– La actividad del restaurante era indefinida, ¿por qué? Muchos conocidos salieron de viaje mientras extranjeros venían al pueblo a disfrutar el paisaje, decían muchos que venían a probar la comida tradicional o sea... EL RESTAURANTE. Fue hermoso saber que la mayoría de turismo se daba por nosotros, en vacaciones no descansé, al contrario estuve trabajando muy duro hasta que un día fue diferente.
– Llegó mi mamá de la cocina hasta la parte del comedor del restaurante sin dar aviso alguno parandose en medio del restaurante.
Mamá: Atención por favor mjm ahm... Debi de agradecer a las personas que vinieron a probar y consumir la comida que se prepara con trabajo de todo un equipo detrás pero el día de hoy se va a cerrar temprano el restaurante, terminando con ustedes se finaliza la venta. – Dijo calmada pero veía su rostro de vergüenza.
Damaris: ¿Mamá? Pero... – Veo el reloj del restaurante. No tiene lógica apenas es 3:40pm ¿por qué va a cerrar temprano si apenas llega la principal venta? – En eso habla Pamela.
Pamela: Oiga señorita, ¿no sabe nada del por qué vamos a cerrar temprano? Ni siquiera son 4:00pm, nosotros cerramos hasta la noche.
Damaris: Es lo que quisiera saber tambíen yo Pamela pero le juro que no sé nada. – Me quedé viendo a mi madre angustiada, en mi mente solo surgía el pensar que se sentía mal o ya no podíamos con más hasta que se acerca a mí.
Mamá: Eh... Damaris, necesito que hagas unos favores por mí, ¿puedes?
Damaris: Mamá hay mucha gente como para irme, ¿o es demasiado?
Mamá: No, no lo es solo es algo pequeñito pero está algo lejos.
Damaris: Esta bien... ¿Qué ocupas?
Mamá: Ve nuevamente por verduras, me pidieron un platillo muy... Soberbio.
Damaris: S-sí, ¿me das tu bicicleta de nuevo Pamela? Por favor.
Pamela: Claro que sí señorita, váyase con muchisimo cuidado, ¿si? Usted no debe de preocuparse por la clientela para eso estamos mis compañeros y yo.
Damaris: Gracias Pamela entonces me voy rápido, adiós. – Salí de ahí corriendo, rápidamente tomé la bicicleta de Pamela y me fui nuevamente a comprar las cosas que ocupaba mi madre, el pensar negativo se fue, supuse que el cierre temprano el motivo era ese platillo así que me di prisa hasta que ví a Margarita en esa silla sentada viendo la calle.
Damaris: Hola señora Margarita, ¿cómo está? Oiga me dieron una lista porque hoy tengo un pedido demandante.
Margarita: Hola mi pequeña hoy nos vemos nuevamente, ya sabes la dinámica, ¿no? Anda toma las cosas por lo mientras voy por tu vasito de agua desde lejos se ve que andas apresurada que mereces un pequeño respiro.
Damaris: Ay Margarita, voy a tomarle la palabra enserio pero esta vez me cobra todo, no hay que ser malos con la confianza de una persona.
Margarita: Órale pues, voy rápido – Margarita se levanta con un poco de dificultad de su silla, una vez que salió comencé a agarrar las cosas que ocupaban en el restaurante hasta que me volteó ya estaba detrás mío.
Damaris: ¡Ay señora Margarita! No me haga eso si me llegase a voltear más brusco la vaya a lastimar.
Margarita: No te preocupes, anda, toma un poco de agua. – En eso me da el vaso de agua.
Damaris: Gracias pero dígame, ¿todo bien por acá? – Doy un sorbo.
Margarita: Todo anda perfectamente, créeme mis ventas han aumentado poco a poco desde vacaciones, ¿y tú? Es ka primera vez que te veo con dl uniforme de tu trabajo y no el de la escuela.
Damaris: Estoy de vacaciones un rato pero toca trabajar, ¿no? No me hará daño trabajar unos días.
Margarita: Quiero recordarte que ya llevas unas semanas trabajando ahí así que cuídate mucho, ¿si? Anda, anda acaba tu vaso y vete, no por correrte sino se te hará tarde.
Damaris: –Le doy un gran trago al vaso para irme rápido. Ejem gracias, ¿cuánto le debo?
Margarita: Hoy tampoco es nada, es cortesía de la casa por tu cumpleaños Damaris.
Damaris: ¿Mi cumpleaños es... Hoy? De tanto trabajo no lo... Recordaba, ni siquiera que decir... Muchísimas gracias pero debe de cobrarme algo es mucho producto.
Margarita: No te preocupes, me puedes pagar con otra cosa.
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Editado: 19.07.2024