– Después de llegar de trabajar me quedé dormida en el cuarto principal fue tan profundo mi sueño que no desperté hasta el sonar de la alarma.
– ¿Qué hora es? –Decía somnolienta. ¿6:50am? ¡NO PUEDE SER TENGO 15 MINUTOS! Me falta ordenar mis cosas, bañarme, hacer mi desayuno... Bueno aunque no bañarme un día no me hará daño. Ay ya mejor me apuro.
– Me levanté apresurada, lo primero que hice fue acomodar mis utiles, me preparé mi desayuno y cuando ví el reloj marcaba 7:05am ... Salí corriendo, ya que las puertas cerraban 7:10am; llegué de milagro fui la última en entrar con eso sonando la campana de fondo no pude tomar ni un respiro, fui directamente a mi salón.
– Fui caminando y sentía las miradas en mí y no los culpaba imaginar que una de las personas "más arregladas" De la escuela viniera así de un momento a otro daba un giro inesperado, ¿Dennis y Oscar? Solo suponía que se burlaban de mí mientras que Ulises no veía nada porque no le beneficiaba nada de mí pero procuré ya no darles importancia ahora que iba a trabajar en el negocio de mi madre no tenía mucho tiempo libre; el día estuvo completamente tranquilo para mí hasta me estaba quedando dormida y eso jamás lo había experimentado tal vez por estar tan quieta de repente, fue hora del almuerzo y no obtuve respuesta de Ulises, terminó el horario escolar y tampoco obtuve respuestas de Ulises ni de Damián...
– Todos mis días empezaron a tener la misma rutina, era difícil tener orden pero sé que podía manejarlo, no lo quería dejar un buen tiempo porque me estaba distrayendo de mis pensamientos tóxicos así como sobrellevar la "supuesta amistad" Que tenía... Fue un proceso qué tuvo impacto en mí pero no me fue de dolor gracias a eso, las semanas pasaron volando hasta que un día terminando la escuela escuché un grito.
¡DAMARIS TENGO RESPUESTAS!
Damaris: ¿Quién me habla, respuestas de qué? – Decía entre mí
¡VOLTEA DAMARIS!
– En eso paré mi caminar para darme la vuelta
Damaris: Oh... Eres tú, Ulises.
Ulises: H-hola Damaris perdóname por no hablarte para nada pero estuve buscando explicaciones y respuestas pero para eso necesitaba alejarme de ti unos... Días.
Damaris: ¿Días? Ulises fueron aproximadamente dos semanas o tres, la verdad me alejé porque pensé que te habían puesto en mi contra esos dos.
Ulises: No fue eso... Pero si quieres respuestas no te las debo de dar en este momento porque nos verán y así no te pasaré información.
Damaris: ¿Pasar información? Ahora soy yo la que no te entiende.
Ulises: ¿Puedo ir a tu casa? No vives lejos de la escuela.
Damaris: Me gustaría hacerte pasar pero no puedo.
Ulises: ¿Por qué?
Damaris: Estoy trabajando en el restaurante familiar después de la escuela.
Ulises: ¿En el restaurante familar? ¿EL “GRAN” RESTAURANTE?
Damaris: Pues no sé si sea el gran restaurante del pueblo pero hay bastante gente, hay bastante actividad y no hay mucho personal para tanto.
Ulises: Entonces ya sé donde podré encontrarte.
Damaris: ¡NO! – Dije molesta. Mira Ulises, lo que menos quiero hacer es mezclar mi vida estudiantil con mi trabajo así que cualquier cosa lo discutimos después, ¿si?
Ulises: Yo... Solo quería hablar un momento contigo Damaris, solo que... VAYA AHÍ COMO CLIENTE.
Damaris: Como quieras porque yo mo te voy atender, ¿quieres algo más? Ya voy tarde.
Ulises: No... Perdón por hacerte perder el tiempo, ya te puedes ir.
Damaris: Gracias Ulises, nos vemos luego.
– Seguí mi camino dejando atrás a Ulises, iba apresurada que ni siquiera me fijé en el reloj, pasó tan rápido el tiempo que aoenas miré hacia arriba ya había llegado al restaurante.
Damaris: ¡HOLA MUCHACHOS! – Grité.
– ¡HOLA SEÑORITA DAMARIS! –Me respondieron.
– Fui directamente a la cocina a saludar a mi madre pero no estaba, busqué en el resto del restaurante pero no sabía nada de ella hasta que le pregunté a Pamela, es una trabajadora de años de confianza.
#11372 en Novela romántica
#1804 en Joven Adulto
adolescentes, distancia y tristeza, adolescentes amor desamor
Editado: 19.07.2024