SKY
Cuando salimos de su casa veo a James sentado en el pórtico de la otra casa.
Yo no suelto la mano de Petal y ella no se ha apartado. Para ir a mi auto tenemos que caminar frente a James, solo espero que deje de hacer sus comentarios que claramente incomodan a Petal.
Caminamos hasta el auto, yo intento fingir que no he visto a James pero él se levanta y se acerca a nosotros. Petal suelta mi mano y baja el rostro. —Hola chicos —le sonríe a Petal—. No te vi ayer, pensé que vendrías a cenar.
Ella levanta los hombros y los baja. —Lo siento, estaba ocupada.
James entorna sus ojos y me mira. —Entonces, Sky, ¿te gusta Petty?
De nuevo con todo eso. —James, basta.
Puedo sentir el olor a alcohol en su aliento. Cuando mi hermana sale con sus amigas él también se va con los suyos pero al parecer esta noche se quedó tomando en su casa.
James sonríe y mira a Petal. — ¿Te gusta Sky, Petty? Recuerdo cuando yo te gustaba.
Ella abre los ojos y niega. —Eso no pasó, te dije que era una broma.
Resopla. —Claro que sí pasó, sé que te gustaba —se acerca un paso a ella—. ¿Aun te gusto?
Respiro profundo y subo mi brazo para evitar que siga acercándose. —Bien, ya nos vamos.
Rueda los ojos. —Ay, que celoso eres, Sky —señala el rostro de ella—. No seas malo con ella, tal vez no es la más bonita pero es agradable.
Petal tira de su cabello.
Yo exhalo pesadamente. —Bien, suficiente de todo esto. Ya nos vamos, ven Petal —quito los seguros del auto con la alarma y le abro la puerta.
Ella estaba a punto de entrar cuando James suelta: — ¿Le has visto la cicatriz? Es muy grande, si no la tuvieras me hubieras gustado, Petty.
Su boca se abre. — ¿Qué? —mueve su cabeza de un lado al otro—. James… tú no eras tan asombroso como piensas.
James se ve herido por eso pero luego sonríe. —Está bien, sé que te dolió que te rechazara…
Coloco una mano sobre el pecho de James y lo empujo suavemente hacia atrás. —Solo deja de hablar, ¿sí? Estas un poco borracho aparentemente, deja de actuar de esta forma.
Me fulmina con la mirada. —Solo te estoy ayudando, Sky.
Petal vuelve a colocarse frente a él. —James, ¿Puedes dejar de entrometerte? Deja de hablar sobre mí.
Ahora sí entra al auto y cierra la puerta. James entorna sus ojos pero ya no responde nada más, yo me muevo y entro también.
— ¿Estas bien? —le pregunto a Petal.
Ella muerde su labio. —Claro que no estoy bien… él no tenía que decir eso.
Lo sé, james fue un tonto. —Petal…
Ella me mira mientras avanzo lejos de las casas. —Vámonos de aquí, ¿sí? Hagamos algo de esa lista, ¿Qué podemos hacer ahora?
—Bueno… —entorno mis ojos—. No es un festival de música pero hay un concierto de canciones de las décadas pasadas, es gratis y…
—Vamos —pide, suena enojada—. Solo quiero alejarme de aquí.
Muevo mi mano para tomar la suya. —Vamos, empieza en quince minutos y terminará tarde, ¿lista para ella?
Asiente. —Sí.
Un chico con un traje de lentejuelas está cantando la famosa canción I Will Survive. Las personas, de todas las edades, cantan con él. La música es tan fuerte que siento la vibración en mi pecho y la energía de los demás es contagiosa, comienzo a moverme al ritmo de la canción.
A mitad de ella miro de reojo a Petal, ella está viendo al frente pero sus mejillas están mojadas. Petal está llorando y aunque mi primer impulso fue querer reconfortarla, dejo que sus emociones salgan sin restricciones.
Canto en voz alta y aplaudo siguiendo el ritmo, no volteo para incomodarla, solo quiero que por esta noche sea libre.
La siguiente persona sube y la banda empieza a tocar una canción de ABBA, por suerte no es Dancing Queen, es Mamma Mia. Petal toca mi hombro y me hace una seña para que me acerque, yo me inclino hacia ella.
— ¿Esta no la odias? —pregunta.
Resoplo. —No, en realidad me gusta mucho.
Petal se ha limpiado las lágrimas, ahora sonríe un poco. —Me gusta también.
Sigo cerca de ella. — ¿Por qué no la cantas? Tú sabes cantar.
Niega. —No… no sé.
Muevo mis hombros de arriba hacia abajo. —Entonces baila, ¡Estamos haciendo cosas que jamás haríamos!
Me mira bailar y arruga su nariz pero está sonriendo. —Sky, tu no sientes pena por nada, yo sí.
Suspiro. —No tienes nada que temer, vamos a divertirnos, ¿sí?
A través de su cabello puedo ver su ojo izquierdo, normalmente tiene la mitad cubierto por su cabello. Ahora mismo me gustaría moverlo de su cara para verla totalmente, ella es muy linda y ahora sé por qué se oculta.
Detrás de su cabello hay una cicatriz.
No haré eso, no quiero que se arrepienta de estar aquí conmigo así que le muestro otra sonrisa.
La canción sigue mientras yo insisto para que cante, ella puede hacerlo. Tiene una gran voz, la escuché por tan solo una vez pero fue suficiente para que me impresionara. Espero lo vuelva a intentar, cantar. Dejarme escuchar su voz.
La gente aplaude, esta canción ha terminado y la siguiente que viene es una de mis favoritas. You’re The One That I Want de la iconica película Grease.
No puedo evitar sonreir y tomar ambas manos de Petal, es la canción perfecta para un dueto. —Vamos Petal, ¿te la sabes?
No dejo que responda, comienzo a cantar la parte de John Travolta. Las personas a nuestro alrededor cantan también y se mueven mientras disfrutan de la canción interpretada ahora por un chico afroamericano y una chica asiática, incluso se vistieron como en la película.
Petal baja la mirada pero está cantando, ¡Lo está haciendo! Escuchar su voz causa algo en mi corazón, palpita más rápido de lo normal. Me siento contento con esto, ella no se detiene, sigue con la canción.
En la parte del coro me uno a su voz y la hago girar. No somos los únicos, varias personas comienzan a bailar con sus mejores intentos de pasos de rock and roll.
Aunque sigue con el rostro hacia abajo puedo distinguir una sonrisa, eso provoca que mi corazón palpite aún más rápido. No sé qué estoy sintiendo pero me gusta.