Sentimiento agridulce

¿Alguna vez han conocido el tipo de persona que aparenta ser rudo por fuera, que infunde temor con sólo su presencia pero que por dentro es completamente diferente, una persona agradable, amable, cariñosa pero lo que quieren hacer o expresar resulta completamente diferente a lo que sale de su boca?

Bueno ese es el caso de Erick, un hombre con mirada fría, con cara de pocos amigos, que probablemente si le dices algo te termina regañando o eso es lo que piensa todo el mundo, pero a él no le importa lo que los demás piensen.

Retrocedamos una hora antes del encuentro de los dos depredadores.

Erick se encontraba despidiéndose de Laura fuera de la universidad.

—Adiós, me saludas a Jone — Dijo Laura mientras abría la puerta de su auto.

—Claro, aunque sigue un poco molesto por lo de la última vez — Respondió Erick.

—Bueno era eso o aquella estudiante iba a descubrir su relación, era la misma que contestó el teléfono aquella vez ¿no?

—Sí, pero no creo que se hubiera dado cuenta solo por que conteste su teléfono.

—Querido, nunca subestime los instintos de una mujer, además la única forma que salga contigo es que sea la detective González, así que si me disculpas tengo un corazón que conquistar.

Laura entró a su auto y se marchó, Erick soltó un suspiro pensado.

“No debí presentarle a la detective”

Erick entró a su auto y puso balada romántica Cali Y El Dandee - No Digas Nada – Para hacer exacto, tal vez no lo aparenta, pero escuchar música romántica y cantar con sentimiento es su pasatiempo favorito, nunca imaginó que esa canción lo describiría en un futuro. En el camino se le ocurrió buscar a Jone de sorpresa, pasó por una pastelería para comprar galletas y pasteles que tanto le gusta a Jone pensado.

“Debería llevarlo a un viaje, en una semana tendré días libres, si así podré disculparme por aquella vez.”

—¿Eso es un gato de peluche? Se lo voy a comprar.

Regresando al presente en el enfrentamiento de dos depredadores por el conejo, Jone estaba un poco sorprendido por la actitud de Alexa, pero no la iba a dejar mal.

—Ok basta, se están comportando como dos niños pequeños —interrumpió Jone— Erick tú eres el mayor por dios.

Erick arrugó el ceño que para su traducción era

“¿Me estás regañando a mí? Ella fue la que empezó”

—Y Alexa está siendo grosera.

Alexa solo volteo los ojos, Erick se indignó pensando.

“Me la vas a pagar en clases”

—Y bien, si yo tengo una cita con Alexa, pero ya que Erick está aquí vamos a ir los tres.

—¡¿Los tres?! —Respondieron Erick y Alexa al mismo tiempo.

—Si los tres y si no somos los tres, no es con ninguno.

Erick miró Alexa, Alexa miró a Erick y con desagrado los dos aceptaron. 

En el auto había un ambiente mucho peor que en una cena familiar. Jone iba en el copiloto y Alexa atrás, cuando vio un peluche en el suelo del auto y dulces en el otro asiento, sin embargo, no dijo nada solo miró a Erick, para luego volver a mirar por la ventana. Jone para romper la tensión quiso prender el reproductor de música.

—Mejor pongo algo de música ¿no?

Erick se sorprendió intentó detenerlo, pero fue demasiado tarde, Pablo Albarán salió a cantar Saturno, Alexa no pudo evitar reír.

—Bonita canción, Jone ¿y si cantamos?

—¿Cantar? —Respondió Jone.

—Bueno esto parece un funeral, así que cantemos ¿no?

Jone rio ante su comentario, Erick suspiro y Alexa canto, los dos empezaron a cantar, algo terrible para los tímpanos de Erick, pero él se sentía algo feliz, hacía tiempo que Jone no se habría con alguien de esa forma, la felicidad de Jone era su felicidad volteó a mirarlos, Alexa hacía muecas junto con Jone mientras cantaban, la sonrisa que Jone le dedicaba Alexa era única.

 Ahí comprendió que ella era parte de su felicidad y que no podía interferir porque la felicidad de Jone iba por encima de la suya. Un sentimiento agridulce y una sonrisa amarga fue lo que sintió Erick.

Pero como se dijo anteriormente, Alexa nunca imaginó que aquella canción que cantaba la describiría en un futuro.

“Sentimiento agridulce”

Fin