Desilusión

Liam les dios la espalda, estaba aturdido, aquellas palabras eran como miles de abejas zumbando en su cabeza. Esa mujer no podía estar diciendo la verdad, el maestro no sería capaz de engañarlo de aquella manera, él le había enseñado todo, él le había hablado de la profecía, él lo había convencido que la bruja blanca era la perdición y que solo él podía destruirla. “Liam el libro sagrado lo dice, lo afirma…la luz caerá ante las tinieblas y la luna se convertirá en hielo, solo el hombre santo podrá con la bestia…y ese eres tú”. Él lo creyó aunque jamás vio aquellas escrituras. El maestro le había hecho creer que él era el hombre santo que había nacido el día en que los tres cometas surcaron el cielo…el jamás supo quiénes fueron sus padres.

Joy se le acercó lentamente, no sabía que decirle, pero si estaba seguro que para seguir solo era posible la verdad.

_Mira chico, lo que esta…-la miró con rabia contenida-lo que Aika acaba de vociferar, es verdad, tu querido maestro no está muerto, el creyó que si tu creías eso te envalentonarías y maravilla serías el héroe.

_No necesitaba hacerme sentir ese dolor para eso…yo lo consideré siempre como un padre, daría mi vida por él…

Joy coloco sus manos detrás de la espalda y lo miró pensativo.

_Todos en algún momento hemos creído en alguien…y nos defraudo.

Liam movió su cabeza negando sin entender.

_No voy a comprender esta situación, crecí sabiendo que debía destruir a la bruja blanca…por qué él me tendría que engañar para…no entiendo.

Aika lo miró directo a sus ojos contenidos de lágrimas.

_Por qué en el momento que la veas dudarás en hacerlo…

_Jamás dudaría-dijo en un grito Liam

_Pues te puedo asegurar que sí lo harás, ¿por qué crees que aún sigue viva?, ¿Crees que eres el único que ha intentado matarla?...no muchos han perecido sin regreso ante está misión…tú no eres distinto, créeme fallarás igual que todos.

Liam se acercó a Aika con rabia y con frustración. Ella le sostuvo la mirada.

_Estás muy segura de muchas cosas mujer pero tú no me conoces, no sabes nada de mí.

Aika sonrió de manera sarcástica.

_No hay demasiado por saber de ti…eres un niño asustado criado bajo las faldas de un monje mentiroso que lo único que conoce son las mentiras que ese viejo te dijo…tú no sabes nada.

_Cállate…-dijo Liam preso de una ira que nunca había sentido.

_ ¿Quieres pelear conmigo monje?...anda hazlo date ese gusto.

_Basta ya!-grito Joy sin paciencia y tomando su cayado y colocándolo entre los dos-Me tienen harto, desde que se vieron están en esta ida y venida como dos pelmazos. Vamos ya está descansemos si aún quieres seguir monje tendremos mucho camino por recorrer.

Liam contuvo la mirada y respiro hondo, esa mujer no lo denigraría iba a demostrarle que él no era como todos, aunque a ciencia cierta no tenía ni idea lo que era ser como “todos”