Desperté a las 2 am, tenía la garganta muy seca y muchas llamadas más que cuando me acoste, baje a la cocina para tomar un poco de agua, no quería contestar aun sus mensajes y regrese a mi cama, empezó a vibrar mi celular.
-Son las dos de la mañana David, ¿que putas quieres?
Busque su contacto con las pocas fuerzas que me quedaban. Lo llamé, y espere en medio del silencio de mi habitación a que me contestara, por supuesto que lo hizo, él no estaba borracho como David.
-Creeme pequeña solo tome unos cuantos tragos, tengo que manejar y asegurarme de que todos lleguen vivos a su casa-por alguna razón me reí, él cuidaba a todos sus amigos como si fueran bebés, si estuviésemos en un juego de ajedrez sin duda el sería un peón, poniéndose siempre en peligro por otros.
-Te creo, ¿que tan borracho está David?- en realidad no quería saberlo pero necesitaba una excusa para justificar haberlo llamado a las 2 am.
-Mucho, te estuvo llamando y dijo que le colgaste.
-Lo hice. Yo... Él me dejó... Lo necesitaba anoche y no apareció.
-No lo culpes, está alterado, necesita esto.
-Y porque mierda está alterado y no habla conmigo se supone que soy su novia o algo así.
-No va a poder ir contigo a la fiesta esa.- no puede estar pasando precisamente eso, no ahora, joder mi vida es un desastre.
-¿Que?
-Mira creo que te lo debería contar él mismo pero si no le contestas no puede.
-Pasame lo, ¡ahora!
-No. Debes calmate y a él se le debe pasar esta borrachera así que llamalo más tarde, o mañana. Vuelve a dormir peque. Adiós
Y así terminó la llamada, obedeci lo que me dijo, tenía sentido pero iba a quedar en completo ridículo, no podía fallarme también en eso, ¿porque me dejaría?¿Le avergonzaba que lo viesen conmigo? ¿a quien más le podía decir que me acompañará a la fiesta? Concilie el sueño con todas esas preguntas en mente. Tal vez mi cuerpo pedía ese sueño para que me relajara y dejara de torturarme con preguntas que no podía responder.