Con el castillo sin magia, las brujas pudieron salir, e ir a casa, al menos hasta que se aclararan las cosas con el padre de Lucy, dos días después, estaban de regreso, el padre de Lucy había desaparecido, era toda la información que tenían, pero Susie vestía de negro, decían que había muerto en un enfrentamiento, aunque nadie sabía realmente la verdad, los rumores iban desde su secuestro, hasta su posible traición.
Como medida preventiva, las personas implicadas en la situación del baile, fueron puestas en confinamiento, mientras eran interrogadas con una capa de la verdad, varios de los jóvenes implicados fueron vetados para el resto de sus vidas de la relación diplomática que tenían con las brujas, y se les negó todo intento de defenderse.
En el calabozo, Evie se removía incómoda, el interrogatorio sería por orden cronológico de los acontecimientos, debido a su participación en la casi destrucción del castillo, sería interrogada al final.
Le había sido imposible hablar con Katy, o Cristine, y mientras Katy estaba fuera de todo aquello, Cristine estaba obligada a aceptar las condiciones del interrogatorio, las matriarcas de las casas habían aceptado, y no daban indicación alguna a las jóvenes brujas, hicieron un pacto, hasta donde Jannie Grehnne había comentado con su familia, y hablar rompería la relación mágica que estaba bastante deteriorada.
Con la situación, el torneo se extendió, tendría lugar a fin de mes, diez días después de lo planeado por el consejo, aunque nadie estaba molesto realmente, era más tiempo para presentar y perfeccionar los hechizos.
En casa, Jannie estaba más que complacida de la situación por la que había pasado Evie, y aunque consideraba a su nieta una mujer dulce, sabía que estaba muy cerca de posicionarse en el consejo.
—Espero que no me malinterpretes, lo que has logrado ha sido extraordinario, magia impresionante, pero no única, y tampoco imposible, quiero que lo entiendas.—Grace estrechaba a su hijita entre sus brazos, con una manta, mientras hablaban luego de no verse en tal intimidad en mucho tiempo.—Estoy segura de que Lucy podría haberlo echo, lo mismo que quizás Cristine, pero por alguna razón, Lucy decidió acatar las órdenes de su madre.—Grace entonces, miró a su hija a los ojos asegurándose de que percibiera las palabras que quería expresar con su mirada.—Estamos en peligro, más que otras veces en siglos, y estoy preocupada, tu abuela salió de pronto, y al volver era una tumba, ella que nunca ha tenido secretos conmigo, me privó de información que sé que será de vital importancia.
—La abuela no haría algo de no saber que estaremos bien.—Evie frunció el ceño, no muy segura de sus palabras, después de todo, Jannie le había ocultado que su madre era una bruja.
—La situación, es que creo que puedes hacer algo para enterarte, porque yo cuando lo sepa, no podré decírtelo.
—¿Cómo estás tan segura de que vas a saberlo?
—Mi madre es una mujer inteligente, Evie, sólo estaba buscando un momento adecuado, entonces podré hechizar a una de sus amigas, para indagar en sus recuerdos, así hemos logrado enterarnos de todo, toda la vida, no es la primera vez que un secreto ha sido sellado de la boca de mi mamá.
Evie la miró confundida.
—Y quiero que tú hagas lo mismo, sé que puedes, tienes que decirle a Cristine, y tienen que lograrlo antes del torneo, es importante, deben practicar hasta lograrlo, y deben hacerlo indoloro.
—Espera ¿Duele?
—Bastante, dolor emocional, dolor físico, depende, pero Cristine hará por ti lo que tú por ella, y ahora, Evie, no deben alejarse, deben permanecer juntas, y deben esforzarse por lograrlo, cuando lo logres, tendrás que avisarme, Cristine me leerá a mi, tú a su madre.
—¿Cómo estás tan segura de que puedo hacerlo?
—Porque eres una Grehnne.
—Y somos todopoderosas, eh.
—No. Y grábatelo bien, hacemos lo que es necesario para protegernos, y para proteger a nuestras brujas, porque es tu responsabilidad, y porque en algunos años, cuando yo muera, serás quien lidere tu familia, y quien se encargue de proteger a las brujas que tomarás bajo tu promesa, y debes ser alguien en quien confíen, debes ser capaz, y debes saber muchas cosas ¿Me has entendido?
—Sí, mamá.
—Voy a cocinarte unas galletas, puedes ayudarme si quieres.
Cuando Evie volvió en sí, y presenció su realidad, estaba en un calabozo muy cómodo, con aire acondicionado, sin ventanas, con un silloncito, y una cama cómoda y limpia, aunque sin magia.
Podía enterarse de la cantidad de personas que quedaban, porque los calabozos se agrandaban.
—Oye, tú ¿No te parece poco ortodoxa nuestra situación?—Dijo al prisionero a su lado.
—Es que las brujas son muy tramposas, Evie.
—Perdona ¿Cómo sabes quien soy?
—Por tu olor, hueles a sal.
—¿Steven?
—El mismo.
—Vaya compañía.
—Quizás prefieras al que está detrás de tu celda, es el greñas, aunque quizás no, no es tan guapo como yo, claro, por cierto, Evie ¿Crees que podrías decirle a Cristine que quiero salir con ella?
—¿Te parece que tengo cara de mensajera?
—Un poco, sí.
Evie se quedó en silencio.
—La verdad es que no, pero no puedo contactarla, no tengo su teléfono, no podemos salir de la escuela, porque las cosas están un poco tensaaaaas, es más, la cita la quiero en el próximo baile, si hay uno.
—¿Por qué no se lo dices tú, eh?
—Que curiosa eres, por eso le caes bien, me temo que nuestra conversación será para otra ocasión, vendrán pronto por mi, deberías hablar con el greñas, un mexicano le puso el apodo, según él está vergas ¿No te parece? En fin, está en la celda tras la tuya, si le hablas muy pegada, podrá escucharte bien, de todas formas ya no hay nadie de tu otro lado, podrás hablar con libertad.
Cuando escuchó la celda contigua abrirse, sin mucha esperanza, se acercó a la pared trasera de su celda.
Editado: 07.08.2021