33. La tal Katy

Maratón 2///

Me sorprendía el hecho de que Halen no se hubiera tardado mucho en convencer a Skyler. Le había visto anotar un número en uno de los comedores estudiantiles, la verdad la idea de que me ayudaran a conseguir empleó no me molestaba, lo malo era a quien le iba deber el favor.

La vimos asentir un par de veces, la verdad se me hacía bastante lindo el gesto de Halen queriendo ayudarme. 

Colgó su teléfono y desde lo lejos nos sonrió. Camino a pasos lentos apartando a un par de chicos con bandejas en las manos hasta llegar a nosotros.

—Ya estás adentro —hablo de repente, poniendo el papel en que le había visto anotar desde lo lejos sobre la mesa, justo a un lado de mis dedos.

Me volteó a verle, realmente pensé que iba ser una pérdida de tiempo, porque vamos ¿Quién le da trabajo a alguien de la nada? ¿sin entrevistas? ¿o al menos sin echarle un ojo a su perfil?... ¡No, no, no! Aquello debía ser una broma.

Lo primero que notó son sus labios rojos formando una sonrisa, cada que logra su objetivo hace esa cara —¿No estas feliz? Skyler solo llamara a su mamá y ¡listo! Ya estarás adentró.

Mordi mi labio, no quería ser grosera pero de verdad dudaba —¿es... Es una broma? —pregunté dudosa. Y supe que Dustin y Blake estaban igual de sorprendidos que yo, pues ambos se giraron a mirarle enseguida.

—Hablo enserio, tienes el puesto... —tragué en seco. Estaba feliz sin embargo aún temia deberle favores a una persona como lo era Skyler.

Y no me tomen por mal agradecida... solo que las personas como Skyler todo lo hacen esperando algo a cambió.

Al ver mi falta de palabras continuó —Kelsie no me digas que... ¡ash! —exclamó lo bastante irritada —¡no me digas que piensas no asistir mañana!

¡Espera que! ¿Dijo mañana?

—¿Ma-Mañana? —susurre sin aire.

—¿Que te sucede? —dice sin apartar la mirada de mí, y ha decir verdad, me siento chiquitita. —¿Estas diciendo que...?

Pero entonces la corto. No puedo faltar a ese trabajo por muchas razones.

Primero necesito pagar el maldito alquiler o de lo contrario me echarán de la casa, segundo no quiero darle la satisfacción a Sara de cumplir su objetivo y como si fuera poco no puedo hacer quedar mal a Halen... pensarán que soy una irresponsable.

Levantó mi mano para que pare de hablar, y ella parece entender la referencia pues se calla inmediatamente.

—Iré.

Halen suspira aliviada. Puedo notar como su sonrisa vuelve a sus labios.

—¡Que bien! No te voy a mentir, por un momento pensé que... —deja de hablar y parece pensar muy bien lo siguiente que va decir —No importa.

¿Porque se cortó a si misma?... algo me decía que ese "no importa" era Solo un método para evadir por completó algo que yo no sabía, o al menos no llegaba a comprender aún.

Tomé un poco de mi jugo. Me acomodo en el asiento y miró a los chicos quienes se mantienen callados mirando sus celulares.

—¿Que ibas a decir? —pregunto seria. Y es que la curiosidad de que terminé la frase me mata.

Ella sonreí mientras con su mano hace una seña de que le reste importancia —tonterías mías, nada importante. 

Sin embargo, para nada satisfecha vuelvo a preguntar —¿por un momento pensaste que... ? —repito sus palabras para que se le refresque la memoria y continue.

Se que estoy actuando como una tonta ahora mismo pero no me importa.

Ella pone sus ojos en blanco fastidiada. Sus hombros se apoyan en la mesa mientras sus dedos se entrelazan —Creí que..., ya sabes... —frunzo el ceño. No tengo ni mera idea de lo que se refiere. —¿Entiendes a lo que me refiero? —pregunta al ver mi notable silencio.

—Mhhh ¿De qué hablas?

Ella me mira como si fuera una ignorante. Lo sé por como sus ojos recorren mi rostro con desgane y desagrado.

Antes de responder acerca la hoja a mis manos, tiene un número telefónico, una dirección de teléfono y el nombre de una mujer.

Agachó un poco la cabeza para ojearlo apenas un poco.

En el papel había el nombre de una mujer: Raquel Makalister... Esa mujer al día siguiente será tu nueva jefa —me recrimine a mi misma.

Tragó duro mientras guardo el papel en mi bolsillo.

—Pues pensé que sentías celos de Skyler y Tyler... Ya sabes, ellos dos han tenido sus encontrones... ¡auch! —lo siguiente que escucho es un ruido que proviene de la parte de abajo de la mesa. Aquéllo había sonado como un golpe doloroso, y la expresión de Halen me lo habia confirmado.

Levantó los hombros. Sonrió con falsa amabilidad.

¿Celos?... eso era ridículo ¿verdad?

—No me importa —hago lo que puedo por reir, pero lo único que hago es emitir una risa ronca y triste.

Me enoja.

Esa chica me enoja.

Me enoja tener que tomar la ayuda de Skyler.

Que Tyler este molesto por querer ayudarlo también me enfada.

Todo me da vueltas.

—Claro... —su voz se escucha llena de sarcasmo. Cierro mis puños con fuerza.

—Como sea... mañana iré, después de todo está es una buena oportunidad —trato de evitar comentar mas de la cuenta, busco una excusa para no mirarles a la cara metiendo mi tenedor en el vaso de fideos instantáneos, pero la presión de sus ojos sobre mi no me dejan tranquila.

En ese instante ella aclaró su garganta. Al parecer la conversacion resultaba ser igual de incomoda para ella.

—Entonces.... —Pero fue interrumpida por la voz de Blake, o mejor dicho por la actitud de Blake, pues de repente se sobre salto  casi poniendo el celular sobre su cara.

Halen se lo arrebató de las manos consiguiendo un gruñido por parte de Blake.

—¡Con... con razón falto a las clase! —menciono pasandole el teléfono a Dustin.

—¿O través esta mal? —pregunta Halen bastante preocupada, y Blake asiente con lentitud.

¿Asi de serio es el asunto?

Siento que estoy siendo un mal tercio en la conversacion, sin embargo mi curiosidad me gana y me atrevo a preguntar —¿Que pasa?