La noche de San Valentín nuestro pub estaba a rebosar, Maika y Diego hicieron tal rebaja en las copas que nos convertimos en el punto de encuentro de media Universidad y tuvieron que echar mano del personal que solo trabajaba media jornada para reforzar mi turno. La noche transcurría sin incidentes hasta que llegó la "No pareja" del año.
— Hola Alma— Carla se acercó a mi barra, a pesar de ser siempre la más llena y me saludó sin dejar de mirar a Gabriel, que en nuestra mesa hablaba con varios compañeros de máster, le pidió las consumiciones a mi compañera y se fue sin decirme nada más.
Misión cumplida, ya me había dejado claro que estaban allí.
Para su desgracia, pasé la noche demasiado ocupada como para fijarme en sus intentos de ponerme celosa y era Julia, mi compañera esa noche, la que me iba informando. Habían ido a la misma clase desde párvulos y no se soportaban, si le sumamos que conocía mi pasado con Gabriel y Carla no nos quitaba ojo de encima, a Julia le faltaba ya poco para salir a decirle cuatro cosas.
— Si sigue mirando, te juro que salto la barra y la cojo de esos pelos de rubia teñida— Julia secaba el vaso con tanta fuerza que por un momento pensé que lo rompería.
— Ignórala... Es lo peor que puedes hacerle— le dije con calma.
— ¿Cómo puedes estar tan tranquila? Hace unos años salía con mi ex y casi terminamos arañándonos.
— Porque Gabriel es mi amigo y eso no me lo va a quitar ni ella ni nadie— y realmente lo pensaba, aunque evitara mirarles para que doliera menos ver cómo le besaba mientras bailaban. Porque le besaba y me miraba a mí, esperando que me alterara como Julia, sin obtener resultados.