Pase las navidades triste en Corea, sola, sin saber nada del tema “besito made in” Suga.
He pasado todo el mes de Enero en España, junto a mi madre, Judith, mi perrita y mi rollete pasajero Samuel. Un azafato de vuelo, ojazos verdes, rubio, gracioso, culto y un mal besador. Hace dos días que volví a corea, mañana tengo que volver al trabajo, así que aprovechare el día de hoy para limpiar el desastroso apartamento e ir a la compra, porque no creo que pueda sobrevivir con un yogur caducado y un trozo de puerro.
Cojo el móvil y abro la aplicación de notas.
Arroz.
Leche.
Huevos.
Verduras.
Carne.
Pescado.
Cereales.
Chocolate.
Apunte lo más imprescindible, ya que debido a la insistencia de mi madre también e traído comida de España. De camino al supermercado me di cuenta de que cuando estaba aquí, es cuando de verdad me sentía en casa, aunque a veces fuese difícil.
Echo de menos los lametones de mi perra cuando mi madre le da la orden que me levante, también extraño a mi mejor amiga. Pero sé que ellas están bien y eso me tranquiliza.
Caminé con las bolsas de vuelta a casa, al final compre más cosas de las previstas y creo que se me van a caer los brazos a cachos. Fue un alivio subir en el ascensor, “bye bye” escaleras.
Le di al play para reproducir el nuevo lanzamiento de BTS, ON. Una canción llena de energía y fuerza. Me hubiera encantado haber hecho la sesión de fotos para la campaña pero estaba de vacaciones en España.
Coloque todos los productos en su sitio, me puse a limpiar como una maniática, menos mal que el estudio es pequeño porque si no, me hubiera muerto. Vale, quizás sea una exagerada.
A las 4 de la tarde ya estaba todo en perfecto orden, ahora mismo en España son las once de la noche, así que decidí prepararme algo rápido para comer y hacer video llamada con Judituti antes de que se vaya a dormir.
Pi… Pi… Pi…
—¡Annyeong!
Me saludo Jud muy energética.
— ¿Cómo te ha ido el día en la uni?—Le pregunte mientras me metía en la boca una cuchara llena de arroz.
Judit está estudiando enfermería, recuerdo que con 5 o 6 años ella era quien me curaba cuando me caía en el parque, su truco infalible era “Tirita de dibujos y un beso en la frente” eso lo curaba absolutamente todo.
—Pues ha sido agotador, me han mandado una tonelada de ejercicio y trabajos, lo bueno que son para finales de curso.
—Si puedo ayudarte en algo… Aunque creo que no entenderé ni la mitad.
Ambas nos empezamos a reír, hasta que escuche una voz masculina que provenía del móvil de mi mejor amiga. ¿Estas con alguien?
La cara pan movió la cámara con sutileza para que no le pillaran grabando y así poder mostrarme al sujeto que le provocaba una sonrisa de completa imbécil.
¿Ese es Lucas?
— ¿Estáis saliendo?
—Aun no, pero quizás… algún día, quien sabe.
El sujeto del demonio se tumbó al lado de mi amiga, me saludo y le comió la boca. Por un momento pensé que la iba a absorber
— ¡Aagg!, Dais puto asco.
Jud empezó a reírse y de la emoción se le salieron los mocos, eso me dio más asco que ver como su “novio” la devoraba. Colgué la llamada por no vomitar encima de mi almuerzo y del móvil.
Me alegro por ella, pero Lucas es un capullo y sé que en cualquier momento le va a hacer daño, no se la merece. Porque la gente no cambia, no puedes dejar de ser quien eres de un día para otro, la vida no es el juego de los sims.
***
Estaba tan concentrada mirando a través de la ventana de metro que ni siquiera me di cuenta de que había llegado a mi estación. Hoy salí antes de casa, quiero llegar pronto a trabajar, en todo este tiempo en el que he estado de vacaciones se me han ocurrido miles de ideas. Cuando llego encuentro una cesta de snack con una nota:
¡Feliz navidad!
Fdo: Big Hit Entertainment.
¿Cuánto tiempo llevara esta cesta aquí?
Salgo del despacho y voy a preguntarle a la secretaria de mi jefa.
—Hola, puedo hacerle una pregunta. —Le sonrió, la mujer levanto la cabeza y colocándose las gafas asintió, — ¿Quién a traído la cesta que está en mi despacho?
Espero mientras buscas en el historial del ordenador, ya que cada persona al entrar en el edificio se debe de identificar al personal de seguridad.
—La cesta llego dos días después de usted marcharse.
— ¿Y quién la atraído?
—Fue un repartidor comercial, lo siento.
Le doy las gracias y vuelvo a mi despacho. He trabajado para Big Hit un par de veces, no creo que me tengan tanto cariño como para enviarme una cesta de navidad…
Me siento en la silla de escritorio y me balanceo pensativa. Después del numerito que monte y que Yoongi es un chico muy frio… Dudo que haya sido él.
¿Y si ha sido Tae?
Dejo de darle vueltas cuando la puerta se abre y acompañado de un grito que casi me deja sorda aparece mi alocada amiga Mina.
— ¡¿Cuándo al vuelto?!
—Hace dos días, ¿Cómo ha ido todo por…?— No me dejo terminar de preguntas me estaba aplastando contra su pecho en un fuerte, muy fuerte abrazo de bienvenida. —No puedo respirar…
—Calla pequeña saltamontes.
Mina me soltó y comenzó a reír, yo la mire indignada aguantando la risa. Me había llamado saltamontes, no era justo.
Después de ponernos al día con los cotilleos de la oficina mire la cesta y con cara de cachorrito indefenso mire a mi amiga.
—Oye, sabes por casualidad… ¿Quién ha traído esta cesta?