Narra Suga
-¿Para que querés mi celular?-me pregunto sería, la mamá de Tae, ella me había castigado por haber hecho tanto ruido en la casa cuando estaba con el verdadero Taehyung jugando a la play,como castigo me quito el celular.
—necesito hablar con Annie—respondi
—Dios, me tenés harta, los huevos inflados por el piso, te dije que ella no es una chica decente para ti . Las mamás del colegio me contaron que ella es una puta y aún así la amas-dijo quejándose de los comportamientos que tenía Annie, yo trataba de calmarla, ella estaba gritando cada vez más, jamás me gustó que la gente se expresará de esa forma.
Una mujer no es "puta" por querer acostarse porque es ella quien está eligiendo esa decisión es una "zorra" la chica que decide engañar a la persona que supueste ama y tiene una relación seria.
-no le digas puta a mi bebé- dije enojado y se rió a carcajadas
—Tae, puedes buscarte a chicas que estén a tu altura y que piensen en su futuro pero no me agrada, ella sale con todos los de tu colegio—Anuncio ella y volvió a repetir lo mismo.
—¿Cómo lo sabes? ¿La viste en el colegio haciendo cosas ?—le pregunté molesto, por más que ella ahora fuera una niña malcriada, en su futuro era diferente y estaba orgulloso por ella.
Finalmente mamá, me dio su celular enseguida se fue del comedor a su dormitorio. Estaba furiosa porque no hacía lo que ella quería. Al parecer a Tae era un adolescente inseguro de si mismo y manipulado por su madre por esa razón, no le iba bien en el amor pero eso iba a cambiar.
Me acosté en el sofá del living y marque el número de teléfono de Annie espere unos segundos a que ella contestara y en ese momento recordé aquellas palabras que me había lo que dicho mi hermano.
"Por algo te dejo, no quiero que seas su muñeco"
Corte la llamada antes de que ella contestara siempre Agust me decía eso cuando me veía sufriendo, como éramos gemelos ambos sentíamos ese dolor de cierta forma estabamos conectados.
Odiaba tener que volver a vivir algo que había vivido hace mucho tiempo. En ese momento me puse a llorar, no podía contener mis lagrimas.
Fui a la cocina y me seque mis lágrimas con un papel de cocina después abrí la heladera para tomar la leche de almendras, la coloque en una taza y me senté en la silla que estaba junto a la mesa. En ese momento un aro de fuego aparece en el suelo, estaba un poco lejos de donde estaba sentado. Al verlo me levanté de la silla asustado, el aro había salido desde el suelo y de pronto aparece una figura de una mujer tailandesa, dentro del aro de fuego, ella era una mujer muy sexy con unos cuernos negros en su cabeza y atrás de la falda que lleva tenía una cola de diablo color negra.
- ¿Que es es-to?...—digo con miedo había a empezado a tartamudear
La chica tenía el pelo rojizo, enseguidase acerca a mi, estaba vestida con una camisa blanca y una falda cuadrille de color azul y negro, su cola me daba impresión se movía como si fuera la cola de un gato.
—Al fin nos conocemos Suga, me recuerdas mucho a unos de mis novios— dijo ella riéndose, su risa daba miedo, no entendía que estaba ocurriendo.
—¿Que quieres?—pregunte alejándome aún más, no sabía para que lado moverme lo único que estaba seguro fue que ella era el diablo.
—A vos, tu alma debe ser mía—dijo con una voz macabra y ella empezó a besar mi cuello, me causaba mucha exitacion cuando lo hacía.
—¡Alejate de mi cosa!—dije empujándola y ella cayo sentada, enseguida se paró.
—¡ No me vengas a tratar asi, porque no sabes quién soy!—dijo ella parandose, estiró su mano, en ese momento sentía como me faltaba el aire poco a poco—Soy Lisa y soy la hija del diablo, quien me mandó a hacer esto fue la mejor opción que tuvo,te hizo un favor porque al parecer nadie te quiere — enseguida se burló de mi desgracia, seguía sin poder respirar sentia que me faltaba el aire como el día que me quize suicidar cuando vivía en Seul.
—¡Basta, déjame !—dije tratando de hablar, finalmente me soltó cuando escucho la voz de mi madre cuando me llamaba, ella vino hacia donde estaba y me vio tirado en el suelo.
Se asusto tanto que llamo a un médico. Lo más extraño fue que en cuanto apareció ella, Lisa se fue y todo volvió a la normalidad. Le conté lo ocurrido al médico y solamente me dijo que fue una alucinación mia, me dijo que hiciera reposo por el día de hoy y me relajará.
Mamá le contó todo a Laura y ella me vino a ver enseguida, entro a mi pieza con una caja de chocolate.
—Mamá me los dio, se que te gustan mucho—dijo ella sentandose en la cama, agarre la caja y comí uno, me observa como los comía.
—¿ Quiere uno? — le dije ofreciéndole uno de mis chocolates
—No gracias, en casa tengo más, mi madre tiene una tienda de dulces online, ella quiere dejar de ser esclava de la familia White—dijo y enseguida miro al suelo con sus manos se agarraba sus rodillas, me senté más cerca de ella y la abraze, me daba pena.
—Tranquila—dije en voz baja, ella estaba llorando jamás entendí porque ella maltraba a sus empleados.
—Estoy bien, no es nada—dijo secando sus lágrimas y me miró a los ojos sin decir nada—¿Sigues enamorado de Annie?—
No entendía a que venía esa pregunta según Tae siempre me dijo que ella no gustaba de él. Mire para ambos lados, pensando que decírle porque no quería arruinar este momento hasta que finalmente respire profundo y le dije siendo sincero.
—si, me gusta pero es complicado porque ella salía con alguien—
—Ah ¿ Te refieres a Suga?—dijo ella sería—Su relación fue complicada y además fue todo un engaño—
Con esas palabras quedé impactado, no comprendía eso de que había sido un engaño. Si le daba todo, hasta iba a acompañarla a hacer las compras, cuando Laura no podía.
"soy un idiota"... Pensé
-Vaya no sabía eso, pobre Suga-dije triste, no sabía que responder.
- Si sales con ella te va a hacer lo mismo, ella es una basura con todos, ojalá algún día este cruzando las vías del tren y se muera-dijo Laurita enojada—Desearia ver su cadáver tirado en el suelo—