Trent
El ritmo cardíaco de Kai aumentó a un nivel inimaginable provocando que sus músculos se tensaran lo suficiente…
—¡Por el amor de Dios! — …como para que parecieran un par de rocas.
Cero me dijo que debía esperarla, pero el tiempo seguía pasando.
—¡Por favor Kai! ¡No me digas que estás soñando con el lobo feroz!
Tenía que quitarle el chip y el único modo de hacerlo era actuando como un cavernícola.
Concentré toda mi fuerza al enterrar el bisturí tan profundo como pude en el único espacio que encontré. Los músculos endurecidos fueron todo un trabajo, pero también una ventaja al impedirme tocar los sitios delicados, mientras que me dirigía hacía esa última pinza.
—Por favor —me repetí… — no pienses que un movimiento en falso podría matarlo.
—¡Ahhgggrrr! —..., ignoré sus gritos…
—¡Lo logré! — …y extraje la última tenaza.