Cerca de los bosques de la ciudad y ahora ruina que fue llamada hace algunos años, Dragnof, se encontraba durmiendo un dragón de escamas rojas y varias cicatrices en su rostro, plácidamente bajo la sombra de un árbol, dicho dragón escondía sus extremidades bajo sus gigantescas alas.
Al sentir una presencia cerca, abrió uno de sus ojos para mostrar una pupila dorada y rasgada, aquella vista tan afilada cayó sobre un pelinegro que vestía una túnica negra, en sus brazos llevaba un pequeño pelirosa que tenía apenas unos 5 o 6 años de edad.
— Ya llegaste — habló el dragón mientras se levantaba de su siesta. El pelinegro se acercó y acostó al pequeño pelirosa cerca de una de las gigantescas latas del dragón — Ese es el mocoso —
El pelinegro asintió brevemente — No le apliques el sello — el dragón que no se esperaba aquello miro al pelinegro detalladamente.
— Sabes que significaría eso ¿no? — el pelinegro asintió.
— Si, pero sin el sello aplicado ... jamás olvidará su misión, y junto a su maldición y la magia que le enseñaras, estoy seguro de que la cumplirá rápidamente — una pequeña sonrisa de melancolía se pintó en su rostro, sin darle una oportunidad al dragón hablar, el pelinegro se marchó bajo su mirada, pero lo que no notó el dragón fue que al azabache se le escapó una pequeña lágrima — 'Adiós Natsu, muy pronto nos volveremos a encontrar' —
< ☆☆☆ >
— Fire Dragon Roar — una potente llamarada de fuego cubrió todo el extenso valle frondoso y de exuberante vegetación, que en pocos segundos todo fue reducido a nada. En el centro del calcinado bosque se encontraba un chico de 7 años, cabello rosa, un pantalón blanco que le llegaba a los tobillo, nada cubriendo su torso y una bufanda blanca en su cuello — Viste eso Igneel, mis llamas serán más fuerte que las tuya si sigo por este camino — le grito a un dragón rojo mie tras sonreía de oreja a oreja, el dragón solo se cruzó de brazo y puso una pequeña sonrisa.
— 'Este mocoso es un verdadero monstruo, su maldición potencia por completo a su fuego, eliminando todo el freno mágico que crea el fuego para evitar quemar a su usuario, sin ese freno, el fuego podría salir tan potente como las llamas del sol ... Negacion, posiblemente la maldición más fuerte que hay entre todos los Etherious' — pensó el dragón sudando un poco, la maldición de Natsu recibe el nombre de Negacion, su concepto es muy simple, puede negarlo todo, incluso la vida dr su oponente — Bien Natsu, ahora utiliza el puño de hierro en aquel árbol — señaló a un arbol gigantesco que estaba a unos metros del límite de quemadura que había echo Natsu en su anterior ataque.
El pelirosa asintió y se paró a varios metros del árbol — Fire Dragon Iron Fist — golpeo el árbol mientras su brazo era rodeado de llamas, al hacer contacto con su objetivo, hizo un pequeño estallido que calixto todo a su alrededor pero el árbol estaba con solo una pequeña quemada — ¿Eh? —
— Te contuviste, debes atacar a matar si quieres cumplir tu misión, sabes bien que no es tarea fácil Natsu — el pelirosa asintió y se volvió a parar frente al árbol.
Las llamas no se esperaron para aparecer en el lugar, pocos segundos después las llamás que eran entre rojas y naranja cambiaron a un dorado color sol — Sun Dragon Iron Fist — todo el lugar se redujo a cenizas, el árbol, la tierra completamente carbonizada, una gran mancha negra de apenas un kilómetro de largo, toda la vida dentro de ese radio dejó de existir.
— Mocoso, estoy muy orgulloso de ti —
— ☆☆☆ —
A varios kilómetros de allí, se encontraba un pelinegro siendo acompañado por una mujer de cabello rojo que vestía solamente unos trapos desgastados, de la nada pudieron ver una gran explosión de fuego dorado y sentir el calor más grande que alán sentido en toda su vida.
El pelinegro al ver eso sonrio, acción que fue notada por la mujer — ¿Sabe que fue Zeref-sama? — preguntó la mujer viendo al azabache.
— Natsu — murmuró el, pero la mujer lo escuchó perfectamente "Natsu" un nombre que jamás escucho pero sin saber que en el futuro lo vería — Nada Irene, mejor sigamos — con eso dicho el hombre se retiró siendo seguido por la mujer de cabello rojo.
— ☆☆☆ —
— No hay duda ... no la hay — dos mujeres que se encontraban frente a un joven de cabello negro y sujetaba a un libro carmelita en su mano, quien reía como un loco al sentir el estallido de magia que ocurrió hace poco.
— ¿Que sucede Mard Geer-sama? — preguntó una azabache manteniendo un rostro sereno e inexpresivo.
El azabache miró a las dos mujeres frente a el y sonrió un poco — Ustedes no habían existido cuando aquello sucedió, pero esa sensación, esta sensacion que ocurrió ahora es la misma de aquella vez, no hay duda de eso, Máster volvió a aparecer —
— ¿Máster? — preguntó la segunda mujer, su cabello era de color verde y una figura que sería la envidia de toda mujer — ¿A que se refiere con Máster Mard Geer-sama? — volvió a preguntar