Al final lo único que logre en esos 2 años perdidos fue, casi acostarme con un compañero de clase, y darme cuenta que soy un asco para música.
Aunque en esos 2 años me sirvieron para concerme mejor y descubrí que soy mejor en los libros de lo que creía, ahí fue donde me decidí por mi carrera universitaria Letras.
Fueron dos años donde mi vida cambió definitivamente, en esos 2 años perdí y gane, llore, reí, ame, me escape, aprendí y por supuesto no me gradue.