Bloody Valentine (acoustic)- Machine Gun Kelly.
Habían pasado casi dos semanas desde que llegamos, y me atrevería a decir que estaban siendo las mejores semanas de mi vida.
Asher y yo habíamos disfrutado como críos de todas las cosas sencillas y cotidianas que antes no habíamos podido experimentar. También nos habíamos convertido en adolescentes pudiendo hacer lo que era normal dada la edad, pero que nosotros no pudimos disfrutar. Es decir, habíamos ido a nuestra primera fiesta, habíamos ido de compras por mercadillos y tiendas de segunda mano, que habían acabado conmigo comprando incienso y limpiando la ropa con él al volver al motel. Además de ir al cine, algo antiguo, y por último nos habíamos quedado mirando cómo salía el sol con música y un par de botellas, de algo que no recordaba, como compañía. Cosas que aparentemente eran normales y nada excepcionales, pero que estábamos comenzando a descubrir. Incluso el hecho de pasear tranquilos hasta tarde se sentía excepcional, sin preocupaciones todo era diferente.
Todo esto sería temporal porque acabaríamos por tener que buscar un trabajo y tener que sentar la cabeza, pero de momento no teníamos porqué pensar en ello.
Llevábamos todo el día dando vueltas con el skate mientras íbamos por barrios de las afueras llenos de graffitis increíbles, con ambos riéndonos de nuestras pocas dotes para el dibujo y el arte en general aunque nos fuéramos haciendo los críticos de arte. Sacándoles interpretaciones y sentidos absurdos a los graffitis. También habíamos estado bailando en medio de una plaza al ritmo de la guitarra de un viejo músico al que le había alegrado tener un público tan entusiasta.
Había sido una buena semana. Definitivamente nos sentaba bien la libertad.
Ahora estábamos dando tumbos buscando una entrada de metro, pero como todavía no conocíamos del todo la ciudad y aún no nos habíamos montado en el metro no teníamos ni idea de donde poder encontrar una. Una buena opción sería mirarlo en el móvil, pero ninguno queríamos gastar los datos en cosas pequeñas, preferíamos invertirlos en hablar con Yun y Kane.
Yo había estado hablando a ratos con Yun durante estos días, la echaba de menos, pero me alegraba saber que estaba bien y que aunque habían ocurrido unos cuantos disturbios ella estaba bien, al igual que Kane. También era bueno saber que ahora que estaban solos ella no podía evitar a veces sentir cierta ternura por Kane, antes fingía de malas maneras ser inmune a ella, y sus disimulados intentos de coquetear con Yun sin que ella se diera mucha cuenta. Eran demasiado tiernos ambos en su extraña forma de ligar, me hubiera gustado ver más avances, pero parecía que poco a poco Kane se iba lanzando. Además aunque Asher no estuviera ahí presente le había estado regañando varias veces en videollamada la pasada noche por su supuesta falta de iniciativa, no pude evitar reírme al acordarme de sus pequeñas, pero graciosas, disputas.
— ¿De qué te ríes, cariño? — pregunta Asher antes de volver a subirse a su skate.
— Nada importante, solo me acordaba de la videollamada con Kane del otro día.
— Ese maldito idiota. — se rió con cariño. — No sé cuándo se dará cuenta de que está perdiendo mucho el tiempo, una chica como Yun está destinada a volar y él cree que si la confiesa lo que siente la atara, pero no se da cuenta de que puede volar con ella. No sé que habrá que hacer para que lo entienda.
— Que profundo, pero te entiendo. Simplemente déjale su tiempo, a lo mejor no es su momento y es mejor no forzar las cosas.
— Claro, ¿deben esperar hasta que el destino haga acto de presencia, no? — se burló Asher dejando entrever una pequeña sonrisa.
— No te burles idiota.
— No lo hago, solo me hace gracia molestarte.
— Oh que amable por tu parte.
— Estoy lleno de virtudes.
— Me sacas de quicio.
— Gracias, iré a preguntar dónde está el metro a ese señor antes de que me asesines. — puse los ojos en blanco y pare el skate con cuidado de que la falda no se me subiera aunque llevara una chaqueta atada a la cintura que impedía casi cualquier movimiento de esta.
Asher no tardó mucho en volver y guiarme hacia donde ir, cuando llegamos ambos cogimos nuestros skates en la mano y comenzamos a bajar, medio trotando, las escaleras de la entrada. Ninguno habíamos montado en metro antes, ya que nuestra ciudad al ser tan pequeña, en comparación con esta, no tenía. << No habíamos hecho muchas cosas.>>
No teníamos mucha idea de cómo iba a ser en realidad porque nuestras expectativas se basaban en lo que habíamos visto en las diferentes películas y series americanas, así que esperaba no quedar decepcionada.
Llegamos a una pequeña entrada, que era toda gris y que parecía que tanto las paredes como los suelos estaban hechos de mármol por la forma en la que brillaba. Sinceramente, me lo hacia esperado todo un poco más sucio por la cantidad de gente que entraba, pero de forma sorprendente estaba todo muy limpio. Colgados en las paredes había un montón de planos de las líneas a los que Asher y yo nos acercamos para saber por lo menos donde estábamos. <<Información básica que es bueno tener en cuenta.>> Nos daba un poco igual a donde fuéramos con tal que tuviera vida y algo que ver, y si encontrábamos un parque de skate mejor. Lo único importante es que por la noche o a la hora que fuera pudiéramos volver sanos y salvos al motel, donde acabáramos antes nos daba un poco igual.
Asher se puso a mirar las diferentes estaciones y los sitios de "interés" que había cerca, además de sí había algún evento gratuito o barato al que poder ir. Yo me apoyé contra la pared y fui observando a la gente sacar los tickets mientras comenzaba a imaginarme sus vidas. Deje a Asher apañarse porque le gustaba bastante eso de hacer planes, era bastante organizado y perfeccionista, por lo que sí estaba tardando tanto es que estaba barajando varias opciones y estaba teniendo en cuenta que luego pudiéramos volver. Como yo para esas cosas carecía de paciencia prefería dejarlo a él hacer y deshacer. Total, a mí me iba a gustar cualquier sitio aunque no tuviera nada porque estaba con él.