PAIGE WINDSOR.
Verlo ahí en esa cama de hospital me destroza el corazón y todo por mi culpa.
Me acerco a su cama.
— Hola. —Él es el primero en hablar.
— Hola, hermano. —Al menos ahora se que esa palabra es real.
Muy real.
Eso es lo único bueno de esta mentira.
Que ahora gane una familia algo que esos dos me quitaron, pero que voy a recuperar el tiempo perdido.
No solo con Pierce, si no con todos mis demás hermanos.
— Hola.
— ¿Estuviste llorando?. —Pregunta, de seguro noto el camino de lágrimas secas de mi rostro.
— Si.
— ¿Que paso? ¿Kendall te hizo algo?
— No, no fue él. Fueron nuestros Padres.
— Estoy sorprendido es la primera vez que te oigo llamarlos Padres.
Lo miro, no se cómo decirle y no se cómo valla a reaccionar.
Y eso me aterra.
— ¿Que te hicieron?
— Me enteré de algo.
— ¿De que?
Se acomodo en la cama para quedar sentado.
— Todo este tiempo nos estuvieron mintiendo.
— ¿De que hablas?
— Los escuché hablando y decían que yo soy su hija.
Pierce se quedó callado, está en shock.
— ¿Cómo pudieron hacernos esto?
— No lo sé.
— Nosotros pensando que solo te contrataron para hacerte pasar por Lara por qué te le pareces, pero ahora entiendo por qué ellos sabían de vos.
No me había puesto a pensar en eso, pero tiene razón.
Me fueron a buscar por qué yo era su hija.
— Igual ya no importa lo que hicieron, total siempre fuiste mi hermano, mucho antes de saber la verdad ya lo eras.
— Ahora entiendo por qué te sentía como mi hermano.
— Si, por qué lo éramos.
Lo abrazo y él a mí.
— Te quiero hermano.
— Yo igual, hermana.
Seguimos abrazos un rato más y luego me fui a la mansión a hablar con todos mis otros hermanos.
(...)
— ¿Para que nos llamaste?. —Pregunto Steven.
Estamos en la sala de estar todos reunidos.
Voy a decirle la verdad a todos.
No me importa si mis Padre me hacen algo.
Ellos también tienen el derecho de saber la verdad.
— Tengo algo que decirles.
— ¿El que?. —Habla Sean.
Estaba apunto de hablar cuando el ruido de la puerta me detiene.
Me giro y ahí los veo.
A mis "queridos" Padres.
— Ni se te ocurra. —Leonard.
Piensa que puede seguir callando.
Pues ya me harté de guardar silencio.
— No ellos merecen saber la verdad.
— ¿La verdad de que? Puede alguno hablar de una vez. —Tara.
Vuelvo mi mirada a mis hermanos.
— Yo les voy a decir... Ellos dos nos estuvieron ocultando algo por mucho tiempo y es momento de que todo se sepa. —Señalo a los reyes.
— Yo soy su hermano y la gemela de Lara, nuestros Padres me vendieron.
Ninguno dijo nada.
— ¿Eso es verdad?
Cómo siempre Sean creyéndole a personas como ellas.
Primero a Lara y ahora a nuestros Padres.
— Si, lo es. Yo misma los escuché hablar. —Contesto.
— Pues nos alegra que seas nuestra hermana, ¿No es así chicos? —Renne mira a todos los demás.
— Si, nos alegra.
— Yo también me alegro de tener una familia.
Todos se acercan a mi y me abrazan.
No desaprovecho el momento y también los abrazo.
Al fin voy a tener una familia, como siempre desee.
Y nadie me la va a quitar.