Mirame, mírame, no te miro
Mis ojos se cierran por el reflejo espejado, transparente y clorado
Mírame, mírame, no te miro
Mis rebeldes hebras se mueven al compás del viento matinal
Mirame, mírame, no te miro
El aroma de tu protector solar llega a mí como una oleada de perfume primaveral
Mírame, mírame, no te miro
La alfombra verde a mi costado te invita a sentarte a mi lado.
Te miro, me saludás, me sonreís, el más gracioso
Te miro, me hablás, el más amable
Te miro, me mirás, el más lindo
Te miro, te levantas, el más humilde
Yo, la más silente.
Al calor de la tarde
En mi cabeza, las melodías de Árbol
En mis ojos, el color naranja
¿Será por el sol que nos alumbra o por tu predilección a él?
Yo, la silente, observo.
Como las libélulas tímidas y temerosas que se acercan al espejo de agua calma para alejarse con velocidad de supervivencia
Lo mismo sucedió con nosotros
Vos calmo y transparente,
Yo tímida y temerosa,
Ambos, lejanos.
Tocan el timbre de mi casa,
La música de tu voz confiada me dice que llegaste,
Quince extensos años han pasado
Miro mi pared naranja, me sonrío.
Tantas vueltas da la vida,
La vida da tantas vueltas.