Colonia asiática.
Quizás se pregunten como la colonia asiática y la latina pueden quedar tan cerca. La realidad, si te estás apoyando en un mapa del mundo antiguo, pues ni modo, pero quizás si vieras la nueva tierra entenderías.
Los antiguos continentes se han fusionado en su mayoría de tal modo que la antigua América del Sur y Eurasia están conectadas por un estrecho de tierra. Las colonias están cerca una de otra, por lo que se puede ir pasando por un puente luego de utilizar el transporte público que va mucho más rápido que un arcaico tren bala. Además, se traslada tanto por encima como subterráneo dependiendo de la zona como un viejo metro, algo así como diez veces con más tecnología.
Por supuesto entre ambos territorios hay puestos de control y debes tener mayormente permiso de trabajo o algún tipo de pase para entrar, las colonias son complicadas en el nivel político. A pesar de todo lo que ha pasado, aún hay asperezas.
—Buenas noches, señor Kim, bienvenido a casa. Su cena está lista y ya limpié y organicé su estudio.
—Ummm, gracias. Ya terminaste el libro que te procure.
—¡Anja! Muy interesante la historia de nuestros antepasados.
—Así es. —Estábamos en su estudio, el señor Kim estaba buscando entre sus estantes de libros—. Te daré este libro, sé que te gustara.
—¡Okey! Puedo hacerle una pregunta.
—Claro.
—Ehhh…es sobre los asiáticos. Quería saber si aún mantienen sus leyes de que cada clase tiene su lugar y que no se deben ligar con otras colonias.
—Eso no es una ley mi querida Alexa, es una forma de mantener nuestro linaje y costumbres vivas. Verás, antes en la antigua tierra nos dividíamos en dos Coreas, pero ahora nada nos separa debido a todos los cambios ocurridos. Y aun de este modo los límites continúan, porque crees que sucede.
—Por lo mismo que las guerras empezaron y acabaron con este planeta, los gobiernos.
—¡¿Será?! Consideras en serio que los presidentes y las personas que servían al estado eran totalmente los culpables.
—¡¿No lo eran?!
—La riqueza corrompe mayormente, crea codicia y miedo a ser pobre. El miedo y los fanáticos pueden destrozar un país, quizás a un me quedo corto, que tal el mundo. Los intereses de los ricos mueven al mundo aun hoy, luego de seguir viviendo por pura casualidad.
>> Mientras que aquellos que creen en algo con los ojos cerrados, siguen imponiéndose sobre otros, aunque muchos crean que es una estupidez. Y si, aun, es la respuesta a tu pregunta. Ahora más que nunca se tiene prohibido por algunos sectores de la sociedad asiática casarse con un extranjero.
—Es gracioso, Gaia casi logra desaparecernos y en vez de ser mejores, aunque se nos ha permitido evolucionar nuestra mente continúa siendo bien corta. Aún queremos hacer a unos más pobres que el otro, suscitar diferencias por pertenecer a un lugar u otro y esclavizarlo de una forma u otra. ¿Por qué?
—¡Ja! Un misterio, lo malvado que puede llegar a ser uno, no lo piensas, como si lo lleváramos engranado en nuestro ser.
—Supongo, lo peor es que nada puedo hacer.
—No es cierto… puedes luchar por cambiar.
—¡¿Anja?! No me interesa ser Robín Hood.
—¡Ja, ja, ja! Muy graciosa.
Sonreí, el señor Kim era la persona con menos humor en las colonias. Leí la carátula del libro nuevo que me entrego.
—¡Wow!!! ¡¿Me prestará un libro de arqueología?!
—Opino que estás lista para empezar a empaparte, en lo que quieres estudiar. La arqueología siempre ha tenido su riesgo, pero hoy en día es más peligrosa con tanta tierra hundida. Un arqueólogo no hace solo un equipo, necesitas a muchas más personas contigo;
>> geólogos, buzos, biólogos, gente que sepa de supervivencia, oceanologos, personas preparadas para explorar este nuevo mundo. No solo se hundieron las tierras sucumbiendo miles de personas y animales…
—Lo sé, progresamos, pero no solo nosotros, las criaturas más tenebrosas han resurgido y otras evolucionaron. Ejemplos como el regreso del Megalodon en una forma más avanzada.
—Exacto, por lo que tu trabajo es más terrorífico.
—Alguna vez se ha enfrentado al ultramegalodón u otra especie.
—Una vez… fue cuando perdí a la mitad de mi grupo.
—Lo siento, debió ser duro.
—Lo fue… Es por eso por lo que ahora tengo un grupo dedicado a crear instrumentos capaces de detectar a estos monstruos y defendernos.
—¡¡¡Tío!!! ¡¡¡Estás aquí!!!
—Léetelo y verás si por fin es tu carrera. Regresa a casa que, ya es tarde.
—Gracias, señor Kim, nos vemos la próxima semana.
—Estudia porque pienso preguntarte.
—Claro. —Sonrió y en eso veo llegar al dueño de la voz, quien le dio un fuerte abrazo al señor Kim. Cuando logré observar su rostro me paralicé, al parecer no me reconoció o no quiso hacerlo. No podía quedarme en ese estado y llamar la atención del señor Kim, así que obligue a mi cerebro a reaccionar—. Bueno me marcho, adiós.