Experimento Auroa 2: Alba

Constelación Rebelde 3.

22:40 PM.

 

Me acomode mi chaqueta azul con logo de la Fundación S.P, me coloque un par de guantes negros y asegure algunos objetos en mi cinturón, mis compañeros hicieron lo mismo –Ya estamos listos –dije tronándome los dedos de ambas manos de una sola vez.

Tanto nico como gabi se encontraban sentados en sus respectivos escritorios –No se olviden de encender sus comunicadores –ordeno nico.

-No te preocupes –contesto Luna tronándose los dedos. Observe como Matías intentaba hacer lo mismo que nosotros –Si no te sale no te preocupes, solo no lo fuerces –agrego Luna reconfortando al mellizo menor.

-¿Listos equipo? –quiso saber gabi. Los tres gritamos al unísono mientras levantábamos nuestros puños al aire -¡SI!

-No pierdan tiempo y salgan a detener a esos idiotas –concluyo el mellizo mayor – Nosotros les daremos desde aquí todo el apoyo que podamos.

-----O-----

Los pasillos de los pisos superiores se encontraban llenos de oscuridad, la única luz que se podía  distinguir era la del puntito rojo de cada cámara de seguridad. Por suerte no tenía que preocuparme de ello, Sarah y Elena son las únicas que me observan, y de paso me dejan el camino libre desbloqueando todas las puertas de seguridad. Aunque había algunas que no estaban conectadas el sistema de seguridad, por lo que tuve que intervenir más directamente. A un costado mío tenía una pequeña flama flotando que me ayudaba a ver mejor el camino, y mientras corría alcance a leer un cartel sobre una puerta. Me detuve de inmediato al percatarme de que ese era mi destino -¿Pueden ayudarme a abrir esa puerta?- le pregunte a las chicas por el pequeño radio en mi oreja.

-Lo sentimos, pero esta también funciona en un sistema aparte- me contesto Elena.

-Oh, está bien- coloque cada mano a la altura de mis pectorales y las curve para que parecieran un círculo, luego moví la pequeña flama de un costado de mi cuerpo hacia el centro de ese círculo y rápidamente hice unos cálculos en mi cabeza, los cuales no me tomaron más de tres segundos. Una vez que tenía los resultados en mi mente la flama se expandió hasta formar una bola de fuego que abarcaba todo el círculo hecho por mis manos. Desarme el circulo y la bola de fuego paso a estar en mis palmas, acto seguido comencé a empujar la puerta a la par que la temperatura del fuego de mis manos se elevaba. De esta forma podría derretir la puerta y pasar.

Chasquee mi lengua –Esto va demasiado lento- dije mientras aumentaba más la temperatura para apresurar las cosas, este era un lugar muy peligroso así que debía demorarme lo menos posible. No sabía en qué momento podría aparecer algún usuario de habilidad estrella custodiando este piso, y al no recibir comunicación de la sala de seguridad del primer piso estaba seguro que ese encuentro ocurriría más temprano que tarde.

Después de unos segundos por fin la puerta blindada quedo hecha un agujero rojo ardiente que me permitía cruzar a la habitación. El interior del cuarto estaba lleno de archiveros. Tenía que revisar cada uno para encontrar el informe del experimento que quería por lo que me dirigí al más cercano y comencé a revisar. Abrí un archivero y comencé a leer el título de cada informe -Con la tecnología de esta ciudad uno pensaría que estaría todo en una computadora o en varias memorias pequeñas - pero en ese momento ocurrió algo que no esperaba, una voz respondió a lo que dije desde la puerta –Todos los archivos se imprimieron en papel para evitar que sean pirateados.

Deje de buscar y levante la mirada hacia la persona que me respondió –Ja, no me encontré a nadie en todo el camino, esperaba poder seguir así un poco más.

-Lástima que aquí acaba tu juego- respondió la figura acercándose a mí, no pude distinguirlo bien. Pero parecía un hombre de alrededor de 20 años, con anteojos y todo el pelo como si se hubiera pasado mucho gel, además el tipo llevaba un chaleco bien ajustado. El hombre saco sus manos de su chaleco y las alzo como si quisiera tocar el techo, sorpresivamente dos bigas se desprendieron de arriba y moviendo sus manos a mi dirección ambas vigas se impulsaron a máxima velocidad hacia mí. No tuve tiempo de realizar ningún cálculo así que solo las esquive y los dos trozos de metal se impactaron en el vidrio de la pared que da al exterior -¿No me darás una advertencia? –comente algo confiado.

-Debes de conocer las reglas de esta ciudad, y para este punto ya no hay advertencias- por suerte logre hacerlo hablar lo suficiente como para preparar mi capacidad de cálculo y cuando volvió a lanzarme las vigas logre fundirlas cuando hicieron contacto con mis manos.

-Esto es importante, algo va a pasar y necesito saber cómo detenerlo –dije en un intento de razonar con él. Cada segundo aquí era tiempo perdido y no pondrían a alguien débil a vigilar este lugar, si lograba convencerlo de mis buenas acciones podría acabar con ese experimento antes de que comience.

-Yo solo tengo el deber de proteger estos archivos, el resto no me interesa –contesto el tipo desinteresadamente. De repente comenzó a moverse hacia mí, pero de una forma muy extraña. Me rodeo por la derecha moviéndose como si estuviera patinando en una pista de hielo, y mientras lo hacía arranco dos fierros de metal del piso. No podía perder tiempo peleando contra él -Déjame que te explique y lo entenderás- le dije, pero él me ignoro y lanzo ambos pedazos de metal. Logre esquivar uno pero el otro se clavó en mi brazo derecho –Mierda -con mi brazo izquierdo le lance una bola de fuego pero el desgraciado la esquivo y salto sobre mí. Se encontraba arriba de mis hombros y comenzó a golpearme en la cara. Había venido con paciencia, pero esta ya se volvió cenizas.

Genere una gran explosión que encendió todo mi cuerpo en llamas a la vez que lo mandaba a volar a ese tipo hasta el otro lado de la habitación, la onda expansiva de mi explosión rompió en mil pedazos todas las ventanas del lugar que daban para afuera-Como quieras, te matare y obtendré lo que necesito – sin aviso con un movimiento de su mano arranco el fierro que atravesaba mi brazo, deje salir un gran grito pero pude utilizar mi fuego para suprimir el dolor. Luego me volvió a lanzar el pedazo de metal pero logre aumentar la temperatura alrededor de mi cuerpo para que se derrita antes de entrar en contacto con mi cuerpo. Al ver esto el tipo comenzó a sacar cualquier cosa metálica de todo el lugar y me las apunto, había barras de metal, cables, tornillos y un largo etcétera.




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