Negro, tal que pantalla vacía,
es tu cuerpo. Tu piel Hipnotiza...
Brilla sobre todo, o se esconde,
se esconde de todo.
Digo: "¿Dónde estamos, Selene?"
(hoy sé que te llamas "Selene".)
"Ahí, en donde nos conocimos"
Eso parece que escucho.
Nunca, nunca dices mi nombre.
"¡Qué triste tu mirada, Selene!
Hoy eres triste, triste y negra,
y tu tristeza se me contagia."
Hoy somo una masa, como humo.
Una nube, una neblina, una lluvia.
¡Mira qué bellos nos vemos hoy!
Tú, Selene, bella e intocable,
pícara, alta, bella e indiferente.
Muy lista, siempre inteligente.
Selene, hoy eres negra y poco,
poco te ves en la negra noche,
pero eres más visible que yo.
Yo que te contagié mi tristeza,
que te traigo a la obscuridad,
que me siento tan lejos de ti,
como este bosque de tu tierra
le es lejano a la gran luna.