11/03/2020
Hoy me encuentro escribiendo después de una crisis. Fijate, princesa mía, que se esto de escribir sí me ayuda, porque en vez de haberle pegado a la pared hasta que mis nudillos sangren, me he puesto a escribirte. Como si algún día fueras a leer esto, ja.
Por más que diga todos los días que solo fuiste un juego, que para mí no eres nada, te extraño. Todos los días desde que nos separamos te he extrañado. Maldito día en el que te hice daño.
Sigo extrañando tus besos, tus abrazos, tus caricias, cuando me decías que me querías. Demonios, extraño todo de ti y me duele tanto saber que por idiota te perdí.
Mi amada princesa, ¿Algún día podrás perdonarme?