escritorio, Reymond estaba de pie detrás de este, seguidamente se sentó, luego se quedó observando el atuendo que ella usaba, Madeline llevaba puesto un modesto vestido color beige estampado con flores blancas, sin joyas y muy poco maquillaje sobre su lindo y tierno rostro, no tenía ningún indicio de ser la esposa de un importante heredero como lo era Charles
—Siento haber venido sin antes avisar.
—No te preocupes Madeline, aunque no esperaba verte por aquí. Dime en qué puedo servirte.
—Quiero firmar el acta de anulación del matrimonio, esa que ya preparaste el otro día. —Reydmond estaba desconcertado, no se suponía que una ambiciosa mujer como ella, pretendiera anular lo antes posible el matrimonio que podría darle muchos beneficios económicos.
—¿Hablas en serio?
—Supongo que puedo hacerlo.
—Bueno, debo consultarlo con Charles. —Madeline como si estuviera desesperada le dijo:
—¿Por qué debes consultarlo con él? Quiero firmar esa acta ahora mismo y acabar con esto.
—Charles es mi cliente, él es quien debe solicitarlo.
—¿Entonces debo buscar mi propio abogado?
—No es necesario.
—¿Entonces por qué no puedo firmar?
—Al medio día veré a Charles en la mansión, hablaré con él y le diré que estás lista para firmar, déjame tu número de teléfono, te llamaré cuando todo esté listo. —Madeline se puso de pie con inquietud, se notaba que estaba afanada por acabar con ese matrimonio.
—Supongo que solo debo esperar. —Reymond también se puso de pie.
—¿Por qué estás así Madeline?
—¿Así cómo?
—¿Por qué tanta urgencia por anular ese matrimonio? Creí que ibas a rehusarte a firmar, es lo habitual en estos casos.
—Todo esto ha sido una trampa, la boda, todo.
—¿Trampa de quién? —Madeline se quedó callada, luego le dijo:
—Me prestas una pluma y un papel para anotar mi número.
Él le acercó su pluma y una libreta, Madeline anotó el número de su celular, Reydmond agregó:
—Bien, te llamaré en cuanto tenga todo listo.
—¿Cuánto tardará?
—A más tardar una semana, es que debo empezar de nuevo el proceso en el tribunal, también debo hablar con Charles acerca de los beneficios.
—¿Qué beneficios?
—A pesar de que van a anular ese matrimonio, puedes recibir beneficios económicos.
—En ese caso no los quiero, solo deseo anular ese matrimonio, quiero que todo quede como si Charles y yo jamás nos hubiéramos conocido.
—La ley te otorga esos derechos.
—Solo deseo recuperar mi libertad. Me avisa cuando tenga que firmar, por favor.
—Lo haré cuanto antes.
Madeline se marchó del despacho, entoces Reymond agarró el teléfono del escritorio y le marcó a Charles, él estaba en la oficina y contestó.
—Dime Reymond.
—Madeline estuvo aquí, acaba de marcharse. —Charles endureció la expresión de su rostro.
—¿Qué quería?
—Firmar de una vez la anulación del matrimonio.
—¿Qué le dijiste?
—Que debo preparar todo en unos días. Me pareció extraña su actitud, ella está muy afanada por liberarse de ese matrimonio.
—Debiste ponerla a firmar de una vez.
—Antes tenía que hablar contigo al respecto, debes pensar en su embarazo, ¿qué vas a hacer si es hijo tuyo? —Charles suspiró y se quedó en silencio por varios segundos, después respondió:
—Iré a verla y le diré que aborte, no pienso tener un hijo con una mujer así.
—¿Estás seguro de que eso es lo que deseas hacer? Porque hasta hace poco estabas muy contento porque ibas a ser papá.
—¿Cómo crees que se sentiría ese niño si crece y se entera de la clase de madre que tiene? —amargamente suspiró—. Si es verdad, yo estaba muy feliz, ilusionado como un inbecil, pero ya no, después de esta decepción, solo puedo sentir rabia, indignación.
***
Madeline consiguió un empleo como mesera en un restaurant en el pueblo donde vivía, allí pensaba trabajar mientras crecía su panza.
Más tarde cuando iba de regreso a su casa, un auto que iba por la misma calle bajó la velocidad, Madeline volteó a mirar, se percató de que era Artur, no deseaba hablar con él, entoces cambió su rumbo y cruzó la calle, luego se fue por un callejón, Arturo paró el auto y bajó a prisa, corrió tras ella, Madeline también comenzó a correr para perderlo de vista, pero él la alcanzó y la agarró.
—¡Hey, detente conejita! —Madeline se zafó de él y le gritó:
—¡Aléjate de mí!
—No lo haré.
—¡Eres un desgraciado, un mentiroso!
—¿Te enoja que te haya separado de Chales? ¿En serio te duele ese idiota que te ha tratado como a un animal? —Ella con una voz cargada de indignación respondió:
—¡No quiero saber nada ni de ti ni de Charles! ¡Ahora vete y no vuelvas jamás. —Arturo la agarró bruscamente del brazo.
—¡No olvides que eres mía, me perteneces! Yo fui antes que mi primo.
—¡Jamás seré tuya, me engañaste y me utilizaste, no sé con qué propósito falsifucaste esa boda, y si sigues molestándole le diré la verdad a Charles, aunque me envíe a la cárcel le contaré todo.
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amistades falsas, mentiras intrigas y traición, esposa embarazada a la fuga
Editado: 20.12.2023