Esto es amor

16

Que Sung Jong rechazara tomarme de la mano en dos ocasiones me había sentado mal.

No quería presionarlo demasiado y menos aún después de haberle contado aquella historia, pero no sabía si podría dejarlo estar. Ya consideraba muy difícil estar lejos de él. No me gustaba sentirme así. Casi como si dependiera de él para vivir, pero no era algo que pudiera remediar.

Además esa historia parecía haberlo dejado en un estado demasiado sensible.

Chasqueé la lengua mientras salía de la tienda de conveniencia con la comida para la cena. Sung Kyu me había advertido que no volvería a casa aquel día, así que me había pedido que me hiciera cargo.

No podía presionar de más a Sung Jongie. Si le insinuaba de cualquier forma lo que quería hacer... Bueno, así como estaba probablemente me daría un puñetazo. Yo era consciente de que era demasiado pronto para "eso", pero mi cuerpo no lo entendía. Tocar su piel, besarlo, abrazarlo; todo ello se me había convertido casi en una adicción. Y después de todo estábamos saliendo, era normal querer llegar a otro nivel, ¿verdad?

Pero, ¿como le pedías sexo al chico con el que recién acababas de empezar? ¿Alguien a quién no conocías un mes atrás y que además era un hombre como tú?

Me recomendé a mi mismo tomármelo con calma. Aquella era mi primera relación afectiva con alguien y estaba seguro que también lo era para Sung Jong. De nada serviría apresurar las cosas.

Esperaba poder seguir hablando de Hyun Jae con Sung Jong, poder decirle que no había sufrido tanto o alguna mentira piadosa que sirviera para endulzar las cosas, pero todo eso se borró de mi mente cuando escuché dos voces que conocía gritandose con furia.

Me detuve antes de entrar.

Woo Hyun había vuelto a casa temprano. Eso sólo significaba una cosa: no había reconciliación. ¿Y a que se debía el tono molesto de Sung Jong? ¿Por qué peleaban?

Sin un poco de culpa me quedé ahí de pie, escuchando.

—¡Te digo que no lo hacemos! —gritó Sung Jong en ese momento.

—¡Deja de levantarme la voz! —le respondió su hermano.

¿De qué hablaban? ¿Qué ocurría exactamente?

Desde que los conocía siempre habían parecido llevarse bien y nunca habían peleado por nada.

Presté atención de nuevo, pero ambos habían bajado la voz. Tuve que pegar la oreja a la puerta.

—Sung Kyu ha sido un gran amigo, Woo Hyun. Nos ha ayudado todo este tiempo —esa era la voz de Sung Jong.

—Por culpa, sólo por eso. Ese no tiene nada de buen amigo. Yo podré ser un desastre como pareja, como amigo y como hermano, ya que no pude protegerte del tío—. ¿De que tío hablaba? ¿Y de que tenía que protegerlo de ese tipo? —pero Sung Kyu —la voz de Woo Hyun se volvió aun más baja —Sung Kyu se lleva el premio.

—¿De qué hablas?

Yo también quería saber eso, pero por desgracia para mi Woo Hyun bajó aun más la voz y no logré entender mucho de lo que dijo.

Sin embargo entendí que Sung Kyu había prometido estar siempre a su lado y que este lo había abandonado por Hyun Jae.

Esas palabras oídas a medias me ayudaron a confirmar algo que ya sospechaba: que entre Woo Hyun y Sung Kyu había algo más que una amistad. O por lo menos lo había habido antes.

—Woo Hyun escucha, sobre Sung Kyu... —la voz de Sung Jong me sacó de mis pensamientos.

—No. No debes ponerte de su lado.

—¡Pero es que tú no sabes toda la historia!

Eso fue suficiente para ponerme en movimiento. Abrí la puerta y entré.

—No digas más, Sung Jong.

—Pero...

—¿Qué haces aquí? —Woo Hyun me miró con odio—. ¿Estabas escuchando?

—Lo lamento, pero hablas demasiado alto. Deberías tranquilizarte.

—Al demonio contigo.

Y Woo Hyun, alias el Chico Corazón, se fue sin decir nada más.

Sung Jong me miró con el ceño fruncido.

—¿Por qué me interrumpiste?

—Ibas a contarle sobre Hyun Jae.

—Sí, y, ¿qué?

—¿No te dije que era asunto de Sung Kyu?

—También es asunto de mi hermano. Estoy harto de verlo así.

—¿Así cómo?

—¡Hundido por ella!

Y ahora me gritaba a mí. Genial. Estaba descubriendo una parte del carácter de ese chico que ni me imaginaba.

—Tranquilizate tú también.

—Bah. No se puede hablar contigo.

Me fulminó con la mirada y se dio la vuelta, seguramente para ir a encerrarse a la habitación de huéspedes.

—¿Estas así por Hyun Jae?

Se detuvo.

—¿Debería?

—No debí contarte sobre ella.

—Muy tarde, ya lo hiciste.

Joder, esa actitud me recordaba a la de un niño pequeño.

No supe que responder y Sung Jong se marchó, dejándome solo.

Parecía una casa de locos.

No intenté hablar con Sung Jong de nuevo, me limité a ir a mi habitación.

Me pregunté si debía avisarle a Sung Kyu sobre Woo Hyun, pero decidí que no. No era asunto mío.

Me pusé los audífonos y tomé un manga al azar, leyendo sin prestar atención.

¿Cómo podían las cosas haber cambiado tanto por una simple historia? Y Sung Jong... Esa pelea... ¿Significaba que habíamos terminado?

No. Todas las parejas discutían. Sung Yeol siempre lo decía. Era normal, ¿verdad?

Me sentí un poco angustiado, pero el sólo recordar la expresión de Sung Jong era suficiente para intimidarme e impedirme ir a buscarlo.

Realmente no lo conocía. Me gustaba y tal vez hasta lo quería, pero no lo conocía. ¿Se podía amar a quien no se conocía?

La puerta de mi habitación se abrió un poco, mostrando aquel rostro que tanto me gustaba.

Me quité los audífonos y me senté en la cama.

—Perdón, pero llamé varias veces y no me respondías —susurro Sung Jong con timidez.

Había vuelto a su estado adorable. Un estado que yo creí que siempre tendría. Y me sentí aliviado. Claro que no era así, Sung Jong era humano, sentía como yo, se enojaba como yo. Tenía defectos como yo.

—No escuché, lo siento.

Se instaló el silencio entre nosotros. Era la clase de silencio que podría resultar incómodo, pero a mí sólo me sirvió para que mi corazón comenzara a latir como loco.



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En el texto hay: homosexual, woogyu, myungjong

Editado: 10.07.2022

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