hm… ahhh… ahhh
Jadeos se escuchaban en la oscuridad , respiraciones profundas y otras contenidas se mesclaban entre sí. Tales sonidos hacian armonia como acompañamiento para la melodia propia del bosque.
La figura de una mujer estaba muy cerca al suyo invadiendo su espacio personal, mientras acariciaba el pecho desnudo del hombre quien se estremecía al hacer contacto con su piel. Gotas de sudor corrían de muchas partes por la estimulación que la pareja se hacía. La chica que estaba encima suyo estaba apegada a su cuerpo aplastándolo con todo su delgada y linda figura, sus labios fueron invadidos, enredaron sus lenguas y jadearon por aire para luego enredarse con más intensidad. La lujuria los había dominado así que las caricias y besos pegajosos no eran suficientes para satisfacer al cuerpo, había que unirse por completo de otra manera. La chica que besaba el cuello del joven fue empujada hacia abajo cambiando posiciones. Ambos jadeaban pesadamente, el hombre bajo lentamente su mirada pasándose de los ojos rubies a los labios dulces de su acompañante para luego besarlos con suavidad, luego beso su mejilla, la garganta, el pecho continúo bajando hasta llegar al vientre, se detuvo y luego miro los ojos rubies de la chica pidiendo su permiso
-ah…ah…ah…
La chica intento calmar su respiración, pero era inútil
-esta bien
Una vez dado el consentimiento el joven se puso en posición para poder entrar
La noche era muy oscura y aunque una estación llegaba a su fin todavía hacia frio, pero en esta habitación el cuerpo de un joven se encontraba caliente, respirando pesadamente.
- ¿Qué diablos a cavo de soñar? -el joven se tocó el cabello que estaba empapado de sudor, su polera estaba mojada y ni que decir de la ropa inferior. Ni cuando era más joven tenía esos tipos de sueños
¡era tan realista!
-carajo
Se fue directo al baño para tomar una ducha de agua fría
Mientras se refregaba el cuerpo no pudo evitar pensar en esas imágenes que soñó. Ojos rojos, labios dulces, cuerpo delgado. Tenía que admitirlo era un buen sueño era mucho mejor que esas películas pornográficas que sus compañeros le obligaron a mirar por compromiso. Para Eydan la mujer era una figura delicada que debía tratarse con cuidado para que no se rompiera, aunque sabia por internet y las noticias que había un montón de mujeres deportistas y con cuerpos musculosos, eso no significaba que debía discriminarse, una mujer es una mujer a si que debe ser tratada con sumo cuidado.
Pero la persona que se entrelazaba con la mujer de sus sueños tenía pensamientos lujuriosos de querer poseerla y romperla debajo de él ¡que desvergonzado! ¡que absurdo! ¡¿Cómo podía sentir vívidamente lo que ese desconocido sentía?! ¡ese hombre no era el! Aunque sonara un poco vergonzoso ¡él nunca había estado en una relación con alguna mujer! A si que era ajeno a ese tipo de sentimientos y deseos, siempre se concentró en trabajar duro para ganar su libertad a si que el amor podía esperar y tomarse su tiempo pacíficamente a que llegara ¡lo primero eran sus prioridades!
-Esto es estresante -suspiro saliendo de la ducha mostrando su cuerpo bien formado. Las gotas de agua se deslizaban de su cabello desordenado y húmedo, hacia su cuello luego a su pecho para luego seguir hasta su vientre y perderse siguiendo su camino.
-solo fue un sueño ¡un absurdo y estúpido sueño! -trato de olvidar todo respecto al sueño, pero lo único que no podía olvidar por completo era ese color de los rubies que ya los había visto anteriormente en los ojos de Leah.
.
.
.
Los días habían pasado y la temporada de invierno llegaba a su fin para dar comienzo a la primavera.
Los días en el restaurante para Leah fueron sofocantes pues tenía que lidiar con la presencia de Iván que no le daba tiempo para dar un respiro en el trabajo a si que solo le quedaba seguir mostrando su falsa sonrisa de cortesía.
Por su lado Iván se divertía acosando a la chica cuando estaban solos. Hacía de la vista gorda de la incómoda escena que protagonizaron la noche anterior.
Sus acciones eran las siguientes
Como si de un niño se tratase hacia trucos de magia dándole pequeños regalos como una flor o una moneda de chocolate
- ¿Leah que es eso? ¿Un admirador? -pregunto Juliana en una ocasión cuando encontró una rosa cerca de la caja.
-Se le olvido a un cliente. Como no ha venido a reclamarla será mejor tirarla.
Sin vacilar lo arrojo al tacho de basura
-ahí es donde pertenece
Y así los días seguían pasando ella rechazando los intentos de cortejo de Iván y este encontrando gracia a cada expresión de la chica mostrándole su lado más sensible.
Por otro lado, Eydan seguía ocupando su mente en terminar sus pendientes que constantemente siempre se acumulaban en un trabajo de la oficina. Pero esta vez lo terminaba en menos tiempo he iba por más para mantener ocupada su mente.
-veo que mi mano derecha cada día se supera en el trabajo -dijo con voz burlona, al parecer este chico sabia algo.
#32199 en Novela romántica
#15042 en Fantasía
amor desilusion encuentros inesperados, tiempo y dimension, maltrato dolor sufrimiento angustia
Editado: 12.03.2022