Las luces del pasillo se encendían a la par que cierta persona caminaba hasta llegar a una gran puerta de madera. Sin modales y con furia el hombre abrió la puerta de un portazo provocando que el sonido del impacto se expandiera por toda la sala.
En el centro de la sala se encontraba una mesa con capacidad de hasta 22 personas, pero solo 3 asientos eran ocupados.
Muy molesto el intimidante hombre se sentó en la esquina, a un costado de las tres personas. Acto seguido lanzo con fuerza una tablet sobre la mesa, esta se encontraba encendida en una página web de noticias. En resumen, la noticia hablaba sobre el incidente que sufrió el complejo de oficinas de Onyx hace pocos días.
Las palabras que salieron del hombre eran tranquilas y calmadas, ignorando el estado de furia que expulsaba su cuerpo -¿Alguien puede explicarme como paso esto?-
Los tres chicos sentados a un costado permanecieron en silencio.
-De esta forma no puedo permitir que se vuelvan los futuros líderes del clan-
Superando el miedo el chico sentado en el medio de los tres tomo la palabra –Lo sentimos muchísimo padre. Pero nos encontrábamos planeando el viaje de negocios junto a usted, no pensamos que esto ocurriría-
El aire se puso más denso –No paso ni un año desde que deje tres complejos bajo su cargo y ya tuvimos un incidente como este. Los noticieros están tan molestos con este tema como moscas en carne muerta-
Ninguno de los tres respondió.
-¿No dirás nada en tu defensa? Puño del clan- Pregunto el hombre mientras observaba con ojos cortantes al más pequeño de los tres chicos.
-Yo coincido con lo que dijo mi hermano mayor padre- Respondió el niño con incertidumbre.
El padre de los tres se acomodó sus anteojos –Onyx siempre será atormentada por gente estúpida como la que hizo esto. Su trabajo como futuros encargados del clan Ashford es justamente evitar esto, deben pensar en cualquier posible problema y eliminarlo antes de que el resto llegue siquiera a pensarlo-
El mayor de los 3 hermanos estaba a punto de hablar cuando fue interrumpido, su padre continúo hablando.
-Lo único que quiero es que resuelvan esto y no vuelva a pasar- El hombre recogió la tablet –O estarán en problemas- Cerrando su puño destrozo el dispositivo en miles de pedazos.
Una vez que su padre se fue los tres chicos se levantaron de sus lugares. Podrían haber comenzado a discutir sobre el tema, pero estaban muy bien criados como para actuar de esa forma tan infantil. Los dos hermanos mayores miraron a su hermano menor y dijeron sincronizados –Como puño de la familia debes encargarte de esto. Te concederemos el acceso al 80% de toda nuestra fuerza militar-
-Pero hermanos, solamente con el otro 20% podría acabar con esto rápido-
-Esas cuatro personas todavía se encuentran bajo estricta supervisión y experimentación. Confórmate con cualquier sucio caza recompensas, militar, saca a nuestros soldados o armamento militar si te hace falta-
-Como ustedes ordenen-
-----O-----
Domingo 17.
Desde que me mude a esta casa he dormido en el centro de la cama, pero desde ayer eso nunca volvería a suceder. Me encontraba durmiendo a un costado de la cama, al borde de caerme.
Contra mi voluntad fui despertado de un agradable sueño, mis sueños nunca suelen ser agradables, pero es verdad que mientras peor está tu cuerpo mejor se siente descansar. Lo primero que hice al abrir los ojos fue girar todo mi herido cuerpo al otro costado de la cama con el fin de intentar abrazar a la persona que se supone tendría al otro lado.
Muy desagradable fue la sorpresa que me lleve al estirar mi cuerpo y solo sentir las sabanas. Me desperté por completo y descubrí que la persona que buscaba se encontraba parado frente mío.
-Ya es hora de despertarse mi señor. Un buen anfitrión debe recibir adecuadamente a sus invitados-
-Ya te dije que no me digas señor- Reclame con poca energía a causa del sueño.
-Es solo para tomarme mejor mi rol como su sirviente- Me respondió con una sonrisa.
-Dame unos segundos- Le pedí para que pudiera despertarme lo suficiente.
Mientras lo hacía comenzó a recoger toda la ropa que tenía tirada en el suelo –Al parecer nunca cambias- Me dijo doblando y guardando la ropa –Desde siempre debo encargarme de mantener en orden tu ropa-
En la mansión él estaba designado con el nombre de S19 ya que era la unidad 19 del tipo “Modelo Sirviente”, al parecer mi padre me lo había asignado porque era uno de esos peculiares clones que salía defectuoso y sus ojos resultaban ser verdes como las esmeraldas, muy diferente al resto de sus hermanos clonados. Pero a mí eso nunca me pareció un defecto, me encantaba que mi sirviente fuera distinto y diferente al resto de copias. Por esa misma razón decidí renombrarlo como Sebastián, en ese tiempo no tenía mucha imaginación y fue el único nombre que se me ocurrió por la S.
-Tenemos que apresurarnos en preparar el desayuno para todas- Dije mientras me ayudaba a vestirme, hacia tanto que no lo hacía que ya había perdido la costumbre.
-¿Tenemos?- Repitió Sebas confundido –Yo ya prepare todo antes de venir a despertarlo-
Me sorprendió eso, pero intente disimularlo –Perfecto-
Él me abrió la puerta y los dos salimos del cuarto –Mas tarde hare la cama, no se preocupe-
Mi objetivo era el sillón, en él se encontraba durmiendo Eliz mientras que a un costado en el piso dormía Hannah con una cama que Sebas improviso con un par de colchones y sabanas. Las malditas parasitas decidieron quedarse a dormir como si yo necesitara que me cuiden.
Intente despertar a Eliz moviéndola suavemente de un lado a otro mientras repetía –Ya es hora de desayunar- De repente ella se despertó de golpe lo que provocó que cayera sobre Hannah haciendo que ella también se despertara.
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Editado: 22.06.2022