Lunes 28 de septiembre -Primer Distrito –El Sagrado Corazón de Belgrano.
En el centro de la cancha se encontraba mi mejor amiga Elizabeth Sandemetri y su rival era Lacielo Sageon. Ambos salieron elegidos al azar para el duelo de entrenamiento que hacemos en educación física.
Lo normal sería que apoyara a mi amiga, pero el resultado era más que obvio, por eso en su lugar decidí continuar leyendo el libro que comencé hace unas semanas. Lo usual sería que todos estemos sentados en la tribuna del medio, pero para poder leer tranquilo y evitar molestias me fui a sentar solo en la tribuna que estaba a la derecha.
Escuche el silbato sonar lo que significaba que el duelo ya había empezado, a la par yo cambie de página. Creo que ya había comenzado a leer este libro hace demasiado tiempo y quería terminarlo, el titulo era “Secretos” un libro de fantasía que me recomendó mi mejor amiga hace unas semanas y decidir probar. Admito que el libro era muy interesante y el universo planteado era complejo y bien desarrollado.
Volví a cambiar de página, me quedaban menos de 50 y me emocionaba saber cómo terminaría. Yo ya sabía que había varios libros más después de este, pero evite spoilearme todo, quería leerlos por mí mismo, enterarme de todo yo.
El viento comenzó a soplar con más fuerza y eso provoco que mis paginas comenzaran a moverse, observe a mi alrededor y este extraño fenómeno solo estaba ocurriendo en la tribuna donde yo estaba centrado. De repente una extraña chispa comenzó a formarse, yo me aleje rápidamente unos cuantos centímetros a la par que varios rayos impactaban en el centro de la chispa. Esta creció y creció hasta hacerse una gran esfera de energía y de un segundo para otro todo se calmó. Del interior de la esfera emergió el aspecto celestial, cuyo nombre es Ailwas, pero cuando yo lo conocí lo llamé Aristóteles, simplificado como Ari.
Mis nervios estaban de punta ante lo que acababa de pasar, pero fue un suceso que solamente yo pude apreciar ya que en este momento Ari se encontraba en su forma de aspecto y solamente los receptáculos podían verlo.
Ignorando la distancia de mi espacio personal se me acerco casi hasta chocar nariz con nariz -¡¿Viste eso?! –Pregunto exaltado, sus ojos parecidos al espacio nocturno bañado en estrellas se iluminaron –Ya casi lo domino a la perfección-
La verdad es que solamente quería continuar leyendo mi libro así que no le preste mucha atención –Si, sí. Ya te falta poco –Pero a su vez sabía que no podría continuar con esa tarea en este momento, en mi cabeza me hacía una idea de porque vino hasta aquí en este momento.
Separe mi vista de las páginas del libro y observe al aspecto –Pero no viniste solo para mostrarme eso ¿O sí? – Si llegaba a responderme que si lo sacaría de una patada de aquí.
Antes de responder se alejó unos cuantos centímetros de mi –Claro que no. Casiopea le conto a Sarah algo que me dijo que te cuente-
Por fin con él alejado de mi volví a sentarme cómodamente y coloque el libro en mis piernas para buscar la página en la que me quede -¿Es sobre el experimento de Control del décimo distrito? –Deduje lo que quiso decirme.
Él se emocionó de más, como siempre –Justo eso tenía que decirte ¿Cómo lo supiste? -
Mi mechón de pelo blanco comenzó a cubrirme el ojo así que de un soplido lo corrí a un costado –Es de lo que más se está hablando en el bajo mundo y el internet. Al parecer un grupo de personas desconocidas sabotearon el experimento-
-¡Señor Ashford¡ -Me gritaron, cambie mi vista hacia el origen de la voz, era el profesor de educación física –Ya que tiene tantas energías para hablar usted será el siguiente en el duelo de entrenamiento-
Coloque un separador en el libro y lo cerré –Maldición –Susurre, siempre me pasan estupideces como estas cerca de Ari.
Me levante de mi asiento -¿El receptáculo del Alba se encuentra bien? –Le pregunte a Ari antes de bajar al lado del profesor.
-Se encuentra lastimado, pero nada del otro mundo-
-Qué suerte, sería un problema que no pueda asistir a su encuentro al parque ¿Qué día era? ¿El miércoles? –Pregunte entregándole el libro a Ari.
-Tranquilo la habilidad estrella que le entrego mi hermana hará que sane rápido sus heridas-
–Eso espero, sería una lástima no poder conocerlo debido a eso. Estoy muy ansioso por conocerlo –Acto seguido de un salto me ubique al lado del profesor y Ari desapareció.
La gran puerta tenía bordado la imagen de dos dragones de cada lado elevándose para atrapar al sol entre las nubes y montañas, sin duda era un trabajo de una mano talentosa y muy costoso. Lamentablemente aun así la puerta deja ver el paso del tiempo por la forma en la que rechinaba al momento de abrirse, Bernardo sabía que esto no era en si culpa de la puerta, sino la falta de cuidado que las unidades S tienen con ciertas partes de la mansión.
El otro lado que las puertas ocultaban se encontraba completamente oscuro, lo único que podía distinguirse era un ordenador con tres pantallas encendidas las cuales expulsaban un brillo celeste. Esta era la oficina del actual líder del clan Ashford y el tercer hermano en nacer, el único que vivía en la mansión actualmente tenía la labor de darle un mensaje a su padre.
-¿Señor padre? –Pregunto el hijo tímidamente asomando su cabeza por la puerta, la pequeña emanación de luz celeste de los monitores no le permitían ver por completo el interior del cuarto y como consecuencia no podía saber con exactitud donde se encontraba su padre, pero sin duda debía estar allí adentro.
Con miedo y muy despacio el chico coloco un pie dentro del cuarto, al ver que no sucedía nada coloco el otro pie y de esa manera fue metiéndose en la habitación –El funeral de Arthur será dentro de poco, y mi madre pide tu presencia-
El sonido de un libro cerrándose muy fuerte se escuchó desde el estante a un lado de la pared, Bernardo se asustó mucho, pero intento disimularlo –Ay tu madre, la necesito a ella para poder procrear a más hijos. Así que lo mejor será no hacerla enfadar.
#3526 en Ciencia ficción
#23506 en Otros
#3639 en Acción
lgbtq, ciencia ficiion, poderes sobrenaturales batallas y amorio
Editado: 22.06.2022