Capítulo 6

La reunión con los inversionistas de la conocida franquicia duro mas de seis horas lo cual hizo cansar a Eydan, quien iba caminando cabizbajo a su pequeño pero modesto departamento de soltero. Para ser hombre tenia todo bien ordenado y limpio. Luego de dejar su maletín en una de las sillas de la pequeña mesa que hacia de comedor fue directo al refrigerador y cogió un plato con los restos de la comida de ayer, lo metió al microondas y aprovecho el tiempo para irse a cambiar o mejor tomar una ducha de agua caliente para relajar los músculos y la mente, ya si la comida se enfriaba podría volver a calentarlo. 
- ¿Por qué sigues en mi cabeza? -pregunto a la nada, suspiro. 
Soy un idiota, en pensar en una perfecta desconocida… 
Hundió su cuerpo y la parte inferior del rostro en la tina para luego cerrar los ojos e inundarse en sus recuerdos involuntarios 
Esos ojos los he visto en alguna parte… ¿en dónde?

¡aquí estas Leah! ¡te encontré! 

Una voz nostálgica llena de entusiasmo hacia ecco en un escenario lleno de luz en donde los colores del verano se mesclaban. 
Los recuerdos guardados hasta lo mas profundo comenzaban a salir hacia la superficie del corazón de Leah. 
Los recuerdos de un amigo muy querido 
-no quiero, por favor…no vuelvan 
Duele
El cuerpo de Leah se agacho para recoger los pedazos de vidrio que se habían esparcido al caerse el vaso en el que pretendía tomar agua. 
Mientras recogía un pequeño corte se hizo en uno de sus dedos, la sangre hizo de inmediato su manifestación. 
-Duele… 
Eydan salió de la bañera con una bata puesta y aun con rastros de agua en su cuerpo, que caían en forma de chorritos desde la punta de su cabello seguido en las pantorrillas hasta legar a la planta de ambos pies. 
Camino arrastrando las chancletas azules hasta llegar al microondas 
-esta frio -dijo después de probar una pequeña porción-el clima es favorable para su conservación 
Se dirigió hacia el comedor y comió sin ganas la comida que volvió a calentar. 
-no siento el sabor- por un breve momento presto atención a la silla vacía frente a el y una imagen junto a un pitillo sordo se hicieron presente. Era la imagen de una mujer de larga cabellera y aunque la imagen era pálida se podía percibir que el color de su cabello era oscuro, mostrando una sincera sonrisa. La imagen de la mujer dijo: 
-cariño 
El muchacho con la mano en el pecho intento controlar su respiración antes de un posible ataque al corazón. 
-Las pastillas…- con dificultad cogió su maletín y busco una botella blanca, sin dudarlo por un segundo se trago una de las tantas pastillas de adentro. 
-Estas malditas imágenes otra vez -expiro con disgusto -pensé que se habían ido para siempre 
Entre las distintas cosas dentro del maletín una pequeña libreta algo vieja y desgastada sobresalía 
-…  
Eydan cogió la libreta y busco rápidamente el numero de una conocida. Doctora Diana decía en los apuntes. 
- ¿Debería reservar una cita? 
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El día volvía a comenzar por lo que un nuevo día de trabajo también, un buen día para ir tranquila y sin apuro en un micro cualquiera sin necesidad de encontrarse por casualidad con gente indeseada o al menos eso pretendía Leah. 
- ¿Qué diablos haces aquí? -Dijo frente al único asiento disponible que para su desgracia estaba alado de su indeseado jefe 
- ¡Hola buenos días Leah! 
-Responde a mi pregunta imbécil. 
-jejeje No es por nada, pero te recuerdo que soy tu jefe y me debes al menos algo de respeto. 
-Eso es algo que no te lo mereces idiota. Despídeme si quieres, me da igual. 
Después de su pequeña conversación la chica se alejo lo mas que pudo de su lado sin impórtale estar de pie y que luego se comenzara a llenar de gente.  
-no ha cambiado para nada sigue igual de hostil conmigo su majestad- dijo Iván para si mismo.

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El resto de la mañana paso rápido mientras que la tarde pasaba lento. 
- ¡y luego le dije que ya tenia novio! Debiste verle la cara estaba desencaja, pobre. 
- ¡¿y era lindo?!  
-Pues si tenia un buen aspecto, pero solo eso, además era mas joven que yo. Nada que ver con el. 
-Umm ¿qué aspectos negativos tenía? 
-pues aparte de ser menor, es violento y algo obsesivo. Me di cuenta luego de la primera salida que tuve con él. 
-eres muy observadora Yuliana 
-pues si de hombres se trata hay que escoger bien y cortar toda relación con los tóxicos y… ah! 
-veo que hay mucho tiempo libre para cuchichear- la voz del jefe se hizo presente entre las damas 
-como cree solo le pedía a Leah un trapo nuevo 
-pues claro jefe Iván- como toda buena chica Leah mostro una tierna sonrisa, no sincera desde el fondo claro esta. 
Mientras se creaba una atmosfera que pretendía convencer a Iván...
Aprovechando el momento Yuliana le pidió de solapa el paño limpio a Leah para ir corriendo a limpiar las mesas.  
Unas palmaditas repentinas cayeron en la cabeza de Leah. 
-Bien hecho, casi me la creo con esa sonrisa tuya- sin más que decir Iván se fue ayudar en la cocina. 
Cuando ya no había de la presencia de Iván, la mano izquierda de Leah se cogió el entre brazo derecho calmando los movimientos nerviosos que hacia.
Quería golpearlo 

No hubo mas conversación durante el resto de la tarde, solo palabras necesarias entre los empleados 
- ¿ya te vas Leah? 
-si, ya termino mi turno. Ten-entrego la bolsa de basura que correspondía a su caja. 
-ayúdame con esto please -la mirada tierna de Leah se hizo presente. 
-no te preocupes, déjamelo a mí. 
-eres el mejor Sebastián. Toma mi porción de guarnición. 
- ¿estas segura? No te ayudo por la comida ¿sabes? 
-por su puesto que lo se Sebastián es que…- se acerco a su oído   
-¿…? 
-Estoy a dieta 
-¡…! 
-No le digas a nadie-dijo mostrando un rostro avergonzado 
Vergüenza que contagio al pobre niño que cursaba el primer ciclo de la universidad en sus plenas primaveras. 
-ah… ¡no te preocupes no le diré a nadie! 
- ¡Gracias! ¡nos vemos Sebastián! 
- ¡nos vemos! 
Mientras Leah se iba alejando de la tienda unas cinco cuadras de distancia soltó la risa que contuvo todo el camino sin importarle que la gente la mirara como si fuese un vicho raro. 
Eso mírenme que me importa nada sus horrendos ojos 
-En dieta ¿en serio Leah? 
Ahora se actuar mejor que antes