Año 2012, y se supone que este sería el año en que todo acabaría... Y sí que acabo.
El 1 de marzo es mi cumpleaños, cumplía 22 años, sin hijos sin novio. Pero no esperaba lo que sucedería después.
A los 10 días murió mi abuelo, han pasado 7 años ya desde que lo perdimos, y aún lo extraño.
En abril mi hermana menor queda embarazada, la primera de nosotras cuatro. Fue una noticia difícil de digerir en su momento.
Y cuando pensamos haberlo superado, las cosas no salieron tan bien como esperábamos.