Miriam
—¿Está Miriam? Necesito hablar con ella.
—¿Qué haces aquí Pablo?—Salgo de la cocina sin acercarme mucho a la puerta.
Mimi sin decir nada desaparece entrando al salón con cara de enfado.
PABLO CARALLO...
—Por lo que veo que estás con la tía esa... ¿Aprendió educación o sigue siendo como siempre?
—Pablo vete de mi casa—Dije acercándome a la puerta ya cansada.
—No hasta que hablemos.
—No tengo nada que hablar contigo—Dije tajante—, ahora vete de mi casa.
—Miriam...
—¡Qué te vayas joder!—Alzó la voz cansada de verle—No tengo nada que hablar contigo.
—Miriam joder necesito tu ayuda.
—¿Ayuda? Joder Pablo...
—No me...
—Mira chato, te ha dicho ya que te vayas muchas veces, así que si tienes un puto mínimo de respeto te estás largando—Me sorprendo al escuchar a Mimi detrás mía.
—Mira, esto es entre Míriam y yo, así que no pintas nada...
—Dios chaval me estás colmando la paciencia...
—Mimi...
—Miriam he venido porque necesito tu ayuda, así que por favor como dos adultos...
—¿Adulto tú? Si un bebé tiene más madurez que tú...
—Pablo, adiós—Sin dejar que lo impida cierro con rabia la puerta—. Lo siento...—Agacho la mirada sin ser capaz de mirarla. ¿Por qué? Ni yo lo sé...
—No me tienes que decir lo siento tía...
—Pero te he visto antes...
—Que me cae como la mierda, no significa que este mal contigo—Me agarra de la cintura acercándome a ella—, además... creo que estábamos en un momento importante, ¿no gallega?
Solo ella es capaz de conseguir que la llama no se apague.
∞
—Me voy a tener que ir a ensayar con las niñas—Veo como se viste.
—Si quieres que nos veamos esta noche—Me incorporo, poniéndome la camiseta—, si no tienes nada que hacer.
—Vienen unas amigas de Grana' y me pedí unos días pa' estar con ellas—Asiento sería—. Si quieres cuando se vayan nos vemos.
—Claro—Me levanto para acompañarla a la puerta—. Nos llamamos.
Me da un sonoro beso en la mejilla, dejándome ahí parada como una tonta.
¿Me da rabia qué se haya ido así? Si, mucha. Pero no somos nada para sentirme así. Al fin de cuentas sólo ha sido un par de polvos como los de antes.
Cierro y entro a la sala, dejándome tirar. Loleta comienza a jugar con mi zapatilla, hasta que se la doy para que haga lo que le plazca con ella. ¿Estaría bien acabar de organizar los temas que me gustaría que entrara en el disco? Miro el móvil y me doy cuenta que en menos de unas semanas me voy a Londres para grabar el disco, lo que significa que estaré fuera por más de dos meses, pensando en que todo vaya perfecto a la primera.
Saco todas las libretas y hojas sueltas, la guitarra y comienzo a repasar uno a uno todas las letras e incluso acabar algunas incompletas. Tengo miles de ideas para las letras que no entre en los discos, pero al día de hoy veo difícil que aunque sea uno llegue de verdad hacerse.
—¡MICKEY!—Doy un brinco al ver a mi hermano en la casa—Estuve más de diez minutos tocando y ni cuenta te diste. Menos mal que traje la llave que me dejaste.
—Carallo Efren me asustaste dios—Me levanto dejando todo de por medio y le doy un fuerte abrazo.
—Pensaba que hoy ibas a donde Magalí—Enganchada el, vamos al sofá—. Ui... Miriam, te pasa algo.
—¿No puedo estar abrazada a mi hermano sin querer nada a cambio?
—En una hermana normal si, pero en ti...
—Vino Pablo...
Un silencio tenso se hace en la sala. Observo detenidamente cómo el rostro de mi hermano se tensa por segundos, mostrando como se enfada. Es raro en él, ya que es el pacífico de la familia.
—¿Está en Madrid?—Asiento sin saber que decir—Escuche que llevaba tiempo fuera de Pontedeume sin que ni su propia familia supiera nada.
—Vino porque necesitaba un favor...
—Dime que...
—Le obligue que se marchara. No quiero nada de él y menos después...
—Dios como lo encuentre...
—No harás nada Efren...
—Miriam...
—No pienso dejarle entrar de nuevo en mi vida, lo juro…