Una vez que todos estaban abordo la aeronave táctica de grado militar Boeing CH-47 comenzó su despegue desde el techo del segundo distrito. Este era un lugar peculiar ya que todo el distrito era un gigantesco rascacielos que funcionaba como una pequeña ciudad donde se llevaban a cabo las cosas más importantes y secretas de toda la ciudad Auroa, este distrito no era como cualquier otro donde se puede entrar y salir pagando un pasaje, muy pocas personas tenían acceso a este monstruo de los cielos y nada de lo que sucedía ahí adentro se sabía en el exterior, de hecho era todo lo contrario.
No paso ni un mes desde que me convertí en el capacidad uno más poderoso de todos y al parecer tareas como estas vienen acompañadas de tan pesado título, básicamente debía ser el perro fiel de la alta mesa directiva de la ciudad, cuya sede central era este mismo edificio.
Desde que me coloque como el número uno entre los numero uno los jefes de Royal Company me dejaron vivir en mi propio departamento y como recibo una suma estúpidamente grande de dinero podía vivir donde yo quisiera. Pasaron tres días desde que me mude a mi propio hogar, me compre un montón de muebles y esas cosas tontas. Pero ayer a la noche un montón de soldados con tecnología de punta y armados hasta los dientes me obligaron a abandonar mi casa y me trajeron hasta aquí.
La alta mesa directiva me dio personalmente esta misión. Hace unos pocos días un grupo de terroristas ingreso a la ciudad y secuestraron a cinco niños con habilidades estrella en desarrollo, no se sabe todavía el cómo entraron, pero nadie del exterior puede saber los secretos de esta ciudad, por esa razón me ordenaron dirigirme a ese laboratorio, matar a todos y rescatar a esos niños.
La ciudad Auroa está rodeada por un gigantesco muro impenetrable con vigilancia y armas por todos lados, parecía sacado de un comic donde gigantes atacan humanos y estos construyen muros enormes para protegerse en el interior. Mientras la aeronave atravesaba el muro yo aproveche y observe el exterior por la ventana.
Estuve muchos años encerrado en una instalación subterránea y de repente el mismo año no solo logro salir de esas instalaciones sino también hasta salir de la mismísima ciudad. Yo sabía que solo a una persona de cada un millón se le permitía entrar en la ciudad y vivir en su interior, pero también sabía que era completamente imposible abandonarla después, ni muerto se podía salir.
Mirando por la ventana se encontraba un paisaje gris y desértico, desde mi punto de vista la ciudad parecía un retorcido jardín del edén.
-Escuchen soldados –Grito el comandante de la operación.
Mi atención rápidamente se volteo hacia él, un pequeño robot del tamaño de un ojo salió de un costado de su casco y comenzó a flotar delante de él mostrando un gran holograma de una recreación 3D de un lugar.
-Las ondas de energía que liberan los usuarios de habilidades estrella nos guiaron hasta este complejo de laboratorios ubicado en el Amazonas. El procedimiento es como todas las veces, el primer capacidad uno bajara a limpiar el terreno y cuando todo este asegurado nosotros extraemos a los niños y hacemos volar el lugar-
-No nos decepciones chico –Me dijo un guardia sentado a mi lado.
Sinceramente me encontraba nervioso, espero lograr hacerlo mejor que el anterior capacidad uno, si logré derrotarlo esto debería ser pan comido.
Esta aeronave no era como cualquier otra, se encontraba mejorada con tecnología de la ciudad por lo que su velocidad era hasta 100 veces mayor que la de los modelos base, por esa razón no nos tomó ni una hora llegar a nuestro destino.
De un momento para otro la aeronave se detuvo en medio del aire y una luz roja comenzó a titilar, esa era la señal de que habíamos llegado. La compuerta se abrió y el aire comenzó a entrar bruscamente, yo tenía que ser el primero en saltar así que desabroche mi cinturón.
A diferencia del resto del escuadrón, vestía mi ropa normal en vez de esas armaduras especiales, y eso comenzó a generarme desconfianza para saltar. El viento ingresaba muy agresivamente y sacudía toda mi ropa a la par que me despeinaba y no me dejaba ver con claridad.
Me agarre con fuerza de la barandilla, necesitaba unos segundos antes de lanzarme. Gire mi cabeza para pedir un paracaídas, pero justo antes de abrir la boca un soldado me empujo.
Las nubes grises cubrían todo el cielo y hacían parecer que estaba cayendo hacia el vacío <Ellos no me toman en serio> Pensé sobre esos soldados, debería hacer algo al respecto, demostrarles porque yo Oscar Angford me gane el título como el capacidad uno más fuerte de todo el mundo.
En medio de la caída genere desde mi cuello algo de mi materia LX2028, la suficiente como para crear una esfera negra que me cubrió por completo. De esta forma al momento del impacto mi materia absorbió todo el golpe mientras que para mí era como una hoja cayendo sobre el agua.
Hice desaparecer mi materia, era hora de mostrar mi peor lado –Maldición levanté mucho polvo –Dije mientras limpiaba mi buzo rojo de ese extraño polvo gris.
Observe a mi alrededor, el lugar parecía un escenario post apocalíptico sacado directamente de una película de terror.
-¿Este es el pulmón del mundo? –Me pregunté a mí mismo, no tuve muchas clases de historia, pero sabía que hace cientos de años este lugar era una inmensa selva verde. Lo que veía ahora no le hacía honor a ese título.
El cataclismo de hace cientos de años más los irresponsables humanos del pasado dejaron destruido este lugar, ahora solo era un desierto gris con ramas secas.
El anillo que me colocaron antes de salir en el dedo meñique de mi mano derecha comenzó a brillar y se manifestó el holograma de una flecha indicándome hacia donde tenía que ir.
-Qué asco me da este lugar, perfecto para el escondite de gente estúpida –Replique caminando entre el polvo y muerte.
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Editado: 22.06.2022