Capítulo 13

- ¿hasta cuándo planeas seguir en ese restaurante? Puedes hablar con ella cuando quieras ¡son vecinos hombre! - dijo Henry

- Si me salgo de allí, ella trabaja tranquilamente sin mi presencia ¡te apuesto a que estaría feliz! Pero…

- pero

- … solo de esa forma puedo vigilarla y estar pendiente de cada movimiento que hace.

- ¿sabes que suenas como un acosador?

- soy un acosador genial, por supuesto que lo sé- tiro su cabello hacia atrás haciendo una pose seductiva.

- ….

- ella es una mujer difícil, así que debo acostumbrarla a mi presencia para poder acercarme sin que este incomoda.

- haya tu con tu forma de seducir a las mujeres Iván

- solo a esta mujer

- en fin ¿sabes que nuestro padre adoptivo regresa la próxima semana verdad?

- ¿el viejo ese regresa?

-Si. Y ya sabes que él ya no aceptara ninguna excusa para tu ausencia en los negocios

- ese viejo es un dolor de trasero

- y él aun aguanta tus rebeldías

- eso es porque le soy útil es sus trabajos sucios. A si como tú. ¿recuerdas nuestros primeros trabajos?

- ah… esos tiempos. ¿Cuántos recuerdos no? – dijo Henry con un suspiro para luego mostrar una mirada maliciosa

- mientras que un viejo como ese tenga el poder económico las personas de altos rangos son fáciles de influenciar. En fin, vine aquí por otra cosa.

- déjame adivinar umm ya se, quieres la información del asesinato del niño tal ese y así serás el héroe de la chica al descubrir la identidad del asesino de su mejor amigo o tal vez difunta pareja romántica ¡oh valla! ¡eres genial Iván!

-solo quiero la información no tu sarcasmo

- calma hermano. Toma -Henry le entrego un USB rojo – para que combiné con tu cabello

- gracias, es perfecto. -siguió el juego y lo coloco cerca de su cabello para a si demostrar la perfecta combinación que hacían los colores -entonces me retiro

-Hermano

- ¿si?

- sabes que, aunque no tengamos relación de sangre para mi eres la única familia que tengo. Cuida de tu persona por favor.

- Lo sé, tú también has lo mismo. Adiós.

Iván se fue de la oficina de su hermano menor sin voltearse para mirarlo y siguió su camino hacia las escaleras de emergencia. Tras corroborar que se encontraba solo utilizo su magia para movilizarse hacia su pequeño departamento.

Miro el USB que le entrego Henry y recordó esos tiempos cuando lo conoció por primera vez en los barrios peligrosos. Si no fuera por la ayuda de Iván en ese entonces de seguro el pequeño Henry no hubiese sido capaz de sobrevivir.

No fue mi intención involucrarme contigo Henry, pero… si yo no hubiese llegado en ese entonces no, si yo no hubiese intervenido en este mundo ¿estarías vivo ahora?

Suspiro y salió hacia la terraza a tomar aire, sin embargo, el lugar no estaba solo pues Naima recogía la ropa seca.

- ¡oh! Buenos días vecino -dijo alegremente

- buenos días vecina -dijo devolviéndole la sonrisa -veo que le ha favorecido el clima de hoy

- pues sí, me cayó a pelo el inusual clima, si no tendría que secar la ropa que necesitaba con la plancha o la secadora de cabello. El sol me ahorro ese trabajo.

Ambos rieron por el comentario

Ah pero que hombre tan bello ¿Por qué no le gustara a mi prima? -dijo Naima entre sus pensamientos

“su apariencia no me importa” -seguro diría eso

-vecina ¿está usando el caño?

-no. Puede usarlo

-gracias

Naima siguió haciendo su trabajo mientras observada de reojo a Iván quien colocaba agua en una regadera para sus plantas.

-veo que le gustan las plantas vecino

- por favor siéntete cómoda de llamarme Iván, esto…

- Naima

- ya veo. ¿Naima a ti también no te gustan que los maceteros ocupen el lugar?

- ¿he?

- es que ha Leah no gusta verlos en la terraza

- no, para mí no hay ningún problema. Es más, pienso que le dan al lugar un ambiente refrescante

-que bueno, entonces somos dos contra uno- le dedico una sonrisa amable

¿Entonces es verdad lo que me dijo Leah? ¿Todo por las plantas?

-Es que en donde solía vivir estaba rodeado con enormes jardines.

- vaya, que genial. En cambió aquí es todo contaminación ya ni se si el aire que respiro es puro.

- son cosas a los que me debo acostumbrar -dijo iban para sí mismo

- entonces eres extranjero -dijo Naima al escuchar las palabras dichas en voz alta de Iván