Famous

Prólogo

Pov Nathan

Mi padre lo era todo para mi, lo admiraba, yo quería ser como él y por eso me escapé de clases para pasar mas tiempo con él porque cada vez que llegaba él solo tenia media hora para jugar conmigo.

Entré por la puerta de atrás para sorprenderlo pero quién se sorprendió fui yo al ver justo como mi padre golpeaba a mi madre y esta caía al suelo golpeándose la cabeza con un banquillo de madera que usaba para alcanzar las cosas de la alacena. La sangre empezó a manchar el mármol del piso en gran cantidad.

— ¡Mamá! — grité sin importarme mi papá y corrí hacia ella. — Mamá por favorháblame. Mírame mamita. — supliqué entre llantos pero sus lindos ojos carecían de brillo y de vida.

— Lo siento, Nate. — dijo mi papá levantándome ysacándome de allí.

No sabía porque había peleado pero la respuesta llegó días después cuando la policía rodeó la casa, buscaban a mi papá. Mamá había descubierto que su marido se encargaba de la trata de blancas o de traficar personas por un buen precio y lo había enfrentado pero había tomado medidas antes y se encargó de que sus descubrimientos y las pruebas llegaran a la policía con la ayuda de un conocido de ella en al cual confiaba mucho.

— ¡Javier Calonge! Está rodeado, entréguese. — volvieron a insistir los policías pero mi papá no estaba dispuesto a entregarse tan fácil.

— ¡Primero muerto! — lo escuché gritar y luego el fuego invadió la casa.

Él sabia que yo estaba allí y no le había importado arriesgar mi vida para no ir a la cárcel. Salí corriendo de mi cuarto y bajé las escaleras, la casa era un caos, había fuego por todos lados. Traté de buscar a mi padre y terminé en el despacho, una de las paredes cedió a las llamas y escuché a alguien pidiendo ayuda pero no sabia de donde, además, ¿Qué podía hacer un niño de siete años?

El fuego me rodeó y me ardía la ropa, no podía respirar. Vi la daga de mi padre, una reliquia familiar y traté de tomarla pero estaba tan caliente que la solté de inmediato, una de las ventanas explotó y luego las otras de la casa. Era un caos y la casa estaba cediendo poco a poco. Otra pared cayó y tuve mas miedo por lo que busqué una salida y la única que encontré fue la ventana rota.

Antes de salir, eché un último vistazo a la daga y salté para empezar a correr lejos de allí donde nadie me encontrara porque aunque era un niño sabia que si la policía me hallaba me iban a mandar a un orfanato y eso lo que menos quería.

 



#3044 en Novela contemporánea

En el texto hay: musica, amor, rebelde

Editado: 10.04.2021

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